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Las nuevas restricciones de agua para la provincia de Málaga ya tienen fumata blanca tras la celebración del comité de sequía de las cuencas mediterráneas este jueves. Así, ante la prolongada situación de carestía, con los pantanos a poco más del 15% de su capacidad total, los expertos han decidido recortar tanto el uso urbano del agua en todo el territorio como su uso agrario en la comarca del Guadalhorce. En adelante, los regantes podrán emplear un máximo de 6 hectómetros cúbicos (por los 8 o 9 de los que disponían hasta ahora) durante el presente año hidrológico, una reducción que, no obstante, se aplicaría a partir de junio en función de cómo estén las reservas en ese momento; por otra parte, se determina que la limitación de los volúmenes para riego agrícola de hasta el 75% también afectará a los recursos procedentes de aguas subterráneas. Asimismo, se dibujan novedades sobre el rellenado de piscinas: las públicas se encuentran autorizadas; las privadas quedarán en manos de los ayuntamientos y las mancomunidades, que tendrán que remitir a la administración hidráulica las solicitudes correspondientes junto con un informe técnico justificativo de compatibilidad, puesto que no se puede sobrepasar las dotaciones aprobadas.
Esto quiere decir que los rellenados de piscinas privadas (y sólo aquellas que cuenten con sistema de recirculación de agua, como este verano) no podrán superar las nuevas restricciones de agua por persona y día que los expertos acaban de aprobar. En Málaga capital, Guadalhorce y Axarquía se pasa de 200 a 180 litros (para esta última comarca, en concreto, aplica a Almáchar, Benamargosa, El Borge, Comares, Cútar, Iznate, Macharaviaya, Moclinejo, Rincón de la Victoria, Vélez-Málaga, Totalán, Algarrobo, Torrox y Nerja). En la Axarquía, asimismo, se potenciará el uso de los recursos subterráneos y fluyentes del sistema de explotación para el abastecimiento urbano, manteniendo así el empleo de los pozos del Chíllar.
En la Costa del Sol Occidental (exactamente, en Benahavís, Benalmádena, Casares, Estepona, Fuengirola, Manilva, Marbella, Ojén, Torremolinos y Mijas) la rebaja es de 225 a 200 litros. También en esta zona, a efectos de cumplir la explotación propuesta, se ha acordado maximizar el uso de recursos no convencionales como las aguas procedentes de la desalación y las regeneradas. Para este caso, el de terciarias regeneradas, además, se aprueba que se puedan explorar nuevos recursos que no hayan sido empleados hasta la fecha en otros usos como el riego de jardines. No se han acordado modificaciones en el uso agrario del agua para esta zona, a diferencia del Guadalhorce, que podrá seguir empleando 4 hectómetros cúblicos, un volumen que de cualquier forma será revisado a comienzos de 2025 en función de la situación hidrológica, pudiendo llegar a limitarse a un máximo de 2 hm3 en caso de entrar en situación de escasez grave.
Para las zonas sin regulación que se encuentran en situación de excepcional sequía y escasez severa, se establece la misma medida de ahorro en el consumo urbano, limitándose el agua a 200 litros por habitante y día. Entre estas zonas sin regulación a las que afecta esta decisión se encuentra la Cuenca del Río Guadiaro (Ronda, Arriate, Benaoján, Montejaque, Jimera de Líbar, Atajate, Alpandeire, Parauta, Cartajima, Igualeja, Faraján, Pujerra, Cortes de la Frontera, Benadalid, Benalauría, Jubrique, Algatocín, Benarrabá, Genalguacil y Gaucín). Asimismo, esta medida atañe también a las zonas sin regulación de la cabecera del Guadalhorce (Antequera, Archidona, Villanueva del Trabuco, Villanueva del Rosario, Mollina, Humilladero, Fuente de Piedra, Campillos, Teba, Almargen, Ardales, El Burgo, Cuevas del Becerro y Cañete la Real); y de la cuenca baja del Guadalhorce (Valle de Abdalajís, Villanueva de la Concepción, Casabermeja, Almogía, Carratraca, Álora, Casarabonela, Pizarra, Yunquera, Alozaina, Tolox, Guaro, Monda, Coín, Cártama, Alhaurín el Grande y Alhaurín de la Torre).
Por su lado, en las zonas verdes (este punto es común para toda la provincia) el volumen de riego no podrá superar los 200 metros cúbicos por hectárea y mes con un máximo de un riego a la semana, igual que se hacía hasta ahora. Tendrán igualmente que realizarse con agua no apta para el consumo humano, cuando exista este tipo de recurso, y con aprovechamiento máximo del mismo. Y sólo se podrá emplear agua potable cuando en el municipio no existan otros recursos no aptos que puedan emplearse en el riego o que, existiendo, sean insuficientes para llevar a cabo dichos riegos de supervivencia. Además, en ningún caso, el empleo de agua destinada al consumo humano en operaciones de riego de zonas verdes supondrá que se superen los volúmenes de abastecimiento aprobados
En los próximos meses el comité de sequía continuará el seguimiento detallado de la evolución de recursos y demandas, así como con el análisis de la aplicación de las medidas adoptadas para conocer si es necesario poner en marcha nuevas actuaciones. Así, lo previsible es que las acordadas este jueves se mantengan hasta final de año, aunque podrán ser revisadas antes en función de la situación hidrológica.
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