El comercio chino toma medidas para poner freno a la escalada de robos

Salió corriendo tras dos mujeres que habían robado un par de gafas en su establecimiento y acabó ingresado inconsciente en un centro sanitario con policontusiones de pronóstico grave y perdiendo tres piezas dentales debido al golpe que un conductor de camiones le propinó durante el rifirrafe. Este ha sido el último incidente ocurrido en Fuengirola en el que ha estado implicado un comerciante chino, colectivo que en los pasados meses han sufrido una oleada de robos continuados por toda la provincia y cuya consecuencia más grave se saldó con la muerte de otro vendedor en el mismo municipio.

Por este motivo, y preocupada con la situación por la que atravesaban sus compatriotas, Leticia Chen, presidenta de la Asociación de Empresarios Chinos de Andalucía, decidió no quedarse cruzada de brazos y actuar para buscar una solución que, si no lograba erradicar los hurtos en establecimientos chinos, al menos no tuvieran un resultado tan dramátio. Tras el trágico incidente de Fuengirola, Leticia decidió pedir en la Subdelegación del Gobierno en Málaga una reunión para tratar esta falta de seguridad con las autoridades pertinentes. Y su insistencia tuvo resultados "muy positivos". Días después se produjo la cita entre el secretario general del ente, acompañado de un jefe de brigada del cuerpo de seguridad ciudadana, con la presidenta del colectivo, que a priori apostaba por proponer un sistema de alarmas unificadas al que los comercios que quisieran pudieran unirse y estuvieran conectados entre sí. Este sistema, que se conectaría a internet y se podría consultar también incluso por el móvil, contaría con un botón de emergencias que, al ser presionado, se avisaría directamente a la policía, por lo que asegura sería más rápido, eficaz y ayudaría a evitar algunos robos perpretados. "La seguridad es una asignatura pendiente para todos los comercios, no sólo chinos", asegura Leticia.

La reunión concluyó con algunas medidas que ya se están poniendo en práctica y que complementan a los sistemas de seguridad convencionales, como las puertas acorazadas o la red de cámaras de vidiovigilancia, que no resultan definitivos para acabar con los robos. Así, según la presidenta del colectivo, en la cita las autoridades se comprometieron a aligerar y minimizar el tiempo de llegada de los agentes de seguridad cuando un comerciante llame al 091. El tiempo máximo de desplazamiento a cualquier punto de la capital será de unos cinco minutos de media.

Además, se contará con un dispositivo especial que mejora la comunicación de los vendedores, que algunos no dominan a la perfección el idioma, con los servicios de emergencias; así, se podrá detectar sólo con la llamada telefónica la dirección aproximada de la calle donde se encuentra la tienda. "Es una novedad muy positiva, es una labor muy importante que se está desarrollando con la comunidad china", sentenció Chen. Otra de las medidas que ponen a disposición del colectivo es la denuncia en los dos idiomas, para que si son víctimas de algún robo, puedan gestionarla tanto en español como en chino descargándola desde la web de la asociación, que, asimismo, ha traducido un manual de prevención de hurtos y seguridad, donde se les explica que es mejor evitar un enfrentamiento directo con los atracadores y seguir pautas como apuntar la matrícula del coche en el que huyen y la dirección para completar la posterior denuncia. El libro lo pueden descargar también gratuitamente desde la misma página web.

Todas estas actuaciones se completarán en septiembre, cuando reciban una ponencia por parte de la Policía Nacional en una especie de simulacro para aliviar el miedo que padecen y los enseñe a actuar en estas situaciones, donde lo principal es mantener la calma. Con todo, desde la asociación aconsejan otros remedios que completen estas medidas, como cerrar antes y no alargar las horas de apertura para evitar robos nocturnos.