Los cibercrímenes ya son el segundo delito más denunciado en Málaga, solo por detrás de los hurtos

La delincuencia cometida a través de internet aumenta un 15% en la provincia y un 18% en la capital

La modalidad preferida por los malhechores, las estafas informáticas

Incendia la casa de un hombre en Málaga pensando que era la vivienda del amante de su pareja

Balance de criminalidad en la provincia.
Balance de criminalidad en la provincia.

Usurparon la identidad de 210 personas. El objetivo, hacer apuestas en plataformas de juego 'online': desde partidos de fútbol hasta carreras de caballos, de ligas nacionales y extranjeras. Lograron ganar cuatro millones de euros en un solo año fiscal. En todos los casos, los denunciantes -el primero de ellos, de Málaga- alegaban no haber participado en este tipo de actividades y señalaban la posibilidad de que pudiesen haber robado sus datos personales. La Policía finalmente logró desarticular la banda con seis detenciones en Madrid y Logroño.

Y es que el auge de la ciberdelincuencia marca, una vez más, el balance de criminalidad en la provincia de Málaga, llegando a posicionarse como el segundo tipo de delito con más denuncias, solo por detrás del hurto. El informe publicado por el Ministerio del Interior recoge las estadísticas de delitos registrados en todos los municipios de España con una población superior a 20.000 habitantes, entre los meses de enero y junio de 2024. En comparación con el mismo periodo el año anterior, el gran repunte es en la cibercriminalidad, que sube un 15,1%.

Es probable que esa cifra sea mayor y haya crímenes cometidos a través de la red que queden sin denunciar. ¿Quién no ha recibido un SMS de su banco alertando sobre un supuesto movimiento extraño, una empresa de paquetería que pide el paso de "tasas" o un mensaje de WhatsApp de un número procedente de un país a miles de kilómetros que se identifica como un familiar y que se encuentra en apuros. La explicación sobre este crecimiento es sencilla, ahora somos más digitales que hace una década y los "malos" saben reinventarse a la perfección.

Prueba de ello, el incremento exponencial de las cifras desde 2015, cuando se contabilizaron 1.822 delitos cometidos a través de internet. En los últimos años, la tendencia al alza ha continuado en Málaga, que está por encima de la media nacional. La subida en los seis primeros meses del año en toda España es del 8%, mientras que en la provincia se eleva al 15% y en la capital al 18%. Para comprender mejor todavía la evolución de la cibercriminalidad, y su impacto sobre el conjunto de la criminalidad, tras un proceso de consolidación de datos de 2023, el informe del Ministerio del Interior explica que las estafas informáticas registraron la cantidad anual de 427.448 delitos en dicho periodo anual. "En 2016, esa cifra fue de 70.178. Esto implica que, en apenas ocho años, las estafas informáticas crecieron un 509,1%".

En la provincia de Málaga se registraron 9.409 delitos cibernéticos frente a los 8.173 del mismo periodo del año anterior. De ellas, cerca del 88% -un total de 8.271- fueron estafas informáticas por las 7.356 de los primeros meses de 2023. El total de hechos conocidos en la capital entre enero y junio de 2024 fue de 3.419. Por su parte, la criminalidad en términos generales también vuelve a incrementarse un ejercicio más, hasta rozar las 50.000 infracciones penales (49.112). De esta manera, el peso de los delitos informáticos en el total supone un 19%.

Estas son las estafas informáticas más comunes

En los últimos meses, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han alertado del repunte de varias estafas por internet y telefonía móvil. El phishing es una de las que más proliferan actualmente. El primer paso de los ciberdelincuentes, contactar mediante mail, SMS o aplicaciones de mensajería instantánea con alguna excusa: cupones de descuentos, concursos, bonos de transporte o cualquier gancho que haga a la víctima clicar en un enlace que redirige a una página web falsa que simula ser una entidad bancaría, una institución pública o un comercio conocido. Una vez en la dirección, solicitan datos de acceso (usuario y contraseña) del banco. En tan solo unos segundos, los estafadores virtuales tienen la llave para saquear la cuenta.

El smishing es similar a la anterior, aunque la única vía es el SMS. A través de un mensaje de texto, que llega al teléfono móvil, los malhechores se hacen pasar por alguna entidad u organismo, y avisan de algún problema en la cuenta bancaria o con a la Agencia Tributaria. El consejo de la Policía, evitar pinchar en el enlace del mensaje y borrar directamente estas notas.

A través de una llamada, los criminales cibernéticos llevan a cabo el denominado spoofing. Al otro lado del teléfono, una voz se identifica como personal de una entidad bancaria para alertar de que se están realizando operaciones sospechosas en la cuenta. Aprovechando el desconcierto y la desesperación de la víctima, piden los datos de acceso a la cuenta.

Este último es de las ciberestafas mejor orquestadas, pues los delincuentes son auténticos profesionales. Emplean técnicas de maquillaje para crear un número de ilusionismo perfecto. Consiguen que al usuario le aparezca el número de teléfono de la sucursal; durante la conversación, emplean tecnicismos bancarios, y hacen alusión a datos concretos de su objetivo.

Consejos para evitar el fraude

El perfil de las víctimas no sigue un patrón definido, ya que las varían mucho entre sí con relación a la edad, sexo, ámbito geográfico… Las recomendaciones ofrecidas por la Policía son las siguientes: no acceder a ningún supuesto enlace remitido por entidades financieras y, menos aún, introducir datos personales como claves y contraseñas en webs y enlace de extraña procedencia. En caso de duda, contactar directamente con la entidad bancaria.

También aconsejan que se contacte con la sucursal de confianza donde podrán comprobar los hechos, asesorarle y dar aviso a la policía en caso de estafa. Su entidad bancaria nunca le solicitará por teléfono, SMS o email sus datos de acceso a la banca digital.

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