El billete sencillo de los autobuses urbanos en 2013 costará un 62% más que en el año 2002

El precio del billete sencillo de los autobuses de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) ha subido del orden de un 62% en los últimos once años, según se puede extraer de los datos oficiales de la propia sociedad municipal. De hecho, si en 2002 el valor del tique era de apenas 0,8 euros, cara al ejercicio de 2013, el dato se elevará hasta los 1,3 euros, 10 céntimos más de lo que le cuesta en este momento a un usuario cualquiera. La variación al alza supone casi el doble de lo que ha crecido en este intervalo de tiempo el Índice de Precios al Consumo (IPC).

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, entre agosto de 2001 y agosto de 2012, el acumulado de este índice es del 35%.

Las explicaciones aportadas por el equipo de gobierno argumentan las nuevas tarifas para 2013 en la necesidad de aplicar el nuevo IVA a los títulos que aún no se habían modificado y a la subida del carburante. Apuntaron que de media el aumento para 2013 es del 4,8%, cuando la subida de los carburantes fue del 18% en 2011 y de un 8% en 2012. La repercusión sobre las cuentas de la EMT son más que considerables, por cuanto si en 2009 reservaba 5,5 millones para este concepto, este año han sido casi 9 millones.

Pero el billete único no es el único que sube de manera más que evidente en los últimos años. El bonobús trasbordo, con límite de 10 viajes pero con trasbordos ilimitados durante una hora, costará a partir de enero 8,3 euros, cuando en 2002 (sin posibilidad de trasbordos) su valor era de 5,3 euros, El incremento ha sido del 56,6%. La tendencia se mantiene en el caso de la tarjeta mensual, con viajes ilimitados, pasará a costar 39,95 euros, uno más que en la actualidad. Sin embargo, hace diez años este mismo título (puesto en marcha en 2002) le valía al usuario 32,5 euros, siete menos que en 2013, lo que supone una elevación del 45%.

A pesar de estos incrementos, los responsables municipales expusieron el pasado martes, en la presentación de las nuevas ordenanzas fiscales, que las cifras para el año próximo están por debajo de las otras grandes ciudades del país.