El comisario acusado de encubrir a un narco exculpa a sus hombres

El comisario Valentín Bahut, que durante los últimos años ha dirigido investigaciones de la magnitud de la operación Ballena Blanca, contra el blanqueo de capitales, y Malaya, contra la corrupción urbanística y política en Marbella, se sentó ayer en el banquillo de los acusados por los presuntos delitos de revelación de secretos y de encubrimiento.

Bahut compartió banquillo con el inspector jefe Alfredo Marijuán, responsable durante lustros de perseguir el crimen organizado en la Costa, también imputado en revelación de secretos y encubrimiento, y el inspector Pedro Manuel Rico, responsable del puerto fronterizo de Tarifa, acusado de encubrimiento.

El fiscal sostiene que el comisario Bahut avisó en marzo de 2006 a su informador Marco Torello Rollero, un italiano al que se vincula con el tráfico de cocaína y hachís en su país, de que se había dictado una orden de busca y captura contra él. También afirma que pasados unos días recurrió a Marijuán y Rico para que el italiano pudiera entrar en España a través del puerto de Tarifa y regresar a Marruecos poco después sin ser detectado. Con anterioridad, según la Fiscalía, el comisario y el inspector jefe habían comprobado las matrículas de unos automóviles que le habían resultado sospechosos a Marco Torello Rollero.

Para el comisario Bahut nada es como lo pinta el fiscal. Aunque se negó a responder a las preguntas del acusador público, el ex comisario de la Udyco Costa del Sol, a preguntas de los abogados de la defensa, en primer lugar exculpó a los inspectores Marijuán y Rico. Aseguró que no sólo no llegaron a conocer a Marco Torello Rollero, porque en ningún momento les explicó a quién esperaba en Tarifa, sino que incluso ignoraban los detalles sobre este controvertido personaje.

En segundo lugar, Valentín Bahut esbozó la naturaleza de su relación con el italiano y justificó por qué se había ocupado de facilitarle el viaje de ida y vuelta entre Marruecos y España entre marzo y abril de 2006.

En este punto de su declaración el comisario fue hábil. En ningún momento refirió ante el tribunal si estaba o no al tanto de la reclamación que existía contra Torello y su defensa tampoco le preguntó si reconocía haber avisado al italiano de que permaneciera "guardadito" en Marruecos para evitar la detención, como mantiene la Fiscalía de Málaga.

Valentín Bahut explicó a grandes rasgos que Torello no era un confidente más, un chivato al uso, sino un colaborador de la Policía Nacional, de cuya existencia estaban al tanto las más altas instancias policiales porque les había facilitado importantes operaciones contra el tráfico de drogas en la Costa del Sol.

En este sentido argumentó que si se interesó por las condiciones en las que Rollero viajaba de Tánger a Tarifa y días después regresaba a Marruecos era porque era "evidente" la peligrosidad que asumía el italiano. "Era una peligrosidad manifiesta", reiteró. ¿Por qué? De acuerdo con su versión, el italiano era esencial en una investigación que desarrollaba durante esos días la Udyco Costa del Sol en colaboración con agentes de Madrid para desarticular una organización que pretendía introducir en España 8.000 kilogramos de hachís.

El inspector Marijuán afirmó ante el tribunal que el origen de esta causa judicial que ha llevado hasta el banquillo de los acusados a investigadores con un currículum policial prolijo, reside en una venganza. Según su declaración, otros policías, a los que él denunció por extorsión, remitieron un anónimo a Asuntos Internos implicándolo en prácticas irregulares lo que originó la investigación.

Este inspector, que fue condenado a siete meses de multa por falsedad por imprudencia grave y posteriormente indultado, tiene pendiente otra causa judicial por presunto encubrimiento y apropiación indebida.

El fiscal reclama para Valentín Bahut y Alfredo Marijuán 18 meses de prisión, 15 meses de multa a razón de 10 euros diarios y en conjunto 11 años de inhabilitación, mientras que para Pedro Manuel Rico rebaja la petición de condena a 18 meses de prisión y nueve de inhabilitación al acusarlo únicamente de encubrimiento.

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