Los buques norteamericanos apuestan por Málaga

El puerto de Málaga otra vez está en el punto de mira de la Military Sealift Command, la compañía que con una amplia flota de barcos prestan apoyo logístico a la Marina de guerra de los Estados Unidos. Usadas fundamentalmente las aguas malacitanas como lugar de descanso, en lo que llevamos de año, tres catamaranes ya han visitado en varias ocasiones el puerto malagueño; unos buques de alta velocidad que posicionados en el Mediterráneo navegan en función de las necesidades de la U.S. Navy.

Integrados en una serie de doce gemelos y bajo la denominación de Expeditionary Fast Transports, el terceto de catamaranes que hasta la fecha han visitado Málaga son el Trenton que en la jornada de este lunes dejó las aguas malacitanas, el Carson City y el Yuma que respectivamente navegan luciendo las numerales: 5, 7 y 8. Realizando escalas de larga duración en la que además del descanso se efectúan cambios de tripulación, suministros o pequeñas reparaciones, estos buques salvo en una ocasión, han usado como lugar de atraque en muelle de levante; una ubicación idónea para sus estancias malagueñas.

Basada su construcción en un diseño civil, estos catamaranes de 103 metros de eslora, 28,5 de manga y doble casco de aluminio disponen de un amplio garaje interior de 1.900 metros cuadrados donde pueden embarcar todo tipo de carga y tropas; unas capacidades que completan con un helipuerto y una velocidad de navegación de 35 nudos (64,8 kilómetros por hora). Con una tripulación donde se combinan civiles y militares, aunque la mayoría de las 22 personas que completan sus dotaciones son marinos mercantes, estos buques parece que han retomado el puerto de Málaga para sus estancias.

Iniciadas de forma habitual las visitas malagueñas en 2005, por aquellos tiempos grandes buques mercantes de apoyo a la Marina de guerra norteamericana realizaban largos fondeos en la bahía, varios años más tarde, los barcos que lucen en sus chimeneas una franja azul y otra amarilla, la contraseña de la Military Sealift Command, dejaron de frecuentar las aguas malacitanas. Retomadas en 2016 las visitas periódicas de algunos buques suministro de carburante que atracaban en el muelle de levante, un año más tarde, los catamaranes rápidos descubrieron el puerto de Málaga para sus escalas. Unas estancias que ya suman nueve en el presente ejercicio y que parece que tendrán una continuidad a corto y medio plazo.