Los 'Heisenberg' albaneses: 52 años apresados por un laboratorio 'amazónico' de cocaína dirigido desde Málaga

Contaban con "químicos o cocineros", traídos desde Latinoamérica para instruir al grupo criminal

Los líderes de una trama de narcos, ahora condenados a 9 años y a multas de hasta 30 millones, movían los hilos desde un lujoso chalé en la Costa del Sol

Más de un centenar de conductores da positivo en alcohol o drogas en Málaga en una semana

Uno de los investigadores, durante la operación / Policía Nacional

Droga enmascarada en harina de palmiste -utilizada en piensos de animales-, un chalé de lujo en la Costa del Sol, desde el que dictaban las instrucciones, y clases particulares de químicos o cocineros traídos desde Latinoamérica para formar a los novatos en el procedimiento de extraer la pasta base y transformarla en clorhidrato de cocaína, el polvo blanco listo para llegar a la calle. El clan, capitaneado por dos albaneses, uno de ellos con residencia de lujo en Mijas, estaba al frente del considerado uno de los mayores laboratorios de procesamiento de esta droga en Europa.

Con su desmantelamiento en 2018, la Policía frustró la puesta en circulación del equivalente a tres toneladas de este estupefaciente. Ahora, la Audiencia Nacional ha rebajado las condenas, que suman más de medio siglo, por "confesión tardía" y "dilación indebida" a los seis narcos acusados. Cada uno de ellos se enfrenta a penas de cárcel que van de los 6 a los 10 años. A mayores, 20 millones de euros en multas para todos; 30 en el caso de otro de los miembros de la red criminal.

El reto de la primera 'hornada': tres mil kilos de cocaína

El laboratorio 'amazónico' de cocaína, que los investigadores descubrieron en Albalat del Tarongers (Valencia), empleaba prácticas similares a las de narcotraficantes en las selvas colombianas, donde se extrae el alcaloide de la hoja de coca y posteriormente se obtiene la droga. Las instalaciones se levantaban en un chalé aislado con vigilancia permanente para detectar posibles seguimientos policiales. Los narcos pincharon. Allí, la Policía localizó garrafas y bidones con 8.500 litros de precursores para los procesos químicos -acetona, éter, gasolina...- y sacos de cloruro de calcio, suficientes para obtener tres mil kilos de clorhidrato de cocaína, la producción esperada en su primera hornada. También fue detenido un hombre de nacionalidad marroquí que permanecía 24 horas en la casa, vigilando el laboratorio. Incluso le proporcionaban los víveres necesarios para que, en ningún momento, abandonase la vivienda.

Los expertos policiales sabían de las intenciones de los condenados y solo tuvieron que balizar vehículos, pinchar teléfonos y dejar que el cargamento llegara al puerto de Marín (Pontevedra) para dar jaque mate a la banda.

El fracaso de una operación de bajo riesgo

Una oficina del Parque Tecnológico de Boecillo, según la Audiencia Nacional, resultó ser el centro neurálgico de la red de tráfico de cocaína, con 712 kilos decomisados (de unos 38 millones de euros) camuflados en sacos de harina preparados para salir de Colombia con destino final a numerosas ciudades de España y Europa. La empresa ha sido condenada a una multa de 114 millones de euros por "no realizar actividades de supervisión, vigilancia y control" para evitar que uno de sus trabajadores moviera los hilos y asegurara la llegada de la droga tras envíos de mercancía legal. Una operación de bajo riesgo que, sin embargo, acabó fracasando. "Quería crear una sólida ruta de importación de mercancía lícita , consiguiendo la sociedad de esta manera un importante incremento del volumen de facturación", recogen los hechos probados de la sentencia.

Multa de 114 millones de euros para una empresa por no vigilar a un trabajador

Además de seis narcotraficantes, también ha sido condenada una empresa a una multa de 114 millones de euros por "no realizar actividades de supervisión, vigilancia y control".

La Policía llegó hasta la organización después de que una pareja de ciudadanos colombianos viajara a España hasta tres veces para comprobar la estructura, negociar los porcentajes y beneficios una vez la droga fuera extraída y distribuida. Después, los investigadores detectaron la llegada de diez contenedores al puerto de Marín (Pontevedra) con mercancía legal y, entre ellos, uno en el que se transportaba la cocaína.

La operación estalló con la detención de 11 miembros de la trama, entre ellas los principales responsables del clan y los encargados de la logística e infraestructuras, en distintos puntos de la geografía española: Mijas, Valladolid, Toledo y Madrid, entre otros. Una mujer, acusada inicialmente de ser enviada por el cartel desde Colombia como 'notaria' de la operación, quedó absuelta junto a otra persona más.

Los cabecillas albaneses han sido condenados a 9 años de prisión y 20 millones de multa cada uno. En uno de los casos, el magistrado le ha impuesto seis meses más por un delito de tenencia ilícita de armas al encontrarse un revólver en su casa.

Pese a que la Policía tiene constancia de su existencia, quienes no han podido ser identificados y, por ende, tampoco juzgados, han sido los expertos que entrenaron a los nuevos cocineros para obtener base de cocaína.

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