El carnicero del Mercado de Atarazanas apuñalado y atracado: "Se me viene el momento a la cabeza una y otra vez"

Han pasado solo dos días desde que un carnicero del Mercado de Atarazanas fue apuñalado por un individuo encapuchado que supuestamente le robó los varios miles de euros que llevaba encima para pagar a sus proveedores. Ocurrió a primera hora de la mañana y en pleno centro, a pocos metros de su puesto de trabajo. Un transeúnte y sus compañeros de la lonja lo auxiliaron y taponaron las heridas punzantes hasta que llegó la ambulancia, que lo trasladó al hospital. Ahora se recupera en casa y respira; todo ha quedado en un susto. Las lesiones físicas las sobrelleva con medicación, las psíquicas tardarán un poco más en cicatrizar. “Se me viene el momento a la cabeza una y otra vez”, reconoce en declaraciones a Málaga Hoy. 

Prefiere mantener su anonimato “por su seguridad” y la de sus colegas, comenta. A pocos minutos de que los rayos de luz iluminen las calles, de camino al trabajo y en el corazón de la capital uno casi siempre es optimista y no cree que le vayan a asaltar de manera violenta. Y menos aún cuando el trayecto se repite diariamente durante dos décadas. Cuando el carnicero de 34 años salió del parking de Camas no esperaba lo que terminaría pasado. Y es que trató de evitar cualquier riesgo. 

Nada más subir las escaleras y observar a un individuo vestido completamente de negro, con capucha, una braga de cuello que solo le dejaba visibles los ojos y unos guantes blancos dio un rodeo para no cruzarse directamente con él. No sirvió de nada. El sospechoso supuestamente corrió tras él hasta hacerlo caer al suelo con una pistola táser. Aunque no la pudo ver, asegura que oyó un ruido similar al de un “chisporreteo, las raspaduras que presenta en antebrazos y rodillas no son compatibles con una caída fruto de un tropiezo, cuenta que le explicaron en el hospital. 

Aunque a los pocos segundos consiguió ponerse en pie, el delincuente lo acorraló contra el cierre de una tienda -siempre según su testimonio-. El carnicero logró escabullirse, pero unos metros más adelante, volvió a caer al suelo. No tenía escapatoria y para asegurarse de ello, el ladrón lo apuñaló en el brazo izquierdo. Ya se había hecho con la bandolera donde portaba la recaudación de la semana anterior cuando lo volvió a agredirlo. “Me pinchó una segunda vez en el hombro solo para hacer daño”, lamenta la víctima

Con la ayuda de un transeúnte, logró llegar al mercado central por la puerta trasera. Los trabajadores que ponían sus puestos a punto para la apertura corrieron a socorrerlo presionándole incluso con prendas de ropa las heridas sangrantes. También llamaron a la ambulancia y a la Policía. 

El carnicero ha cogido unos días de vacaciones, aunque el negocio familiar -regentado por la cuarta generación- sigue funcionando como el primer día. Y, de eso, hace ya casi 80 años. Cuando era todavía un niño ya echaba una mano a su padre en el puesto. Pero, fue a los 20 cuando se adentró de lleno en la profesión y un episodio de este tipo, resalta, no le va a desmotivar. “Esto te puede pasar en cualquier sitio y a mí me va a seguir apasionando mi trabajo”. 

No obstante, reclama al Consistorio más presencia policial en los alrededores del mercado a primera hora de la mañana para ahuyentar a los “malos”, además de “más cámaras de seguridad” que faciliten el esclarecimiento de los asaltos. “Las personas que trabajamos ahí nos sentimos muy desprotegidas y al fin y al cabo somos gente trabajadora que nos cuesta mucho tirar para adelante como para que encima tengamos que vivir cosas así. Y gracias a que lo mío no ha llegado a más”. 

También se culpa a sí mismo. “He aprendido la lección de que hoy en día no se puede llevar dinero encima”. A partir de ahora, detalla que llevará a cabo los pagos a proveedores a través de transferencias para evitar más sustos.