ColorAI: la startup de Málaga que usa la IA para decirte qué ropa y colores te sientan mejor
La empresa emergente ha creado un software que aconseja, gracias al algoritmo y utilizando la inteligencia artificial, a los clientes qué tonos les son más propicios o, incluso, el tipo de ropa, complementos y gafas que mejor les quedan
Las pymes andaluzas apenas usan la IA

Málaga/Venir a Málaga para innovar. Este es el camino que tomó la zaragozana Estefanía Moreno en 2023, una mujer inquieta con ganas de montar un negocio emergente en el mundo de la imagen personal, a quien la cabeza estaba a punto de estallarle gracias a una idea con posibilidades, al menos a priori. Su socio, Eugenio Fernández, es gallego y especialista en inteligencia artificial. Ambos se juntaron en Málaga y parieron ColorAI, una startup mimada por el ecosistema local que ha desarrollado un asesor de imagen inteligente gracias a la IA, una tecnología que, para uno de los grandes popes locales, Bernardo Quintero, que trabaja para Google en la capital, pone en riesgo a quienes no la usen, en riesgo, claro, de quedarse atrás en su segmento de mercado, en posición de perder competitividad.
Han pasado por varias incubadoras, la última una que acoge el Polo Digital y que dirige la Asociación Málaga Tech, que tanto está contribuyendo a impulsar la Málaga Tecnológica. La empresa cumplió en enero un año y ahora, ante las dificultades para seguir creciendo una vez que se han dado los primeros pasos en la guardería emprendedora, van a pasar un semestre en Valencia para regresar de nuevo a la Ciudad del Paraíso.
ColorAI ha desarrollado un software omnicanal (es decir, puede ser usado en diferentes canales) o, como explica con sencillez Estefanía Moreno, CEO de la empresa, una aplicación que se puede descargar en la tableta o en un espejo inteligente en las tiendas físicas. “Es táctil, la experiencia surge en el espejo: te miras, te saca una foto, la aplicación analiza la colorimetría, es decir, cuáles son los colores que más te favorecen”, relata y ello con relación al tono de piel, el color del pelo o los ojos, la pigmentación y diversas variables más, así como también se realiza luego un profundo análisis en cuanto al visagismo: “El tipo de rostro, las proporciones y la forma del cuerpo”. Después de sacar la instantánea, la persona ha de responder a un cuestionario de gustos y, finalmente, la aplicación le recomienda los productos de que se trate de forma personalizada tras haber analizado, gracias a los algoritmos, las distintas opciones.
“Lo usamos en los sectores de la moda, la belleza y la óptica”, declara, y señala que es ideal para las tiendas de moda o de gafas, por ejemplo, así como para salones de belleza y los productos clasificados que operen los diferentes comercios. “En la tienda de ropa, te recomienda las mejores prendas, los productos de esa tienda en concreto, productos clasificados según el color, el tipo de cuerpo, y te aconseja cómo complementar los artículos”, indica. Aconseja, incluso, diferentes looks este asesor de imagen inteligente. Gracias a la venta cruzada (cuando se propone el uso de diferentes productos que complementan bien al primero que había ido a buscar el usuario) la tienda puede aumentar su facturación en torno a un 35%, como explican en su web.
Para los establecimientos, subraya, tiene varios beneficios, porque actúa, incluso, como una investigación de mercado: “Si al 80% de los clientes no les gustan unas gafas rojas, pues no se traen más al comercio”. Trabajan con marcas de moda independientes, tiendas físicas y salones de belleza, entre otras. Ahora mismo, disponen de 15 clientes repartidos en Málaga y Zaragoza, y quieren extender el negocio a Valencia.
“Yo soy analista de laboratorio químico, me encantaba la imagen personal y descubrí el mundo de la colorimetría. Quería crear un material más sencillo de usar en la tienda”, explica. Entonces, conoció a su socio y desarrollaron el software con la ayuda de la IA. “Los resultados son inmediatos”, reconoce.
La CEO de ColorAI ha montado varios negocios de hostelería y alguna que otra empresa emergente y eso la fue acercando a su idea clave y al ecosistema malagueño. “Para meterme en una startup tenía que estar rodeada de ayuda, de incubadoras, y todos conocen el sistema emprendedor de Málaga”, reseña.
En la última ronda de inversión, han recaudado 150.000 euros y les quedan aún 100.000 más. “Estamos deseando conocer a los inversores”, puntualiza, para desgranar después una historia que habla de su potencial éxito a medio plazo: “Hicimos un testeo con 300 personas y la valoración fue de 4,66 sobre cinco”. El futuro, sin duda, tiene color para esta starup.
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