La bajada de la presión afecta al uso de electrodomésticos en las viviendas más altas de Málaga
Los administradores piden aplicar la medida en función de "la vida de los barrios"
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El Colegio de Administradores de fincas de Málaga y Melilla ha destacado que la bajada de la presión del agua afecta a las viviendas de las últimas plantas, principalmente de edificios altos y antiguos, provocando el mal funcionamiento o que dejen de funcionar determinados electrodomésticos, por lo que pide adaptar la medida a “la vida de los barrios”, según ha declarado su presidente, Manuel Jiménez.
El representante de la institución profesional ha señalado que la medida es “necesaria” ante la situación actual de estrés hídrico, aunque ha indicado que incide en comunidades de propietarios, sobre todo de los años 60 y 70, en las que se presentan más “problemas de presión en viviendas más antiguas donde vive gente más mayor y más humilde”.
En concreto, ha señalado que en el caso de la capital malagueña se están viendo afectadas las viviendas de edificios altos localizados en lugares como “Parque de Sixto, la zona de Carretera de Cádiz, Cruz de Humilladero, edificios del centro de Málaga o Las Delicias”.
Según ha apuntad Jiménez, estos edificios en su momento “contaban con depósitos o aljibes y grupos de presión, y por las circunstancias han dejado de tenerlos, utilizarlos o a lo mejor no los han tenido nunca”, por lo que la bajada del caudal para ahorrar agua tiene como consecuencia que “las viviendas de las últimas plantas tengan problemas de presión de agua y dejen de funcionar o no funcionen correctamente las calderas, los termos, los lavavajillas o las lavadoras”.
En la Costa del Sol, ha indicado que ahora mismo los principales problemas son “el rellenado de las piscinas, el baldeo de calles o regar zonas verdes”, aunque ha matizado que en “los complejos de viviendas que tengan grupo de presión, si baja la presión de calle no van a notar ningún cambio”.
De lo contrario, ha apuntado que aquellas “viviendas o chalés pareados, aunque no estén en vertical y no sean edificios, que tengan un sistema de entrada con un solo caudal dentro de la urbanización” y no cuenten con un grupo de presión “probablemente sí la van a notar”.
En este sentido, ha explicado que un grupo de presión es “una bomba que hace que el agua, entre a la presión que entre, sea expulsada a una presión determinada” y “requiere el que haya un aljibe o un depósito de agua” para impulsar el recurso mediante un motor, de tal manera que “todas las viviendas tienen la misma”.
“Normalmente, las viviendas más afectadas suelen ser las de las últimas plantas, que son a las que llega menos presión, y algunos electrodomésticos que necesitan de determinada presión no funcionan bien como puede ser un termo, un lavavajillas o una lavadora y todo eso puede dejar de funcionar bien”, ha reiterado.
La pérdida de masa verde por falta de riego
La prohibición del riego de los parques y jardines, tanto públicos como privados, decretada por los ayuntamientos de la Costa del Sol para ahorrar agua también está generando problemas en las comunidades de propietarios, ya que “muchas zonas verdes se van a perder, y si no se pueden regar se estropearán”, principalmente los céspedes, que “necesitan de bastante cantidad de agua”, y “todo lo arbustivo y las plantas de flor seguramente se perderán”.
Así, el presidente del Colegio de Administradores de fincas de Málaga y Melilla ha valorado que para “reponer eso hay que replantar de nuevo y supone un coste para la comunidad”, remarcando que ante la situación de sequía actual “no queda más remedio porque hay que entender que en este caso lo importante es que haya agua para beber, y las comunidades se tienen que adaptar”.
Por otra parte, en una reunión mantenida con la Junta de Andalucía el pasado jueves, el colegio profesional trasladó a la Administración autonómica “claridad en las limitaciones que se adopten en torno a la apertura de las piscinas de las comunidades de propietarios, a fin de evitar situaciones de conflictividad vecinal”, así como señaló la incompatibilidad de las ordenanzas y bandos municipales con la actual regulación sanitaria que obliga, entre otras cuestiones, a mantener operativas las duchas y los servicios en las piscinas.
Jiménez ha señalado que la bajada de la presión es una medida que “hay que hacerla”, ya que con ella “se producen ahorros de agua muy importantes porque hay muchas fugas en todo el circuito de agua”, por lo que ha matizado que con este tipo de reducción “se deja de perder mucho agua”.
Por ello, ha pedido “claridad en las medidas” y respecto a la bajada de la presión que “se pueda hacer a determinadas horas para que “no sea todo el día”, con el fin de “adaptarlo un poco a la vida de cada una de las barridas porque normalmente donde va a ocurrir problemas de presión va a ser en viviendas más antiguas donde vive gente más mayor y más humilde”.
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