El botellón, un mal para la Feria de Día

Las casetas del centro se ven perjudicadas por este fenómeno que cada año resta más público

Las casetas del Centro creen que el futuro está en el Real. / Marilú Báez
Álvaro López

19 de agosto 2018 - 01:35

La Feria va llegando a su fin. Muchos aprovechan hasta el último segundo para disfrutar de ella. Para otros, cuyos cuerpos no aguantan un día más de fiesta, acabó ayer y hoy no pisarán ni el centro ni el Real. Sin embargo, calle Larios y sus alrededores sigue siendo un bullicio constante de malagueños y visitantes que, mientras sujetan con una mano un vaso de Cartojal, con la otra inmortalizan el momento haciéndose un selfie con amigos o, incluso en ocasiones, con desconocidos que, tras una breve conversación y un brindis por Málaga, son como de la familia.

Con la recta final también llegan los balances de los feriantes del centro, quienes coinciden, en líneas generales, que el botellón está haciendo mucho daño a las asociaciones, hermandades o empresas que deciden montar casetas en la Feria de Día. Este es el caso de la Hermandad rociera de La Caleta, cuyo hermano mayor, José Antonio Martín, señaló que la asistencia este año ha sido "más floja". Por ello, ante las previsiones que esperaban para esta Feria, llegaron a la determinación de no abrir durante tres días. Lunes, miércoles y jueves.

Las casetas del centro han tenido menos afluencia de público que en años anteriores

"El futuro está en el Real", afirmó a este medio Martín, quien detalló que la Hermandad de la Caleta ha instalado también este año, por segundo consecutivo, caseta en el Cortijo de Torres. Allí -continúa- "el ambiente es más de Feria". Además, dada la ubicación de la casa de hermandad de esta corporación rociera, en calle Madre de Dios -entre la plaza de la Merced y la de Jerónimo Cuervo- el problema del botellón se agrava, dificultando tanto la entrada como la salida a la caseta.

Misma opinión sostiene Javier Rodríguez, encargado de la caseta "Los amigos de Pedro", de la asociación del Centro Histórico de Málaga, quien acepta con desesperanza que "el botellón no tiene remedio". A pesar de su ubicación privilegiada, en el Colegio de Prácticas número 1 -en plena plaza de la Constitución-, coincidió en que este año han notado menos gente. En esta línea, Rodríguez apunta hacia una dirección como culpables de esta destrucción del modelo de Feria del Centro: los políticos. "Se quieren cargar la Feria del Centro. Desde hace seis o siete años solo ponen inconvenientes", aseguró, a lo que añadió que "en mi opinión, se equivocan".

Otras de las casetas con gran tradición en la plaza de la Constitución se trata de "Pasito corto", de la Hermandad del Amor y la Caridad junto la Cadena Cope. Uno de sus colaboradores, Manuel Sánchez, no ha percibido menor afluencia, aunque sí recalca que "no había tanto ambiente de Feria, sino más despedidas de solteros o grupos similares". En cuanto a los días de mayor público, Sánchez señaló que el primer sábado y el miércoles, el día festivo, fueron las jornadas de mayor movimiento de gente.

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