El comité de sequía vuelve a reunirse este jueves para analizar las restricciones en Málaga
El mes pasado redujo el consumo por habitante y día a 160 litros
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Málaga gana nueve hectómetros, lo que equivale al consumo de casi dos meses en la capital
La comisión para el seguimiento de la sequía vuelve a reunirse este jueves después de que en Málaga las últimas lluvias hayan dado un leve, levísimo, respiro. La última vez que los expertos andaluces se reunieron para analizar las restricciones en Málaga y el resto de la comunidad autónoma impusieron un tope máximo de consumo en 160 litros por habitante y día para la Costa del Sol, Axarquía y la capital.
Entonces, en el mes de febrero, los datos reflejaban que las lluvias continuaban por debajo de lo esperado y, pese a que el último fin de semana los pantanos recuperaron unos 10 hectómetros cúbicos, siguen en torno a los 108 hectómetros cúbicos, superando la barrera psicológica de la centena que se perdió en enero.
En febrero, tras analizar la evolución de los indicadores y la situación hidrológica actual en la demarcación, los integrantes de la Comisión de Gestión de la Sequía de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas han aprobado, por unanimidad, incrementar las medidas de ahorro del consumo de agua que se han venido estableciendo en los núcleos urbanos.
Entre las limitaciones acordadas se encuentra, como norma general, la prohibición de uso de agua potable para baldeo de calles, llenado de piscinas privadas, riego de jardines, parques públicos y privados, campos de golf, lavado de coches fuera de los establecimientos autorizados, fuentes ornamentales que no dispongan de circuito cerrado de agua, duchas y surtidores públicos en los sistemas declarados de excepcional sequía y escasez grave (Costa del Sol Occidental, Guadalhorce-Limonero y Axarquía-Viñuela). Esta misma medida se adoptará también en las zonas sin regulación de la cuenca del Río Guadiaro, la cabecera del Guadalhorce, la cuenca baja del Guadalhorce y la sierra de Tejeda-Almijara y Alberquilla. En el caso de las localidades con una población superior a 10.000, tendrán que adoptar las actuaciones establecidas en sus planes de emergencia municipales.
Las piscinas, en el centro del debate
Con el verano a la vuelta de la esquina ya son muchas las comunidades de propietarios que empiezan a plantearse la apertura de sus piscinas, pero el Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla no sabe cómo hacerlo este año. Todo se debe a que al intentar cumplir con lo que exigen los bandos municipales, los decretos de sequía y la normativa sanitaria observan que hay medidas contradictorias y son “incompatible”. Por ello, solicitan que todas las administraciones, tanto municipales como regionales, unifiquen las normas sobre el llenado de piscinas de este verano.
Actualmente, en la provincia de Málaga hay 78.606 piscinas, según los datos del catastro. Su apertura comienza a plantearse en febrero porque las comunidades de vecinos empiezan a reunirse para ver qué deben hacer para ponerlas a punto para la temporada de verano, pero este año la sequía tiene en el aire qué va a pasar con ellas. El año pasado hubo urbanizaciones que tuvieron que cerrarlas, sobre todo en la Axarquía, porque no podían permitirse cubas de agua para mantenerlas abiertas.
En este sentido, el vicepresidente del Colegio de Administradores de Fincas, Manuel Díaz, explicó hace dos semanas que en junio de 2023 el precio de las cubas era de 110 euros y al final de la época estival, por la escasez y la demanda, ascendió hasta los 600 euros. Teniendo en cuenta que el agua debe mantenerse de manera constante y que los gastos aumentaban constantemente, el resultado fue que al final hubiera “comunidades que tenían la piscina abierta y otras no, generando problemas vecinales”.
Para evitar que se repita esta situación este verano y la convivencia vecinal empeore, el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla, Manuel Jiménez, exigió que se aprueben “unas medidas coordinadas entre todos los municipios, supervisadas por la Junta y que sean lo más clara y contundentes posibles”. En este sentido, explicó que “los bandos, en la mayoría de ocasiones, dejan claro que no se pueden llenar o rellenar piscinas con agua potable, aunque el último decreto de la Junta precisa que se podrá realizar el primer llenado de piscinas de nueva construcción o el llenado que responda a obras de rehabilitación de la piscina o de modificación del vaso si lo autoriza la Comisión para la Gestión de la Sequía”.
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