El bosque de cobre en todo su esplendor
Turismo
Los castañares ofrecen un espectáculo de color en el corazón del Valle del Genal
Ronda/El Valle del Genal se convierte por unas semanas en un bosque de cobre, un nombre que alude al tono cobrizo que toman sus castañares una vez que concluye la recogida de este fruto y el otoño hace su trabajo cambiando el verde de sus hojas por amarillos, naranjas y marrones.
En estos días son cientos de personas las que se acercan hasta esta zona de la Serranía de Ronda buscando disfrutar de un paisaje natural complicado de igualar y que será efímero: sólo dura el tiempo que la naturaleza tarde en mudar sus hojas y el ciclo vuelva a iniciarse.
Entonces habrá que esperar hasta el próximo año para poder volver a disfrutar de este espectáculo de color que estos días alcanza su punto álgido, señal de que pronto comenzara a decaer.
En estos días visitantes y muchos aficionados a la fotografía se adentran por los diferentes caminos públicos que se internan en los castañares buscando captar sus trofeos en forma de imágenes. Son muchos los que hacen cientos de kilómetros para no perder la oportunidad de tomar estas fotografías que solo pueden hacer una vez al año.
La cámara se convierte en un elemento fundamental a la hora de preparar el viaje para este espacio natural. Incluso muchos llevan un importante equipo para pasar una jornada de naturaleza entre disparo y disparo. Los drones son también otro elemento que suele verse en estos días para recoger imágenes aéreas que también dejan ver el gran espectáculo de color desde otro punto de vista totalmente diferente.
“Hemos venido desde Puerto Real para pillarlo en el momento justo”, explicaba uno de los integrantes de un grupo de tres aficionados a la fotografía que habían optado por hacer la visitante entre semana para evitar las aglomeraciones humanas que suelen producirse los fines de semana mientras dura el bosque de cobre.
Precisamente, para facilitar la identificación de estos recorridos públicos y evitar así que pueden producirse problemas, desde la Diputación de Málaga anunciaron ayer que se va a realizar una mejora en la señalización de los senderos para así facilitar el recorrido.
En concreto, se va a instalar una señalización en 19 senderos del Valle del Genal y de la Sierra de las Nieves para identificarlos como territorios del bosque de cobre.
La nueva identificación incrementara la promoción turística, especialmente en otoño, de los castañares de Alpandeire, Benadalid, Benalauría, Cartajima, Fajarán, Genalguacil, Igualeja, Jubrique, Júzcar, Parauta, Pujerra y Yunquera.
En este sentido, un importante número de senderos pasan por el denominado bosque de cobre. Además de la etapa 27 de la Gran Senda de Málaga, GR-249, (Benalauría-Genalguacil) diversos senderos de pequeño recorrido (PR) lo siguen: la Ruta de Fray Leopoldo (desde la Estación de Jimera de Líbar hasta Alpandeire), PR-A 221 (Ronda-Cartajima), PR-A 222 (Parauta-Cartajima), PR-A 224 (Cartajima-Júzcar), PR-A 225 (Júzcar-Pujerra), PR-A 226 (Parauta-Igualeja), PR-A 227 (Júzcar-Faraján), PR-A 229 (Alpandeire-Atajate), PR-A 235 (Atajate-Benadalid), PR-A 236 (Benadalid-Benalauría), PR-A 237 (Benalauría-Estación de Cortes de La Frontera), PR-A 238 (Benalauría-Algatocín), PR-A 240 (Benarrabá-Genalguacil) y PR-A 291 (Jubrique-Benalauría).
También se identificarán cuatro senderos locales (SL): SL- A 141 (Yunquera-Los Sauces), SL-A 164 Los Saucillos, SL-A 173 Charco de la Cal (Igualeja) y SL-A 174 Las Caleras (Igualeja).
La experiencia de la puesta en valor de los principales castañares de la provincia y de los 12 municipios en los que se encuentran a través del bosque de cobre se ha presentado estos días en Biocastañea, la Feria de la Castañicultura en El Bierzo, celebrada en Ponferrada (León).
Una medida que, a buen seguro, ayudará a que muchos de los visitantes lo tengan algo más fácil a la hora de recorrer este bello paisaje otoñal, ya que muchos de los desvíos de los senderos conducen a fincas privadas.
Unos recorridos en los que también algunos visitantes aprovechan para recoger algunas setas, tomar fotos de las mismas o, simplemente, realizar un poco de deporte para disfrutar del paisaje de la zona y la gastronomía, ya que en los pueblos situados en esta zona existen numerosos lugares en los que poder disfrutar de platos típicos locales mientras se comenta la experiencia vivida en el interior del bosque.
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