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El colegio El Pinar de Alhaurín de la Torre estrena mobiliario exterior fabricado con plástico reciclado procedente de contenedores amarillos. Las mesas y sillas de los patios del centro durante este arranque de curso académico son el resultado del proceso de reciclado de más de 750 kilogramos de botellas, envases y otros productos de desecho manufacturados por la empresa Soloteco, especializada en la fabricación de este tipo de materiales, han explicado desde el centro en un comunicado.
"La educación, más allá de la realidad formativa que contemplan los planes curriculares y su desarrollo lectivo, puede ser también uno de los principales frentes de batalla desde los que acometer los retos a los que se enfrenta esta sociedad. Uno de los más acuciantes es, sin duda, el desarrollo sostenible. Los recursos naturales del planeta son limitados y preservarlos ya no es una opción. Por este motivo; cada pequeño acto, cada acción, por limitada que parezca, cuenta", han matizado para resumir esta última iniciativa emprendida por el colegio.
Más de 750 kilos de botellas, envases y otros productos plásticos apilados en decenas de contenedores amarillos de ciudades y pueblos de la geografía andaluza han terminado en los patios y zonas comunes de la institución académica de Alhaurín de la Torre. "No son fáciles de identificar porque no se ven como una montaña de desechos depositada en la pista central o en los márgenes de los pasillos. La magia del reciclaje y un proceso de manufactura acreditado por la normativa medioambiental de la empresa fabricante, especializada en economía circular, los ha convertido en mesas y sillas que, además, han dado una nueva vida a los espacios exteriores que ahora los alojan", han especificado.
Los más de 1.350 alumnos y alumnas de los distintos niveles de enseñanzas; así como el resto de miembros de la comunidad educativa, cuentan desde hace dos semanas con un varios sets de sillas y mesas que son el ejemplo perfecto de esa segunda oportunidad que se les puede proporcionar a los productos de desecho que ya nadie quiere en casa.
Según detalla la empresa Solteco, encargada de la fabricación del mobiliario, se trata de cientos de kilos de plástico “de fracción resto y fracción rechazo procedentes de Andalucía. Para contextualizar, el plástico de rechazo es aquel plástico procedente de los contenedores de residuos sólidos urbanos (RSU) o industria y que no tiene un circuito específico de reciclaje”.
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