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El cóctel se repite con todos sus macabros ingredientes: coches de alta gama y trucados, varones jóvenes sin ningún respeto por la ley, testosterona y peligrosas carreras improvisadas de madrugada por las zonas (no siempre) más apartadas de la ciudad. La carretera de Intelhorce, con una golosa recta de un par de kilómetros, se une ahora al circuito de competiciones ilegales de Málaga. En el argot de quienes la frecuentan se conoce como 'Los desguaces'.
Es el nuevo punto negro elegido por los aficionados a los derrapes, pruebas de aceleración y trompos que ya preocupa a los investigadores. Varios de ellos, que han sido consultados por este periódico, coinciden en destacar la peligrosidad de un tramo en el que bastan "2 ó 3 segundos" para que el velocímetro de un 260 CV alcance los 160 kilómetros por hora. "Es una velocidad considerable y cualquier día puede matarse alguien", apostillan fuentes policiales.
En esta gran recta del Guadalhorce se celebró la primera quedada del flamante 2024, coincidiendo con la noche de Reyes, a punto de acabar en tragedia. Fue el escenario de un accidente múltiple en el que se vieron tres vehículos implicados. Milagrosamente, no hubo ningún fallecido, aunque sí resultó herido uno de los ocupantes, con lesiones leves. Se trataba de un menor de 13 años que viajaba en la parte trasera de uno de los coches siniestrados, en el asiento contrario a la zona que recibió el golpe más fuerte, lo que evitó que el adolescente sufriera daños de consecuencias mayores.
El servicio de Emergencias 112 Andalucía recibió varios avisos sobre la media noche. Los testigos informaron de una colisión con varios coches accidentados. El centro coordinador movilizó a efectivos de Policía Local y del Real Cuerpo de Bomberos, que finalmente no tuvieron que actuar. También acudieron los sanitarios, que trasladaron al menor herido al Hospital Materno-Infantil.
La investigación, que sigue en manos de agentes del Grupo de Investigación de Accidentes y Atestados (GIAA), de la Policía Local de Málaga, apunta a que dos vehículos -un BMW y un AUDI- se encontraban parados en paralelo y, un tercero, que circulaba a gran velocidad y cuyo conductor, posiblemente, no pudo reaccionar a tiempo para aminorar la marcha, impactó contra los dos automóviles que encontró a su paso, extremo que será confirmado por las pesquisas.
Los policías que se han ocupado del caso continúan buscando pruebas y llevando a cabo mediciones para determinar la velocidad exacta a la que circulaban los vehículos involucrados en el aparatoso accidente. Por el momento, según precisaron fuentes municipales, "no se ha demostrado que fuera una carrera ilegal".
Cabe recordar que hace un año tuvo lugar otro siniestro relacionado con la práctica de carreras ilegales en otro punto habitual de la capital, la zona del recinto ferial. Entonces fueron dos los vehículos implicados, con pliegue del capó. Aquella noche, varios peatones, que resultaron ilesos, tuvieron que saltar para evitar ser atropellados. La Policía Local desplegó un dispositivo con cinco unidades. "Es peligroso y contribuye a incrementar los índices de riesgo vial a determinadas horas, pero a muchos las sanciones les dan igual", se lamentaba en declaraciones a este periódico un experto.
No en vano, ya han sido varios los conductores a los que se les ha retirado el permiso de conducir y han sido denunciados administrativamente. Pero es necesario, insisten policías conocedores de estos casos, "más contundencia". Abogan por que el Ayuntamiento establezca un amplio operativo que permita requisar los vehículos que participen en estas competiciones y se practiquen más detenciones por conducción temeraria. "Sería costoso, pero hay que reconocer que es un problema", resaltan las mismas fuentes consultadas.
Estas peligrosas quedadas, organizadas a través de Whatsapp, Telegram y de grupos cerrados, siguen celebrándose cada viernes por la noche, entre las 11 y media y la 1 de la madrugada, con entre 50 y 60 participantes, pero no todos pisan el acelerador sino que, en algunos casos, actúan de meros espectadores. Aunque los jóvenes se afanan en buscar nuevas zonas apartadas, hay, además de la nueva recta del Guadalhorce, otros tres escenarios consensuados: el polígono Trévenez, que permite aprovechar la larga recta de la calle Mercadante, el Recinto Ferial y las inmediaciones del Palacio de Ferias y Congresos. Y esos se suman a la gasolinera BP de Cártama y al parking del centro comercial El Ingenio, en Vélez-Málaga, también seleccionados por los aficionados, la mayoría, fans acérrismos de la popular saga estadounidense "Fast & furious" llegados de toda la provincia e incluso de otras ciudades como Cádiz y Granada.
Las reuniones, para practicar lo que denominan drifting, es decir, derrapes o trompos sobre el asfalto o grava, tienen otra variante: las lanzadas, o carreras ilegales propiamente dichas. “Buscan una recta, se ponen en paralelo y alguien da la salida. Hacen una prueba de aceleración en 500 metros y gana el primero que llega al final”, recalcan fuentes cercanas, que matizan cuál es el éxito de estas convocatorias: "El morbo es ver que mi coche es más rápido que el tuyo y, luego, publicar vídeos con los resultados en las redes sociales".
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