El tejado de la Catedral de Málaga, un pasito más cerca
Obras
Los arquitectos le presentan el proyecto de seguridad a los bomberos para que puedan acelerar el informe necesario para poder obtener la licencia de obras
Cultura aprueba el proyecto de intervención en la Catedral
Málaga/El tejado para proteger la Catedral de Málaga está un pasito más cerca, aunque todavía quedan por delante varios trámites burocráticos y una inversión de unos diez millones de euros que hay que buscar.
Los concejales de Urbanismo, Raúl López, y de Seguridad, Avelino Barrionuevo, se han reunido este lunes con los arquitectos del proyecto de la cubierta, Adolfo de la Torre y Juan Manuel Sánchez La Chica, así como con el deán de la Catedral, Antonio Aguilera, y varios responsables de bomberos para analizar aspectos relacionados con la seguridad, ya que hay que tener en cuenta que se pretende que la cubierta sea visitada y, por tanto, necesita un informe preceptivo de bomberos.
La licencia de obras ni siquiera se ha presentado aún porque falta un informe positivo de la Comisión de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía y reunir toda la documentación necesaria para solicitar formalmente la licencia en Urbanismo. Uno de esos documentos es precisamente una separata sobre seguridad que tiene que contar con el visto bueno de bomberos, por lo que la reunión de este lunes ha sido para que puedan conocer el proyecto de primera mano y así ir más deprisa.
"Mientras que en la Junta aprueban ese nuevo informe nosotros intentamos ir avanzando para que cuando presenten la solicitud de la licencia de obras podamos darla con mayor rapidez, ya que llevamos años esperando que se pueda arreglar la catedral", expone López.
La Catedral de Málaga lleva décadas con grietas y fisuras en el tejado por las que se cuela el agua cuando llueve y que pueden suponer un auténtico peligro. La solución pasa por cubrir las bóvedas con un tejado a dos aguas como ya dejara por escrito el propio arquitecto Ventura Rodriguez en 1764 pero que nunca se ha hecho por problemas económicos y por dejadez. Más de 250 años después, el problema lógicamente no solo no ha mejorado sino que está en una situación crítica, según han denunciado en varias ocasiones desde el propio Obispado o los arquitectos.
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