Campanillas 'regresa' a las riadas 2020: "No puedes evitar que la mente se vaya cuatro años atrás, lo pasamos muy mal"

"El río está a punto de desbordarse, a las plantas de arriba. Comunicadlo por los grupos de WhatsApp". Pasada la media mañana, agentes de la Policía Local, con sirenas, han alertado a los vecinos de Campanillas, en la capital malagueña, de la crecida del río situado a pocos metros y el consecuente riesgo de inundación. Los que corrían peligro si permanecían en el interior de las viviendas han sido desalojados; mientras que, otros han hecho acopio de provisiones y subido a las plantas superiores. Cuatro años después, la historia se ha vuelto a repetir.

En esta ocasión han sido hasta 180 han sido los vecinos que han debido dejar sus casas en Campanillas este miércoles, según ha indicado el consejero de Presidencia e Interior, Antonio Sanz, este miércoles.

En enero de 2020, cientos de vecinos de esta barriada ya sufrieron inundaciones en sus hogares. Ocurrió de madrugada y algunos estaban durmiendo. Esther no puede evitar comparar la situación. Aquella vez le pilló en la cama y el agua le llegó hasta las rodillas. En esta ocasión ha acudido su hermano para ayudarla a trasladar enseres a la planta de arriba y acompañarla.

Esta vecina recuerda que en la DANA anterior estuvieron días quitando barro y achicando agua. Pasado un tiempo, muchos coches continuaban sumergidos en los garajes de las urbanizaciones porque la riada apiló los vehículos que fue encontrando a su paso. Los que estaban supuestamente a buen recaudo en los aparcamientos quedaron sepultados por el lodo y el agua.

Rosi tampoco ha podido olvidar las inundaciones de hace casi un lustro. Es por ello que esta vez ha dejado a su hijo de diez años con una amiga que vive en una zona "más segura". Con las carreteras de la barriada anegadas, confesaba que han vivido "momentos de tensión cuando han venido a desalojarnos. No puedes evitar que la mente se vaya cuatro años atrás, lo pasamos muy mal".

Y es que, cada vez que llueve con más fuerza de lo habitual, hay varios puntos en Málaga capital que se vigilan con especial preocupación por el riesgo de inundabilidad. El río Campanillas es uno de los que, en estos momentos, atrae más miradas. En 2025 harán 20 años desde que vio la luz un primer proyecto para su encauzamiento que nunca se llegó a ejecutar. En 2005 la Junta de Andalucía valoró en 53,6 millones la infraestructura que pusiera solución a posibles inundaciones en el barrio, como la ocurrida hace casi un lustro y que afectó a 800 familias.

La misma ya estaba recogida en el avance del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga, de 2005. Los redactores del planeamiento llegaron a considerarla como la "obra de mayor importancia" a ejecutar en la barriada, arguyendo que las crecidas del río, "a pesar de la construcción de la presa de Casasola, provocan inundaciones en la margen derecha donde se ubica el núcleo urbano, consolidado".

Este año, un grupo de privados con interés de construir en la zona encargaron un nuevo anteproyecto a una consultora. El encargo se hizo al estudio de arquitectura de Ángel Asenjo, junto a la ingeniería Estudio 7. El mismo, según reconoce el propio Asenjo, esperan que esté finalizado este mismo mes. El mismo parcela las competencias entre las diferentes administraciones y los propios privados. "El problema de este proyecto hasta ahora es que es muy caro", reconoce el arquitecto. También afirma que se han tenido con las instituciones hasta tres reuniones distintas para avanzar en el mismo. 

Desde la Junta de Andalucía señalan que desde octubre de 2023 vienen trabajando en el ámbito de colaboración público-privada para impulsar el proyecto. Así, confirman las reuniones con los privados, la última este mes de septiembre, y esperan el anteproyecto a desarrollar por fases, y se "podrá valorar la posible financiación con fondos europeos" de los trabajos.

4.210 desalojados en total en la provincia

El número de desalojados, que el miércoles por la noche ya rozaba los 3.000 cuando se anunció que los vecinos de la ribera del Guadalhorce debían abandonar sus domicilios, se ha elevado a 4.210 en la provincia. Además de los vecinos de Álora, Alhaurín o Cártama, durante el miércoles ha habido que pedir a vecinos de Campanillas, Benalmádena, Benamargosa y Torre del Mar que dejen sus casas. En esta última localidad son 950 los desplazados, de los que 750 aún están siendo realojados.