El jefe del clan camorrista de Los Spagnoli, detenido en Marbella por ocho crímenes
Raffaele Amato fue arrestado el sábado a las 20:00 en un hotel de Marbella · El mafioso se levantó en 2004 contra el clan de los Di Lauro, iniciando una guerra entre bandas en Nápoles que costó la vida a 70 personas
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El jefe del clan de Los Spagnoli (Los Españoles) de la Camorra napolitana, Raffaele Amato, fue detenido el sábado por la tarde en un hotel de Marbella. El arresto se produjo hacia las 20:00 cuando Amato, sobre el que pesaba una orden internacional de detención dictada por un tribunal de Nápoles en 2006, se encontraba junto a dos familiares en el establecimiento.
El detenido se encontraba ayer en los calabozos policiales a la espera de ser trasladado a la Audiencia Nacional para su extradición a Italia, donde está reclamado por ocho asesinatos cometidos entre 1991 y 1993 durante una de las guerras de la Camorra ocurrida en Mugnano, en las proximidades de Nápoles.
Amato se hizo fuerte en la estructura de la Camorra en 2004, cuando formó parte del levantamiento de clanes contra la familia Di Lauro por el control del tráfico de drogas en el barrio de Scampia provocando una sucesión de ajustes de cuentas que se cobró la vida de 70 personas. Este enfrentamiento con los Di Lauro propició que el grupo de Amato también fuese conocido como el de Los Scissionisti (Los Escisionistas).
La Policía italiana informó ayer de que el clan de Amato controla actualmente además del barrio de Scampia, los municipios napolitanos de Arzano, Casavatore, Mugnano y Melito. El jefe del comando móvil de la Policía de Nápoles, Vittorio Pisano, explicó ayer que el mafioso es uno de los principales exponentes del tráfico de drogas entre España e Italia.
La operación que ha permitido la detención del jefe del clan de Los Españoles, en colaboración con la Policía española, ha permitido también la detención de otro hombre y se han emitido órdenes de detención contra Paolo Di Lauro y otras seis personas.
Raffaele Amato se instaló en España precisamente coincidiendo con la guerra camorrista contra los Di Lauro. En febrero de 2005 fue detenido en Barcelona por los Mossos d'Escuadra cuando se encontraba en un casino de en la zona del puerto olímpico. En aquella ocasión también estaba reclamado por la Justicia italiana que había solicitado su extradición.
Sin embargo, después de permanecer 14 meses en las cárceles españolas, el jefe camorrista fue puesto en libertad. El procedimiento de extradición se enmarañó hasta el punto de que 15 meses después la Audiencia Nacional acordara su libertad después de que Italia revocara la solicitud de extradición porque había transcurrido el periodo máximo de prisión preventiva que contempla la legislación de este país.
Amato abandonó la cárcel y volvió a hacer su vida con tranquilidad en España, donde no tiene ninguna causa penal abierta. Sin embargo, enseguida un tribunal de Nápoles dictó otra orden internacional de detención por su presunta implicación en ocho muertes violentas.
Los investigadores italianos explicaron ayer que el jefe de Los Spagnoli se esforzaba por pasar desapercibido en la Costa del Sol, donde vivía bajo identidad falsa, gracias entre otras cosas, a su perfecto dominio del español y al cuidado que ponen en no realizar actividades delictivas en el país, aunque sí acometen inversiones empresariales.
El fiscal de Nápoles, Giovandomenico Lepore, dijo en rueda de prensa que la colaboración entre España e Italia en la lucha contra el crimen organizado ha mejorado en los últimos años. En alusión a la extradición abortada en 2005 afirmó que "a diferencia de lo que sucedió tiempo atrás, la colaboración con las autoridades judiciales españolas y la policía ha aumentado y hoy tenemos una perfecta sintonía. España se está dando cuenta de que se ha convertido en un lugar de almacenaje de estupefacientes".
El periodista italiano Roberto Saviano relata en Gomorra (editorial Debate, 2007), un libro sobre la camorra napolitana que le ha costado la condena de muerte de esta mafia, que Amato es "un dirigente de peso desde que hacía de intermediario en las operaciones de tráfico de drogas y gestionaba las apuestas de inversión". Hasta su detención en Barcelona "gozaba de un crédito ilimitado con los traficantes internacionales y llegaba a importar toneladas de cocaína". De hecho, ayer la edición digital del Corriere della Sera coronaba la noticia sobre la detención del capo con un epígrafe que lo presentaba como "el rey de la coca".
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