En busca de un mejor trabajo en equipo

ESO de que la unión hace la fuerza es conocido por todos, pero en la EMT no se pone en práctica todo lo que debiera. De otro modo, el servicio que presta sería mejor. Los usuarios habituales saben que cada línea tiene sus secretos para minimizar los tiempos de espera, pero un rato sentado en una parada del Camino Antequera, por citar un ejemplo, deja en evidencia una falta de coordinación entre las líneas.

En este caso analizado por Don Usuario, se trata de una vía por la que pasan tres líneas: 8 (Universidad), 21 (Puerto de la Torre) y 23 (Parque Cementerio). Desde la Alameda hasta Castañón de Mena, el recorrido de las tres es común. Es decir, el ciudadano que va de Carlos Haya al centro puede usar cualquiera de estos autobuses. Por ello, no se entiende que uno llegue detrás del otro, en lugar de coordinarse mejor.

La realidad, según ha podido comprobar Don Usuario, es que en ocasiones llegan dos autobuses juntos y hay que esperar 15 minutos al siguiente, cuando con una mejor coordinación habría un vehículo cada cinco minutos.

Cuando cae la noche, el servicio es bien distinto, pues si por la mañana el reto sería mejorar la frecuencia de paso, por la noche es llegar a más puntos. En la actualidad existen sólo tres líneas. La primera, que conecta El Palo con Puerta Blanca, funciona de 23:15 a 6:00. La segunda, una circular que parte desde la Plaza de la Marina, empieza su trabajo a las 0:15 y está operativa hasta las 6:00. Luego existe otra que llega hasta el Puerto de la Torre pero sólo de 23:30 a 1:00. En resumen, el segmento de población que puede volver a casa en autobús si sale al centro es muy reducido.