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Málaga/El colegio de Educación Infantil y Primarias LosGuindos, situado en la capital malagueña, ficha por Murciélagos Málaga, la empresa dedicada a la conservación de estos mamíferos voladores y al control de las poblaciones de mosquitos. A pesar de que este proyecto nació hace tan solo unos meses, ha conseguido hacerse un hueco en la provincia y que muchas empresas públicas y privadas e instituciones sustituyan los agroquímicos por esta alternativa en su lucha contra las plagas de insectos.
Con el objetivo de reducir las poblaciones de mosquitos que aparecen en en colegio debido a las aguas que acumula, el centro educativo ha decidido contratar los servicios de esta empresa, que instala cajas –elaboradas con madera ecológica– en lugares donde los murciélagos carecen de refugios. De esta manera, por la noche, estos animales pueden hacer paradas en los habitáculos que imitan sus espacios naturales para escuchar a los insectos y comérselos, según ha explicado a este periódico Antonio Moret, fundador de Murciélagos Málaga.
En total, se han colocado cuatro cajas alrededor del centro que evitarán o reducirán la presencia de mosquitos y, con ello, que los menores vuelvan a sus hogares sin picaduras."A los niños da miedo verlos, sobre todo en primavera y verano, que es cuando hace más calor y todas las larvas eclosionan", lamenta Rocío Álvarez, la presidenta del AMPA.
Y es que, según denuncia esta madre, debajo del colegio hay una balsa "constante" de agua, lo que hace de este lugar una incubadora ideal para los mosquitos. "Aunque es común que en esta zona, por su próxima al río y al mar, tengamos que tener bombas extractoras en el subsuelo, no es normal la cantidad que se acumula aquí", denuncia.
Tras varias denuncias a la Junta y al Ayuntamiento, el director del colegio, José del Pino, explica que ya hace pocos días consiguieron que la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa) tome una muestra del líquido para determinar si "procede de la rotura de una tubería y, por tanto, tiene cloro, o si por el contrario se forma debido a las precipitaciones que se van infiltrando y no está tratado".
Por el momento, la solución del Consistorio consiste en la colocación de dos bombas de extracción, que expulsan ese agua a la red de aguas fecales. Aunque Del Pino reconoce que "lo importante es eliminar el agua de ahí", señala que una de las ideas del centro es reutilizarla para riego debido a los problemas de sequía que asolan a la provincia. De momento, confían en que los murciélagos se conviertan en sus aliados para reducir las plagas de mosquitos que surgen a raíz de estas aguas estancadas.
La primera fase que lleva a cabo la empresa Murciélagos Málaga es llevar a cabo una serie de estudios previos para localizar la presencia de murciélagos en el hábitat. “Nosotros los podemos ver volando cuando hay un poco de claridad, pero cuando es completamente de noche es imposible; lo que hacemos entonces es llevar una grabadora de ultrasonido”, explica Moret. Mediante la recolección de estos sonidos y dependiendo de la frecuencia, pueden identificar hasta los diferentes tipos de murciélagos, facilitando así su análisis y clasificación.
El siguiente paso consiste en la instalación de los refugios, llamados hoteles para murciélagos, en los que pueden “alojarse” y permanecer en la zona. Una vez instalados, realiza una serie de revisiones mensuales durante los periodos más activos del murciélago. Además, el técnico en gestión forestal y del medio natural explica que en el colegio Los Guindos también impartirá charlas sobre educación medioambiental.
Y es que, según Moret, los murciélagos más pequeños pueden acabar con 3.000 insectos cada noche; mientras que algunos de mayores dimensiones pueden comer otro insectos como saltamontes. Por ello, insiste en los beneficios de sustituir la fumigación mediante productos insecticidas por este nuevo método natural, que defiende “no perjudica ni al terreno ni a la autoinmunidad que está generando el mosquito de la zona”, pues el técnico especialista en esta materia apunta que son cada vez más los que se vuelven resistentes a los piretroides (moléculas con actividad insecticida), como a los derivados del DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano, otro derivado de plaguicida químico), es decir, evitar crear un “supermosquito”.
Aunque esta idea germinó en la Universidad Laboral de Málaga, pronto se ha extendido en la provincia malagueña. La bodega rondeña Kieninger fue pionera en apostar por este sistema de control natural de posibles plagas y ya cuenta en sus aproximadamente 4 hectáreas de viñedo ecológico con 5 de estos refugios en los que se espera que se puedan formar colonias de estos animales nocturnos. En cada uno de ellos podrán llegar a alojarse entre 50 y 60 ejemplares de las especies que han sido detectadas en el terreno de la bodega.
Más tarde, los vecinos del Guadalhorce también escogieron este proyecto para dar solución a los problemas que con los mosquitos, pues hacer deporte o simplemente pasear se había convertido en una misión casi de riesgo por las picaduras de estos insectos. Además, la Empresa de Limpiezas Municipales y Parque del Oeste (Liposam) también ha contratado los servicios de Málaga Murciélagos para acabar con las plagas en este parque.
El plan natural plaguicida de Antonio Moret también se contemplará en el proyecto del Ayuntamiento de Málaga. Se trata de una ordenación del espacio correspondiente al término municipal de Málaga, un proyecto estratégico de ordenación de la fachada sur de la ciudad que cierra el círculo de las iniciativas puestas en marcha para posicionar Málaga a la cabeza de las ciudades sostenibles de nuestro país. Un proyecto de transformación radical de las riberas del río Guadalhorce donde los vecinos esperan, que sea pronto.
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