Cuando los cimientos del cuerpo fallan
Tras un verano calzando playeras todo el día, la vuelta a la normalidad puede suponer molestias en los pies · Profesionales recomiendan revisiones anuales y hablan del uso de plantillas como algo cotidiano y extendido
Si después de pasar los meses de verano en chanclas, con el regreso a la vida normal siente molestias al calzarse un zapato cualquiera, no debe preocuparse. Los pies suelen dilatarse durante la época estival y ahora también les cuesta adaptarse a su rutina, según explican desde el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía. Igualmente, muchos ciudadanos hacen normales molestias cotidianas en sus pies, pero éstas pueden eliminarse con el tratamiento de un profesional. Por ello, desde el sector recomiendan revisiones anuales a todo el mundo, aunque a priori no padezca ninguna patología.
Hace apenas una década nadie miraba por la salud de sus pies, aunque hoy en día cada vez son más las personas que los miman. Al tratarse del principal punto de apoyo y el centro de gravedad del cuerpo, de su buen estado de salud depende gran parte del buen funcionamiento del resto de organismo.
“Al pie hemos de valorarlo como la parte de un todo, no como un elemento aislado. Cualquier alteración afecta al pie y viceversa. Por ejemplo, a los niños con problemas bucales les solemos recetar plantillas, porque variando su centro de gravedad se pueden corregir otros problemas”, explica el presidente de los podólogos andaluces, Jorge Barnés Andreu.
El uso de las plantillas ortopédicas en la actualidad no se reduce a casos de pies planos o convexos, como se pudiera pensar. “Casi todas las plantillas que realizamos son para camareros y personas que por su trabajo deben pasar muchas horas al día de pie”, afirma Antonio Padilla, técnico del Instituto de Tecnologías Compensatorias (Iteco). Según explica, el uso de plantillas está recomendado para todo el mundo porque “facilita la biomecánica en la pisada”. Los profesionales consultados explican que los puntos de apoyo de cada persona son diferentes pero no suelen ser perfectos. Las durezas o callos se originan como defensa del cuerpo ante un mal apoyo, que se corrige con una plantilla realizada a medida para el pie. De hecho, muchos profesionales deportivos las suelen utilizar para desarrollar su actividad física.
El precio medio de estas plantillas, que cada vez son más demandadas por el gran público más allá de las personas con problemas específicos, oscila entre los 80 y 120 euros, según el material empleado en la misma. La Seguridad Social no cubre de forma directa los servicios de podología u ortopedia, como reivindican estos profesionales, pero receta sus productos. El uso de calzado cómodo también es básico para una buena salud del pie, de hecho la mejor plantilla no hace efecto en un zapato malo. Y los cimientos son básicos para el buen funcionamiento del cuerpo.
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