Nada es casualidad: Málaga, una apuesta segura por la tecnología y la innovación
Tecnología | Quantum Babylon
Málaga celebrará por primera vez el Málaga el Digital Enterprise Show 2022 (DES) que tendrá como figura más destacada al expresidente estadounidense Barak Obama
Desde hace un tiempo Málaga se está transformando en un imán que atrae inversiones en sectores clave como el tecnológico
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Málaga/Del 14 al 16 de junio se celebrará por primera vez en Málaga el Digital Enterprise Show 2022 (DES) el cual, en colaboración con el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (FYCMA) tendrá como figura más destacada al expresidente estadounidense y premio Nobel de la Paz Barak Obama. Será sin duda un reclamo excelente para este congreso sobre economía digital que estrenará su sede en la ciudad andaluza tras robarle su sede a Madrid en las anteriores seis ediciones.
Digital Enterprise Show es un evento líder orientado a la transformación digital empresarial que genera oportunidades de negocio y pone en contacto a líderes en tecnología con todo tipo de expertos para aumentar la competitividad empresarial.
Junto a tan notable personalidad internacional nos ofrecerá ponentes no menos destacables de diferentes disciplinas, comenzando por Pedro Sánchez, presidente del gobierno, Juanma Moreno, Presidente de la Junta de Andalucía, Carme Artigas, Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Albert Triola CEO de Oracle o expertos en comunicación digital como Eva Snijders o Marc Vidal.
La lista de los participantes al DES 2022 es como siempre envidiable y cumple las expectativas que estos eventos exigen, pero entre todos ellos vamos a destacar a Francisco de la Torre, alcalde de Málaga desde hace más de 20 años, quien bajo su mandato, ha navegado y sobrevivido por las vicisitudes de la política con una visión muy particular que ha dado a la ciudad un reconocido desarrollo cultural y turístico el cual ha extrapolado a uno de los sectores más necesarios para el crecimiento y el bienestar: la innovación tecnológica.
Casi al mismo tiempo hemos conocido que la compañía francesa Capgemini elegía el Parque Tecnológico de Málaga para su nuevo centro especializado en Ciberdefensa (Cyber Defense Center, CDC) el cual desempeñará un papel clave en la protección de las infraestructuras críticas en España, así como de las de carácter global.
Tanto el anuncio de esta empresa como el último evento no es casualidad, desde hace años Málaga ha comprendido como pocos lugares la necesidad de desarrollarse en sectores más allá del turismo, algo que ha hecho muy bien desde luego, pero ha comprendido casi de manera visionaria la acuciante necesidad de promover la investigación y transformación digital en todos los sectores económicos para resistir a la avalancha de cambios que se avecinan.
Si bien la innovación tecnológica y la digitalización se ha transformado en un mantra omnipresente en nuestra sociedad, pocos territorios lo han aplicado como Málaga de manera real para progresar y conseguir el principal objetivo de esta vital tarea: la confianza del sector y las consecuentes inversiones.
Ejemplos para una contribución decisiva en la transformación del tejido productivo de Andalucía a través de un nuevo modelo sustentado en el conocimiento los tenemos en la apuesta decidida por el Instituto Ricardo Valle de Innovación (Innova IRV) fundación de naturaleza público-privada destinada a la investigación en microelectrónica, el 5G, la ciberseguridad, la inteligencia artificial, los sistemas aeronáuticos, la salud digital, la sostenibilidad o la industria 4.0
Otro sería el Polo Nacional de Contenidos Digitales, una entidad pública dependiente del Ayuntamiento de Málaga que tiene como objetivo fomentar el emprendimiento en torno a la industria de los videojuegos y la producción audiovisual.
Apoyar de manera decidida y real está revirtiendo en resultados tangibles en el ámbito privado desde hace tiempo, donde podríamos destacar por ejemplo la implantación en Málaga por parte de Google de un centro de excelencia para la ciberseguridad en el que ofrecer formación, investigación y desarrollo de productos además de compartir instalaciones con “ Virus Total” una start-up malagueña adquirida por el gigante tecnológico en 2012 y que desarrolla sus funciones en colaboración con la Universidad de Málaga.
Pocos meses después Vodafone elegía a la ciudad para instalar su centro europeo de desarrollo de nuevas tecnologías ofreciendo 600 empleos de alta cualificación que arrebataba a siete ciudades de cinco países que también optaban a este jugoso bocado.
Aunque para muchos el éxito de “Málaga Valley” parecería repentino e imprevisible, no ha sido así, no se puede “levantar” la inversión tecnológica a otras capitales europeas si no hay detrás un trabajo constante que dé seguridad a los inversores.
Nada de esto es casualidad, Málaga se está convirtiendo en un gran polo tecnológico vinculado a la ciberseguridad, se han “cultivado” empresas como Elevenpaths, propiedad de Telefónica o la multinacional Dekra, una organización enfocada a la inspección y gestión segura de activos. Ya en 2020 la citada empresa Virus Total poseía la mayor base de datos mundial de ciberseguridad, analizaba más de dos millones de URLs o archivos al día y ha transformado a la ciudad en un referente europeo en la materia.
Ya que nos hemos centrado en la industria digital, sigamos: tanto en el software como las empresas que gestionan la parte física de Internet (centros de datos, servidores o cables submarinos) veamos que ocurre cuando se impulsa decididamente la implantación de un grupo de gigantes tecnológicos ofreciendo empleo estable de alta cualificación en una región determinada: provocan un efecto gravitatorio. Es decir, las empresas y los inversores tienden a concentrarse para aprovechar las sinergias que pueden generar entre ellas y ahorrar costes con economías de escala.
En resumidas cuentas, cuando hay un esfuerzo sostenido en el tiempo para dar confianza y ofrecer ventajas estratégicas a una gran compañía, al ser captada, facilita continuar con las siguientes. Desde luego, se debe insistir y ofrecer soporte e infraestructuras a todos los nuevos “inquilinos” así como seguir haciendo toda clase de actividades que promocionen la región de manera continuada y mantengan el crecimiento. No es tarea fácil, requiere inversiones y a veces duras negociaciones que no siempre son públicas –a nadie se le escapa por ejemplo que Google o Vodafone no son hermanitas de la caridad-.
En este sentido de aplicar un esfuerzo completo, la formación es clave y el papel de la UMA (Universidad de Málaga) cubriendo las necesidades para la investigación y formación de trabajadores es otra clave decisiva, señalada también por la tecnológica japonesa TDK al anunciar en marzo del pasado año el primer centro de excelencia sobre inteligencia artificial y aprendizaje automático que abriría en todo el mundo en Málaga, donde ya tenía previamente una sede de desarrollo.
Ahora ya hay en total más de 60 compañías extranjeras establecidas, casi todas agrupadas en el Málaga Tech Park quién a su vez reúne más de 600 empresas locales y supera los 20.000 trabajadores, estas no son cifras a las que se llegan por casualidad, así que la próxima vez que alguien hable del “repentino” e “imprevisible” éxito de Málaga hágaselo mirar.
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