Bajan los nuevos casos de VIH en Málaga, pero denuncian que el estigma “continúa”
La cifra desciende de 126 en 2022 a 119 en 2023, aunque la tasa en la provincia (6,8 por 100.000) sigue estando por encima de la comunidad autónoma (5,9)
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Hace 40 años, el diagnóstico del VIH era sinónimo de sida y de muerte. Cuatro décadas después, los avances clínicos permiten que con un diagnóstico temprano y un buen seguimiento del tratamiento, los portadores del virus no sufran sus efectos, no lo transmitan y no desarrollen el antiguamente tan temido síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
Desde un punto de vista médico, en este tiempo se han dado pasos agigantados en la lucha contra la enfermedad, pero no desde el ámbito social. La presidenta de la Asociación Ciudadana AntiSida de Málaga (Asimas), Alicia Cueto, recuerda una encuesta según la cual el 40% de las personas se sentirían incómodas compartiendo su entorno laboral con una persona seropositiva. “Es una aberración”, señala Cueto. Y añade:“Una persona con un diagnótico temprano y una buena adhesión al tratamiento tiene una carga viral indetectable”. En resumen, es como si no tuviera el virus; ni lo padece, ni lo transmite. “El avance clínico, fenomenal; pero el avance social no se ha movido nada”, lamenta.
Según los datos facilitados por la Delegación de Salud, en Málaga se registraron el año pasado 119 nuevos casos de VIH (25 de sida). La cifra supone un descenso respecto a 2022 cuando el total contabilizado a nivel provincial fue de 126. Pero pese a la bajada en la incidencia, Málaga –con 6,8 nuevos casos por 100.000 habitantes en 2023– continúa por encima del indicador medio de la comunidad autónoma, que se sitúa en 5,9. Este número supone que la región, por primera vez se coloca por debajo de los 6 por 100.000, como destacó la consejera de Salud, Rocío Hernández. El año pasado, en Andalucía se registraron 507 nuevos casos, lo que significa una reducción próxima al 10% a nivel autonómico respecto a 2022.
Habida cuenta de los avances clínicos, la presidenta de Asimas pone el foco en la lucha contra la estigmatización de las personas con VIH. “Sin perder de vista la prevención, hay que luchar contra el estigma”. De hecho, con motivo del Día Mundial frente al VIH-Sida que se celebra el 1 de diciembre, Asimas ha desplegado en estas fechas mesas informativas orientadas justamente a prevenir los contagios y acabar con la estigmatización de los portadores del virus.
Los datos de la Consejería de Salud indican que más del 95% de los nuevos casos de VIH se producen por vía sexual, sobre todo entre hombres que tienen sexo con hombres, y que un 12% de las nuevas infecciones se dan en personas menores de 25 años. Por ello, la consejera insistió en la necesidad de “reforzar las estrategias de prevención y educación en salud sexual, especialmente dirigidas a la población joven” .
Salud se traza también los objetivos de aumentar el diagnóstico precoz “como prioridad fundamental” para frenar la epidemia, según palabras de Hernández, y de minimizar la detección tardía del virus. En 2021, el diagnóstico tardío se produjo en la mitad de las nuevas infecciones. Esta detección tardía fue mayor en los casos con mecanismo de transmisión sexual heterosexual respecto a aquellos con transmisión sexual de hombres que tienen sexo con hombres (57% respecto a 45,1%). Asimismo, fue ligeramente más alta en población con país de origen distinto de España (51,2%) respecto a España (50,9%).
Los datos facilitados por la Consejería señalan que en 2023 se notificaron 507 nuevas infecciones de VIH en Andalucía, lo que supone una tasa de 5,9 casos por 100.000 habitantes. Respecto a 2022 es un descenso de 43 casos. El 84% de los casos declarados fueron en hombres.
La mediana de edad entre los varones fue de 36 años y en mujeres, de 41. El grupo con la tasa más elevada fue el de 30 a 34 años (16,3). Destaca, además, que más de un 12% de las nuevas infecciones se diagnosticaron en jóvenes menores de 25 años y un 18% en personas mayores de 50 años. Las relaciones sexuales de hombres que practican sexo con hombres (HSH) fueron el mecanismo de transmisión más frecuente (45%), seguida de las relaciones heterosexuales (22,2%). El dato no consta en el 20% de los casos.
Desde la Consejería de Salud se resalta el impulso tanto en Atención Primaria como en Urgencias “para garantizar que todas las personas conozcan su estado serológico cuanto antes” y la implantación en el SASde un procedimiento para la atención a las infecciones de transmisión sexual (ITS). Además, está el Plan Andaluz frente a ITS, VIHy Sida, que cumple un año. Esta iniciativa aborda la atención integral al chemsex –que según Salud “cada vez está más presente en determinados colectivos”–, la ampliación de la profilaxis preexposición a un contacto de riesgo (PrEP), al cuidado de la cronicidad y la salud mental de personas con VIH, al diagnóstico precoz y a la reducción del estigma asociado a este virus.
Proyecto para sumar al tratamiento a quienes no lo hacen
El Hospital Regional será uno de los pocos hospitales de España y Europa que participará en un proyecto que permitirá sumar a los tratamientos a aquellos seropositivos de VIH que por circunstancias personales no suelen seguirlos. Sobre todo se trata de personas con adicciones, trastornos mentales o sin hogar, según explicó la presidenta de la Asociación Ciudadana AntiSida de Málaga (Asimas), Alicia Cueto.
Esta organización será la encargada de reclutar a los participantes en el estudio. Asimas colabora desde la parte social. Por su parte, el enfoque clínico y de investigación correrá por cuenta del Hospital Regional, bajo la coordinación del facultativo del área de Enfermedades Infecciosas de ese centro sanitario, Manuel Castaño.
Cueto indicó que el hospital malagueño será uno de los pocos en España y Europa en formar parte de este proyecto liderado desde EEUU y que comenzará antes de fin de año.
En la mayoría de los casos, el tratamiento de las personas seropositivas consiste en una pastilla diaria; una dosis que permite hacer que la carga viral sea casi indetectable, de modo que aunque sean portadoras del virus, ni lo padecen ni lo transmiten. En general, los avances en los fármacos se han demostrado muy eficaces.
El problema son aquellas personas que por su condición psiquiátrica, su vida en la calle o su adicción a drogas están desestructuradas y no siguen tratamientos que evitarían el desarrollo de la infección. Es a éstas a las que se les administraría una inyección bimensual para controlar su caso, igual que se hace con las que toman el tratamiento estándar.
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