El bello y efímero ‘bosque de cobre’ de Málaga

Naturaleza

Miles de personas llegan al Valle del Genal para disfrutar del cambio de color de los castañares que abundan en este paraje

Hay numerosas rutas para todo tipo de visitantes

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Las paradas para tomarse fotografías son frecuentes entre los visitantes.
Las paradas para tomarse fotografías son frecuentes entre los visitantes. / Javier Flores

Ronda/La llegada del otoño trae aparejada en el Valle del Genal, en pleno corazón de la Serranía de Ronda, la transformación de su paisaje durante varias semanas. Sus conocidos bosques de castaños inician la metamorfosis y comienzan a perder su verde para ir tornando hacia amarillo. Al final, terminan en el consabido color cobrizo que les hizo famosos y que han hecho que este paraje se conozca como el bosque de cobre.

Un fenómeno natural que atrae cada año a un auténtico peregrinar de visitantes que quieren conocerlo o, simplemente, volver a verlo un nuevo año. “Es que es tan bonito que cada año que vengo que gusta más”, dice Antonia García, una malagueña que acude a visitarlo con un grupo de amigos. Una llegada masiva de visitantes que estos días también transforma el paisaje de las habitualmente tranquilas calles de estos pequeños municipios.

A primera hora de la mañana, mientras los vecinos siguen con su rutina diaria –compran el pan, toman un café en alguno de los bares o se interesan con la salud de algún conocido–, los acerados se van llenando por una especie de serpiente multicolor de visitantes ataviados con ropa de senderismo, bastones, mochilas y botas de montaña de diferente tipo y color.

Grupo de malagueños que no dudó en lanzar hojas para hacerse una fotografía otoñal.
Grupo de malagueños que no dudó en lanzar hojas para hacerse una fotografía otoñal. / Javier Flores

Son muchos los que prefieren madrugar para realizar las diferentes rutas que recorren el valle y posteriormente poder disfrutar de la gastronomía local en alguno de los bares o restaurantes. Eso sí, en estas fechas si se quieren evitar esperas es preferible realizar una reserva, ya que la avalancha que supone la llegada de miles de personas a la zona es muy superior a la capacidad de su restauración. También están los que prefieren tirar de bocadillo y comer en mitad del camino; un grupo al que algunos vecinos –haciendo gala de ironía– les piden que “ya que van a dejar poco en la economía, que tampoco lo dejen en el campo”. Instan así a que no dejen basuras en este paisaje natural.

Los diferentes caminos reciben estos días miles de visitas y se producen hasta acumulaciones en algunos puntos; en especial, en los inicios de los senderos que parten desde los pueblos del Genal. Eso sí, cuando el terreno comienza a subir también se estiran los pelotones como si de la subida a algún puerto ciclista se tratase.

Castaños centenarios

Todo ello sin que falten las múltiples paradas para tomarse fotografías en grupo y en solitario. Incluso, se hacen apuestas a ver quién consigue más me gusta o visualizaciones en las redes sociales.

Los caminos que se adentran en el bosque de cobre están lleno de parajes mágicos con castaños centenarios que lucen sus enormes troncos. Un bosque de gigantes que se oculta entre miles de castaños muchos más jóvenes que serán el relevo de esos viejos lobos que siguen todavía dando castañas y belleza a un paraje que parece sacado de un cuento.

Los castaños centenarios son de los más buscados para tomarse fotografías.
Los castaños centenarios son de los más buscados para tomarse fotografías. / Javier Flores

Una afluencia masiva que llega desde diferentes puntos de Andalucía, ya que muchos residentes en provincias limítrofes como Cádiz, Sevilla suelen ser habituales. La afluencia es tal estos días que se pueden encontrar senderistas de casi cualquier provincia andaluza. A ellos se suman también los extranjeros que estos días están en la zona y que tampoco han querido perderse este espectáculo de la naturaleza de una gran belleza, pero muy efímero. Una fecha de caducidad que hará que dentro de unas semanas los árboles se queden totalmente despojados del follaje que lo cubre en estos momentos y lo hace tan especial.

Será el arranque entonces de un nuevo proceso para crear un fruto tan apreciado como la castaña, sobre el que se pide que no sea sustraído por los visitantes, ya que es uno de los principales sustentos de la economía local aunque en los últimos años las producciones estén teniendo mermas importantes debido a la incidencia de la plaga de la avispilla o la sequía.

Los amantes de las dos ruedas también realizan recorridos por las carreteras

Pero no solo lo visitan aquellos que son amantes del senderismo. También sus estrechas y serpenteantes carreteras están frecuentadas estos días por muchos amantes de las motos que aprovechan para realizar rutas por las carreteras que cruzan los castañares. A ellos también se suman muchos ciclistas que tampoco quieren perderse la oportunidad de practicar su deporte favorito en mitad de un paisaje tan especial.

Y es que, pasada la pandemia, el bosque de cobre sigue demostrando que tiene un gran tirón entre los amantes de la naturaleza. Estos aprovechan las nuevas tecnologías para realizar rutas que ya están marcadas por otros aficionados y que hacen que se pueda ampliar el recorrido más allá de lo conocido.

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