El Ayuntamiento de Málaga retira los cubos de basura junto al monumento a Torrijos y alega que eran "puntuales"

Los contenedores de basura que permanecían dispuestos junto al monumento que preside la histórica Plaza de la Merced en memoria del general Torrijos habían sido colocados de "manera puntual" con motivo de un "evento sostenible". Es el argumento que el Ayuntamiento de Málaga esgrime tras cuestionar este periódico el por qué de su ubicación, que vecinos habían criticado al considerar que no era la más adecuada al tratarse de una de las obras "más emblemáticas" de la ciudad, inaugurada en 1842.

Las fotografías que ilustraban la noticia reflejaban que hasta cuatro cubos de rueda se encontraban situados en la zona inferior del obelisco, en el centro de la plaza. La estampa colisionaba con el encanto del monumento, que este verano el Gobierno declaró uno de los Lugares de Memoria Democrática del periodo liberal. Un día después de su difusión a través de la página web de este diario, los cubos fueron retirados. Fuentes municipales han justificado que estos depósitos para arrojar residuos habían sido "solicitados" por los responsables de Málaga Cómo Tequiero, un programa de concienciación ambiental impulsado por el Consistorio, ante la celebración de un "evento sostenible", como era el caso de la cita deportiva que acoge la ciudad desde el viernes 11 y hasta este domingo 13 de octubre. "Son contenedores que se ponen de manera puntual", han precisado las mismas fuentes.

"Falta de sensibilidad histórica"

Una hilera de recipientes aguardaba a turistas y residentes en la céntrica plaza, lo que, según apostillaban residentes de la zona, dificultaba la lectura del emblema que hace referencia al obelisco. Al tiempo, denunciaban la "falta de sensibilidad histórica" de la Casona del Parque. "Es obvio que los contenedores son necesarios, pero habrá que situarlos en otro lugar, ya que si uno intenta acercarse a leer la placa existente tiene que soportar los malos olores que desprende la basura acumulada", asevera uno de los transeúntes. Y, a renglón seguido, se cuestionaba si "de verdad no había otro sitio mejor" para disponer estos cubos "que en las mismas barbas del monumento".

La pieza histórica se erige en el monumento civil urbano más relevante siglo XIX, diseñado por el arquitecto municipal Rafael Mitjana para rendir homenaje al liberal José María Torrijos y sus 48 compañeros que fueron fusilados en la playa de San Andrés por orden de Fernando VII el 11 de diciembre de 1831.