Cocheros de caballos, en vías de extinción en Málaga: "Nos vamos a quedar sin comer 25 familias"

La comisión de Urbanismo pone fecha de caducidad a las carrozas, que dejarán de utilizarse dentro de 10 años

El representante de los trabajadores, Antonio Domínguez, dice que ellos no le hacen daño a nadie y pide apoyo al Ayuntamiento

Ciudadanos pide que se eliminen los coches de caballos en las calles de Málaga

Coches de caballos y City Sightseeing / Javier Albiñana

Los cocheros de caballos de Málaga viven días de incertidumbre porque temen la desaparición de su oficio. La ciudad ya aprobó en 2015 una ordenanza que otorgaba una vigencia de 20 años a las licencias, además de contemplar el rescate de las existentes por 45.000 euros cada una. La concejala de Movilidad, Trinidad Hernández, afirmó este lunes en la Comisión de Urbanismo que este es un servicio en vías de extinción y que dejará de existir en 2035.

La declaración de la edil se produjo en respuesta a una moción de la concejala de Vox, Yolanda Gómez, que acusó al equipo de Gobierno de querer "perder esas tradiciones en lugar de mejorar y buscar soluciones". Gómez subrayó entonces la importancia de preservar estas actividades tradicionales. Por su parte, las asociaciones en defensa de los animales también se manifiestan en contra de la continuidad del servicio de carruajes, argumentando preocupaciones por el bienestar animal.

"Soy cochero de caballos desde los 12 años. Me viene de familia"

Antonio Ramos / Javier Albiñana

Su anunciada desaparición ha caído como un jarro de agua fría entre los 25 cocheros de Málaga. Antonio Ramos espera clientes a la sombra de la Plaza de la Marina. “Yo me salí del colegio y con 16 años empecé en el oficio”, recuerda. Antonio lleva 39 años trabajando con los caballos. Una rutina que, en temporada estival, inicia a las 10:00 y concluye a las 22:00. “El servicio dura una media hora y lo cobramos a 30 euros como nos marca el Ayuntamiento”, explica. Un recorrido que se repite numerosas veces por jornada y que los caballos tienen que patear siendo así su día a día.

“Los caballos están bien alimentados, tienen tres o cuatro baños diarios y el pelo les brilla”, afirma el cochero en referencia a las condiciones en las que viven los animales. Asimismo, aclara que él tiene dos de ellos y conoce compañeros que tienen cinco para no “hacerles caminar a diario”. Estas condiciones que para los trabajadores son “mejores que las suyas” son uno de los motivos de queja de las asociaciones en defensa de los animales que resaltan las frecuentes protestas de los turistas sobre el mal estado de los coches de caballos.

"No queremos que nos echen, pedimos que nos organicen mejor"

Coches de caballos en la Plaza de la Marina / Javier Albiñana

Son 25 las personas que, a día de hoy, forman parte del colectivo de cocheros de caballos malagueños.  Antonio Domínguez es su representante, lleva desde los 12 años y es la tercera generación de su familia en el oficio. “Embellecemos Málaga con los carruajes, la ciudad se luce. Es algo típico que los turistas disfrutan mucho”, defiende. Con él concuerda la representante de VOX, según una nota de la formación: “Prefieren tomar el camino más sencillo, en lugar de enfrentar los problemas reales, incluso si eso significa perder nuestras tradiciones y una costumbre profundamente arraigada en Málaga y Andalucía”.

Dos generaciones diferentes y la misma preocupación

Federico Campos / Rosa Gallego

Federico Campos y Antonio Hernández esperan a que lleguen sus clientes mientras reflexionan sobre su futuro tras escuchar las conversaciones de sus compañeros. Federico lleva toda una vida, mientras que Antonio, con solo diez años de servicio, es una de las incorporaciones más recientes. A sus 30 años, Antonio expresa su preocupación: “Tengo 3 hijos a los que no sé si en 2035 voy a poder alimentar”.

La incertidumbre reina entre este grupo de trabajadores. “Que nos explique el alcalde cuál es el motivo por el que quiere retirarnos”, cuestiona Federico. Además, los trabajadores sienten una profunda frustración, acusando al Consistorio de abandono. “Nos dan un uniforme y luego no nos lo renuevan ni aunque pasen años” detalla Antonio Ramos. Al deteriorarse por el uso, deben adquirir camisas similares por cuenta propia, lo que ha llevado a que varios compañeros sean multados por la Policía, ya que la ley exige que todos lleven la misma indumentaria.

Por otro lado, la concejala de Movilidad afirma que han destinado 500.000 euros a reparar desperfectos en el pavimento de la ciudad ya que los trabajadores se niegan a usar herraduras de goma. Además, critica que los cocheros no contribuyen al mantenimiento de las caballerizas ni cubren los costes: "Hicimos una cesión en precario de un terreno y ellos tienen que mantener sus caballerizas, pagar la desinfección, el agua, la luz... y no hacen nada", concluye.

Dos puntos de vista opuestos: "defensores de la cultura" por un lado y de los animales contra los cocheros de caballos por otro. Y por su parte, los cocheros sumidos en la incertidumbre de saber qué pasará en 2035.

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