Bolsas de basura en la calle y mal olor levantan las quejas de los vecinos del Centro de Málaga

El Ayuntamiento de Málaga colocó carteles en español e inglés con la ubicación de los contenedores y se aprecia que, al quitar los de Carretería, ha quedado una zona amplia al descubierto

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Vecinos del centro de Málaga aseguran que los candados de los pisos turísticos aumentan la inseguridad

Bolsas de basura en la calle Viento.
Bolsas de basura en la calle Viento. / M. G.

No es una situación nueva, pero sí cada vez más frecuente y desagradable. Casi a diario, los vecinos del Centro Histórico de Málaga se encuentran bolsas de basura tiradas en plena calle, junto a una pared o apoyadas en papeleras, desperdicios que se pudren más rápidamente por el calor y que generan muy mal olor y la aparición de ratas. Los servicios de limpieza retiran las bolsas y poco después vuelven a aparecer otras. Con el consiguiente efecto llamada. Basta con que haya una para que el siguiente en bajar considere que ahí está bien dejar la suya.

Los vecinos lo achacan a la actividad turística y hostelera y a la falta de contenedores en una amplia zona del centro. Con las obras de la calle Carretería se quitaron los puntos de recogida de esta vía y se dificultó la tarea de propios y extraños de depositar la basura en los lugares adecuados para ello.

"Esto lleva tiempo pasando pero está ganando una dimensión que antes no tenía", considera Carlos Carrera, presidente de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga. "Creemos que hay una falta de contenedores en proporción al número de residentes y visitantes, que es mucho y se suma a la actividad hostelera", añade.

"Por lo que he podido indagar, la probabilidad de que sean los propios vecinos los que dejen la bolsa frente al portal de su casa es bastante reducida, la mayor proporción corresponde a visitantes", señala Carrera y subraya que el cartel que ha colocado el Ayuntamiento de Málaga indicando los puntos en los que se encuentran los contenedores está también en inglés "porque se dirige no a vecinos naturales del centro, en muchos casos, sino a visitantes". "Ese cartel nos parece algo insultante, porque parece que el incívico es el vecino, no se dirige al visitante al turista, sino solo al vecino", agrega.

Si se observa el mapa de contenedores, se aprecia una amplia zona del centro desprovista de estos puntos de recogida de residuos. "Hay un agujero negro, de contenedores de basura. Además, puedes ir a uno de los puntos y que no te encuentres el contenedor", destaca el presidente de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo. Además, apunta la reducción de puntos de reciclaje en el centro. "Cada vez tienes que ir más lejos para depositar el vidrio, el cartón o el plástico".

Para Carrera se unen varios factores, que "no está bien gestionado y que hay una sobrecarga de actividades turísticas y hosteleras que generan muchos más residuos que las normales y sobrepasan la capacidad para gestionar estos residuos, además del incivismo, que también juega su papel". Destaca el presidente de la entidad vecinal que estas prácticas convierten algunas calles pequeñas y peatonales "en focos de insalubridad, malos olores y caldo de cultivo de roedores, además de dar una imagen degradante y poco sostenible de la ciudad".

Alejandro Villén vive en el entorno de la calle Carretería. "Llevamos peleando con el tema desde 2017, veíamos como turistas que salían de sus apartamentos depositaban la bolsa junto a una papelera y la única medida que tomó el Ayuntamiento fue quitar papeleras, algo que no ayudó, claro está", indica este vecino y destaca que con la intervención de Carretería se retiraron los contenedores y no ha vuelto ninguno. "Las de alrededor son calles estrechas, de difícil acceso para la recogida y por eso los contenedores se concentraban en esta vía, así que ahora no han quedado muchos por la zona".

Desperdicios junto a un portal y, en la pared, uno de los carteles del Ayuntamiento.
Desperdicios junto a un portal y, en la pared, uno de los carteles del Ayuntamiento. / M. G.

"Los vecinos sabemos dónde están y, aunque es un poco molesto si vas cargado, caminamos un poco más", asegura. Pero el residente ocasional, el turista que viene a pasar unos días, señala Villén, que no se esfuerza en buscar y arrojar la bolsa de desperdicios en el lugar adecuado. "En todas las papeleras nuevas de Carretería aparecen todos los días bolsas de basura. Suelen ser bolsas de compra, abiertas, con envases de comida para llevar, con bebidas... Tengo bastante claro que son de turistas y no vecinos", incide.

Para Villén, la proliferación de estas conductas está también relacionada con el tema de los candados de los pisos turísticos. "Si cuando vienen los huéspedes nadie los recibe, ni les explica nada, si no les cuentan dónde tienen que tirar la basura y en qué horario, ellos tampoco lo saben", sostiene Villén para el que "es imposible hacer de policía de calle todo el día, no podemos estar llamando a Limasa siempre, porque esto es constante, es un problema estructural", lamenta y afirma que desde el Ayuntamiento se "mira para otro lado".

Una de las vecinas de la calle Andrés Pérez asegura que Pozos Dulces "está siempre llena de basura, es una vergüenza". Ella le ha llamado la atención a más de uno y afirma que muchos de los que se ha encontrado dejando la bolsa junto a la pared son residentes del centro. "No todos son turistas", señala y lamenta también que la gente se orine en la vía pública dejando un olor irrespirable en el entorno.

Una papelera rodeada de basura.
Una papelera rodeada de basura. / M. G.

"Por la obra de Carretería ya no hay allí contendores, pero sí hay varios soterrados en la calle Nosquera, en la calle Santa Lucía, en la plaza del Teatro también, no están tan lejos, pero lo que tenemos es pocos puntos de reciclaje", detalla esta vecina. Igualmente, los vecinos del centro se encuentran en muchas ocasiones los contenedores ya saturados con la basura de bares y restaurantes, lo que les vuelve a dificultar su tarea. "No me explico que habiendo hecho nueva toda Carretería no hayan metido depósitos soterrados", añade.

"La esquina de Pozos Dulces con la calle que viene de San Juan de Dios, es un basurero impresionante. Se le echaba la culpa a unos ocupas, pero ya han sido desocupados y sigue todo igual, con mal olor, con bolsas que rezuman líquido, es una guarrería", comenta esta vecina. Afirma, además, que los servicios de limpieza retiran las bolsas, "pero el problema no es que las retiren, sino que no tendrían que estar ahí. La gente las suelta como quiere, sin orden ni horario y así está todo el día empantanado y con mal olor", lamenta.

Teresa Porras, concejala de Servicios Operativos, señala que el depósito de basura en las calles se incrementa durante los fines de semana y destaca que se han colocado hojas informativas con el plano de contenedores en casi todas las calles. "No lo achaco solo a los pisos turístico, a todo en general, aprovechan que hay una bolsa y sigue poniendo ahí la basura, la mayoría de las veces los fines de semana", dice y asegura que no hay falta de contenedores en el centro de la ciudad.

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