Donde los comercios sí pagan las luces

Málaga/Barcelona, Valladolid, Bilbao e incluso ciertos barrios de Madrid saben ya de la colaboración público-privada en lo que a la iluminación y decoración de Navidad se refiere. Todas estas urbes ponen en práctica este modelo de cofinanciación, en el que estas instalaciones requieren del aporte económico de los negocios de ciertas zonas. La fórmula choca con la reticencia del equipo de gobierno del PP a explorar una vía que permitiría rebajar el aporte anual que hacen las arcas públicas para adornar y embellecer la zona noble de la capital de la Costa del Sol, así como ciertas calles de los distritos.

El planteamiento puesto sobre la mesa por Málaga para la Gente y el PSOE utiliza como argumento justamente una de las razones por las que el Ejecutivo local viene defendiendo el gasto en luces navideñas desde hace años: tiene un efecto notable sobre la actividad comercial y hostelera del casco antiguo. Una razón suficiente para que, a juicio de estas formaciones, esos mismos negocios puedan contribuir económicamente.

La concejala de Servicios Operativos, Teresa Porras, fue contundente el pasado miércoles al ser interpelada por la petición. "Bastantes impuestos pagan ya los comerciantes para que además le pongamos otro por el tema del alumbrado", sostuvo la edil del PP. Contrarios también parecen los hosteleros, que por boca de su portavoz en el colectivo Mahos, José Simón, incidió en que el beneficio de las luces de Navidad no es exclusivo de los locales del casco antiguo. "Beneficia a toda la ciudad", aseguró.

¿Qué ocurre en otras ciudades? Hay ciudades en los que son principalmente los fondos públicos los que costean el gasto de las luces. En Sevilla el Ayuntamiento ha usado una fórmula semejante a la empleada por el Consistorio de la capital malagueña. De los 498.700 euros, 110.000 euros son aportados por la aseguradora Caser, que, a cambio, incorpora su logotipo en siete rótulos luminosos distribuidos en diferentes vías y en tres árboles de Navidad de gran tamaño. Este modelo también ha sido impulsado en Málaga, en la búsqueda de patrocinadores para sufragar actividades valoradas en 402.000 euros, entre las que se incluían la instalación de cinco abetos en diferentes puntos de la ciudad. En Granada, con 217.382 euros, es el Ayuntamiento el único en aportar fondos.

El caso más paradigmático es el de Barcelona, donde se destinan 850.000 euros a la iluminación y decoración. La diferencia con respecto a Málaga es que en la Ciudad Condal el Consistorio empezó a trabajar con el sector comercial "para reducir los gastos" y poder "distribuir mejor los recursos destinados a la campaña comercial de la Navidad, de manera que llegue a todos los barrios y evolucione progresivamente el modelo actual, basado casi exclusivamente en la instalación de alumbrado navideño", según explica el Consistorio catalán.

En Bilbao, el gasto contemplado para este año incluye el alumbrado colocado por el Ayuntamiento y el contratado por las agrupaciones y asociaciones de comerciantes de Casco Viejo, Bilbao Centro, Rekalde, Deusto, Uribarri-Castaños, Santutxu y San Ignacio, Ibarrekolanda y Elorrieta. Con estos colectivos el Consistorio bilbaíno colabora en el pago de la electricidad.

Y en Madrid, la ciudad que mayor dinero destina a este servicio, con algo más de 2,2 millones de euros, hay barrios, caso de Malasaña, en los que hasta el año pasado eran los comerciantes los que se pagaban las luces. Un ejemplo de ello fue la calle San Vicente, donde los comercios colaboraron con aportaciones que oscilaron entre los 50 y los 300 euros, todo ello para cubrir los puntos en los que no ponía decoración el Consistorio. El año pasado, en la calle Andrés Pérez, algunos comerciantes decidieron alquilar decoración por 1.200 euros.