Un 'castigo' en beneficio de la sociedad

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Cometieron una falta y para reparar su error optaron por contribuir a la mejora del medio ambiente para tratar de subsanarlo. Nueve menores de entre 14 y 18 años saldaron ayer en parte la deuda que tenían contraída con la sociedad mediante la colocación de cajas nido en el Monte Victoria de la capital malagueña para que las aves puedan nidificar de forma segura durante el periodo de cría.

Fue una lección educativa que nunca olvidarán y que les hizo valorar una parte del medio ambiente que no conocían hasta ahora. Todos eligieron voluntariamente resolver sus conflictos y participar en el programa de jóvenes de Alternativas al Menor (ALME) antes de que un juez les impusiera un castigo determinado.

María José Ortega, la representante legal de este colectivo, asegura que estos menores estás acogidos a un proceso de conciliación y reparación extrajudicial "una vez que reconocen que se han equivocado y que ésta puede ser una forma de reparar su conflicto".

La mayoría han cometido pequeñas faltas como conducir sin permiso, protagonizar un hurto en un centro comercial o participar en una pelea con otros jóvenes de su edad. Pero todos siguen viviendo en su mismo entorno habitual y no han tenido que someterse a un procedimiento judicial. Algunos optan por ayudar a personas mayores o con discapacidad o por reforestar un monte. "Incluso a veces son las propias víctimas las que proponen una actuación que les gustaría que llevasen a caso a modo de disculpa", explicó la responsable legal de los menores.

En este caso se trató de instalar cajas nidos gracias a la iniciativa del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, que en colaboración con la asociación Mundo Naturaleza Andalucía y ALME, persigue colocar unas 200 en este monte malagueño.

Es una acción que se enmarca dentro del programa Acción verde que tiene como objetivo proteger la diversidad ecológico que posee Málaga y frenar su degradación.

Fabricadas con la madera y materiales recuperados por la empresa mixta de limpieza Limasa en el centro ambiental Los Ruices, las cajas nidos permitirán que aves insectívoras como los carboneros, los herrerillos, los jilgueros, los petirrojos, los verdecillos o los papamoscas aniden con todas las garantías en esta zona.

Estas especies, además de fomentar la biodiversidad y darle vida al bosque que puebla este monte enclavado en plena ciudad, garantizarán el control biológico de plagas como la procesionaria del pino que tanto daño causa cada año en estos árboles, explicó David Garvayo, presidente de Mundo Naturaleza Andalucía.

El alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, y la concejal de Medio Ambiente, Araceli González, también quisieron acompañar ayer a los menores en el monte mientras colocaban los nidos. Un castigo ejemplar en beneficio de toda la sociedad.