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La borrasca Berenice deja hasta 40 litros de agua en el interior de Málaga: Meteorología espera lluvias toda la semana

En puntos de la Axarquía, la única comarca que escapó de la alerta amarilla, se rozaron también los 20 litros, como Torre del Mar

Una sequía sin fin en Málaga y con soluciones a la desesperada

Una de las estampas que deja este domingo 13 de octubre la lluvia en calle Larios / J. P.

La borrasca Berenice, que estos días ha llegado a encender las alertas rojas en Andalucía ante el riesgo de fuertes lluvias, ha dejado las primeras lluvias de importancia en el interior de la provincia de Málaga. Hasta 40 litros por metro cuadrado se han acumulado entre el sábado y el domingo. La zona norte ha sido la más beneficiada, como Cañete la Real, con 36 litros, Ronda, con 33, y El Torcal, en Antequera, con 38,4. Las precipitaciones también han repercutido en otros puntos de la Serranía de Ronda, caso de Jubrique (con casi 30) y Pujerra, en el Valle del Genal, con 34,4 en las últimas 48 horas, según la información difundida en la red hidrosur.

Un dato relevante es que la Axarquía, pese a haber sido la única zona de la Costa del Sol que escapaba a la alerta amarilla por fuertes lluvias y tormentas, ha sido, sin embargo, una de las más beneficiadas por este último episodio. Berenice regó puntos como Torre del Mar, rozando casi los 20 litros, y Alcaucín, que se acercaba a los 15. La borrasca también se dejó notar en municipios como Riogordo y Colmenar, donde la lluvia, con granizo, estuvo acompañada, en algunos momentos, de fuertes vientos. Sin incidencias y en tramos horarios muy concretos, Berenice trajo también agua a Azud Paredones (Álora), se recogieron 22,9 litros por metro cuadrados, de los que 19,7 litros fueron en una hora.

Málaga capital había amanecido ayer, Día del Pilar, decorada de paraguas, que resultaron casi innecesarios en la mayor parte de la jornada. Las primeras nubes oscuras sobre el cielo alimentaban la expectación. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) llevó a activar el Plan Especial de Emergencias de Andalucía ante el riesgo de inundaciones, con los servicios de emergencia atendiendo decenas de llamadas por el anegamiento de sótanos, patios y plantas bajas de viviendas. Málaga escapó de las incidencias, aunque con la mirada puesta en el cielo esperando agua. Pese al aviso amarillo que el centro meteorológico adelantó a las 5 de la tarde de este sábado ante el riesgo de intensas precipitaciones, la realidad fue que apenas se mojó el suelo, o mucho menos de lo que se precisa. En la zona de los Montes de Málaga, cayeron apenas 11 litros y medio por metro cuadrado, insuficientes teniendo en cuenta la situación de emergencia que vive la Costa del Sol. En la zona del Paseo de la Farola, fueron 9, la misma cantidad discreta que se contabilizó en El Atabal.

Los pronósticos más optimistas de la Aemet apuntan a que podría llover toda la semana en la provincia. La probabilidad este domingo es de un 10% hasta las 6 de la tarde, cuando volverá a aumentar hasta un 30%. A partir de mañana lunes, la esperanza de que las precipitaciones alivien los pantanos se desvanece otra vez. Será el martes cuando, según la previsión meteorólogica, la probabilidad sea del 100%. Ese porcentaje se mantendrá incluso hasta el miércoles por la noche, si los modelos predictivos no varían en las próximas horas.

Soluciones a la desesperada para una sequía sin fin

Seis años consecutivos lleva la provincia firmando años secos, con menos lluvias de lo que marca la media. A lo largo de su historia reciente ha registrado varios periodos de sequía. El más acusado, en 1995, aunque también existen precedentes más cercanos como el de 2005. Actualmente, Málaga encara un otoño en el que acorde a los modelos meteorológicos no se esperan precipitaciones copiosas pronto y la cantidad de agua embalsada en los pantanos supera por poco el 15%. Las infraestructuras para paliar la situación han ido entrando poco a poco en la agenda política, pero su puesta en marcha continúa siendo una asignatura pendiente pasado el tiempo.

Dentro de este grupo entran los trabajos que se están realizando para rehabilitar antiguos pozos en desuso del Bajo Guadalhorce, que se han acordado maximizar en el comité de sequía reunido este pasado jueves, y a cuyos recursos se fía una parte nada desdeñable del consumo en la capital, donde el líquido elemento es inyectado después de ser tratado en la estación de El Atabal, ya que no siempre posee la calidad óptima. De la red de pozos de esta zona, junto a la toma superficial de Aljaima, ya se han podido detraer un total de 16,70 hectómetros cúbicos, el equivalente a algo más de tres meses y medio de consumo en la capital, constituyendo un alivio para los embalses. De aquí a un año, los técnicos, con cálculos conservadores, esperan que los de Fahala y Aljaima por sí solos aporten 6,22 hm3 más con un caudal de 200 litros por segundo; aunque la cantidad podría ser todavía mayor dependiendo de cuándo se alcance la velocidad de crucero.

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