A la cárcel 15 años por violar dos veces a una menor de 14 tras volver de Málaga: vivió "una experiencia traumática"

El condenado, cuando la víctima le ayudaba a cuidar de su abuela, la agredió sexualmente y la amenazó si se lo contaba a su familia

Absuelto por falta de pruebas tras ser condenado a ocho años por corrupción de menores y abuso sexual

Imagen del Tribunal Supremo. / Fernando Villar / Efe

Silveria, nombre ficticio para salvaguardar su identidad, llora con frecuencia. Siente miedo a salir sola y preocupación ante las posibles represalias que pueda adoptar la familia de su agresor sexual, que ha sido condenado a 15 años de prisión. Son algunas de las secuelas que le han dejado las dos violaciones que sufrió cuando todavía era menor de edad. Los hechos ocurrieron en plena pandemia de Covid 19, en 2021, al regresar de Málaga la víctima con el acusado, amigo de su madre, en unas horas en las que estaba vigente el toque de queda. Tres años después, el Tribunal Supremo confirma la pena y declara que no hay lugar al recurso de casación presentado por la defensa contra la sentencia dictada por la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia.

Eran las 3 de la madrugada de aquel 4 de febrero. El juez relata en la resolución judicial que el autor, que sabía que era menor. Con "ánimo libidinoso", se dirigió a la niña, que entonces tenía 14 años, se subió sobre ella, al tiempo que le ordenaba que se quedara quiera y que no gritara. La manoseó y, después, la "cogió por la fuerza de ambas muñecas inmovilizándola". Cuando la víctima hizo el ademán de gritar para pedir auxilio, su verdugo le tapó la boca, con temor "a que le propinara golpes en el cuerpo". Acto seguido, la desvistió. La menor, continúa la sentencia, le pidió que parara, pero el individuo consumó la agresión sexual con penetración. Al acabar, la amenazón con que, si contaba lo ocurrido a su familia, no volvería a ayudarla.

Veinte días más tarde, la pesadilla se repetía. Como consecuencia de los "lazos de amistad trabados con su madre", Candelaria acudió de nuevo a casa del acusado para cuidar de su abuela. En un momento de la noche, le sugirió que bajara al sótano a ver una película. La menor, "confiando en sus palabras", le acompañó y, "cuando todos dormían", con ánimo de "satisfacer su apetito sexual, le manoseó sus zonas intimas, la sujetó con fuerza y le quitó la ropa". Ella trató de negarse, pero de nuevo la agredió.

El agresor fue condenado, en un principio, como autor de dos delitos de agresión sexual a la pena de 12 años de cárcel por cada uno de ellos, además de una medida de libertad vigilada por un plazo de 10 años y la prohibición de acercarse a la víctima, ni a su casa ni al colegio o cualquier otro lugar de a menos de 500 metros. Tampoco podía comunicarse con ella a través de ningún durante un periodo de ochos años superior al de la condena de cárcel. Contra la sentencia, su defensa interpuso un recurso de apelación, que fue estimado parcialmente, considerándolo responsable de un delito continuado de agresión sexual con violencia e intimidación. El castigo se redujo a 15 años de prisión.

"Experiencia traumática"

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería había calificado "de verosímil y convincente el relato de la menor", que desde su primera declaración en dependencias policiales aportó "un relato minucioso y completo que posteriormente, tanto en sede instructora como en fase plenaria, fue ampliado en detalles, coherente y creíble con relación a la experiencia traumática vivida en las dos secuencias de agresión sexual de las que fue víctima en el domicilio del acusado".

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