Los centros de salud de Málaga superan el colapso, pero mantienen los mismos problemas
Profesionales admiten que están mejor que respecto al pico de la sexta ola, pero denuncian que la falta de plantilla causa demoras porque deben atender “lo de siempre” más el Covid
Málaga/Pasada la sexta ola que tensionó al máximo la Atención Primaria, el coronavirus da en la actualidad un respiro a los centros de salud. Pero los problemas de siempre siguen ahí;incluso agravados por la pandemia. Profesionales insisten en que las demoras de las que tanto se quejan los pacientes no son culpa suya, sino de la falta de personal porque recuerdan que ahora –con los mismos recursos– tienen que atender las patologías de siempre, más el Covid.
Advierten que un problema de ellos como es el déficit de plantillas, en realidad es “un problema de todos” porque lastra la mejora del nivel asistencial mas próximo a los ciudadanos y que resuelve la mayor parte de sus demandas de atención.
El colectivo ¡Basta Ya! estimó hace poco más de un año que la Atención Primaria de la provincia necesitaba a grosso modo, unos 600 profesionales de todas las categorías; entre ellos unos 150 facultativos de familia, medio centenar de pediatras y más de 200 enfermeros.
Desde hace un par de décadas, profesionales y sindicatos vienen reclamando un aumento de la inversión en los centros de salud hasta el 25% del presupuesto destinado a sanidad. En la actualidad ronda el 18%. Un profesional explicaba el panorama que viven a diario con la siguiente ecuación:“Más inversión supone más plantilla y menos demoras. Si se invierte menos, hay menos recursos y no llegamos”.
“La Atención Primaria está mal, ya no en el grado de colapso que se produjo en el pico de la sexta ola porque no hay tanta presión, pero los profesionales están agotados”, sostiene el portavoz de la Federación de Sanidad de CCOO en Andalucía, Rafael González. Detalla que durante los años del Gobierno de Rajoy en que se impuso la reposición cero en las jubilaciones, se perdieron unos 1.500 puestos de trabajo en la Atención Primaria de la provincia entre todas las categorías. Esa merma sumada a la mayor carga de trabajo que trajo aparejada el coronavirus ha agravado el déficit estructural de plantilla.
A finales de este mes acaban unos 2.400 contratos de todos los niveles de la sanidad pública malagueña. Buena parte de ellos, en los centros de salud. “Las instrucciones del Servicio Andaluz de Salud (SAS) son que se renueven todos los contratos que soliciten los centros y nos tememos que presionarán para que pidan poco”, ironizó González. De modo que desde CCOO se vaticina que “no se renovará al 100%” sino que “habrá otro recorte” como el que hubo a finales de octubre pasado, cuando Málaga perdió unos 1.500 contratos (entre todas las categorías y niveles). Recorte por el que CCOO, UGT y CSIF protagonizaron muchas movilizaciones.
También el Sindicato Médico ha realizado protestas en los últimos meses. Precisamente por “la falta de soluciones” en los centros de salud. A principios de marzo, facultativos de toda Andalucía se concentraban ante la Delegación de la Junta en Málaga para exigir 10 minutos para ver a paciente, 40 enfermos como máximo al día, agendas sin bises (que son los usuarios añadidos a la misma hora cuando no hay hueco), la implantación de la enfermera pediátrica e igualdad retributiva con los hospitales. Es decir, reivindicaciones que en la mayoría de los casos llevan enarbolando desde hace dos décadas. Entonces, el lema era Salvemos nuestra Atención Primaria. Y sigue siéndolo.
El delegado de Atención Primaria de esa organización, José Antonio Becerra, explicaba que las bajas siguen sin sustituirse y que ahora encima no hay médicos en bolsa. Muchos –al igual que los enfermeros– se han ido a la sanidad privada, a otras comunidades o al extranjero.
El delegado de Atención Primaria en el Sindicato de Enfermería (Satse), José Luis Sánchez, admite que “cuesta coger cita”, pero añade que la situación ha mejorado producto de la menor presión asistencial de la pandemia. El representante de Satse confía en que el SAS cumpla su compromiso de cubrir los “huecos estructurales” y reclama que se avance en estabilidad laboral.
Mientras, a las puertas de los centros de salud, algunos usuarios se quejan las demoras para acceder a una cita. Los profesionales aclaran que no se puede hacer generalizaciones, ya que la situación varía según los centros. Pero insisten en que con más inversión en Atención Primaria y más plantillas, esos retrasos serían menores, habría menos quejas de los usuarios e incluso menos agresiones, muchas veces espoleadas por el descontento que se descarga con el trabajador que está en primera línea.
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