La compra de motores de segunda mano es cada vez más habitual
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Los analistas auguran una desaceleración de la economía mundial para este 2024, pero sin llegar a caer en una crisis. No obstante, las tensiones geopolíticas y las restricciones a las exportaciones de las tierras raras (elementos que forman parte del 99% de la tecnología) pueden traer consigo importantes desabastecimientos para los países europeos.
Por eso, comprar motor segunda mano se convertirá, más que en una sabia decisión, en una necesidad. Si bien, hasta ahora la compra de piezas de desguace, como la compra motor se hacía para ahorrar, a partir de este año, será la solución ante la falta de piezas nuevas y los retrasos en las entregas. Además del importante ahorro económico que supone.
Razones para comprar un motor usado
Además de ser una opción bastante más económica, los motores usados o de segunda mano son una alternativa sostenible. Esto, lejos de ser algo que preocupe solo a unos pocos, está comenzando a ser de importancia mundial. El calentamiento global que ha traído consigo el cambio climático que estamos viviendo puede pararse o puede empeorar.
Y una forma de parar el deterioro de la vida en el planeta es optar por comportamientos sostenibles en todos los ámbitos y sectores de la sociedad. En este sentido, fabricar un motor nuevo para un vehículo, ya sea de gasolina, gasoil o eléctrico, supone un impacto ambiental devastador. Por un lado, la extracción de petróleo es el primer paso en la producción de combustibles.
Lo anterior conlleva graves consecuencias, pues contamina ríos y mares, destruye hábitats naturales y afecta tanto a las personas como a la fauna local. Además, durante la extracción se envían grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases nocivos a la atmósfera. Hay que añadir los componentes o elementos necesarios para fabricar el motor, como el acero y el aluminio. El proceso de fabricación de dichos componentes también genera otros contaminantes como el dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno. Así entramos en una espiral de contaminación que aumenta sin sentido.
Pero, no acaba ahí, puesto que durante el proceso de montaje también se consumen grandes cantidades de energía y se liberan grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases tóxicos. A esto hay que sumarle los residuos dañinos resultantes de todo el proceso de montaje. En resumen, un desastre ecológico de grandes dimensiones.
Normalmente, no somos conscientes del impacto que hay detrás de todo lo que utilizamos y consumimos a diario. Pero, una vez que conocemos esta realidad, lo más sensato es optar por el reciclaje y la reutilización de materiales. En este caso, comprar un motor de segunda mano es la mejor alternativa posible. ¿Para qué contribuir a la destrucción del planeta si podemos reutilizar y reciclar la mayor parte de los materiales?
Ventajas para el consumidor
Además de parar la espiral de destrucción y contaminación ambiental, al comprar un motor de segunda mano también estaremos ahorrando. Algo muy importante para la economía familiar y personal. No tiene lógica gastar una cantidad de dinero significativa en la compra de un motor nuevo, cuando podemos adquirir el mismo por mucho menos dinero.
Pero el ahorro económico no es la única ventaja. La disponibilidad es otra de las razones por las que cada vez más usuarios deciden comprar un motor de segunda mano. En los desguaces hay una amplia variedad de piezas y motores de segunda mano, con lo que es mucho más fácil encontrar el motor específico que se necesite. Esto implica, a su vez, ahorro de tiempo.
Por otra parte, la mayoría de desguaces cumplen con la normativa y ofrecen unos estándares de calidad bastante altos. Que el motor esté en buen estado no solo depende del coche del que se haya extraído, sino también de la profesionalidad de quienes llevan el desguace. Lo importante es acudir a un sitio de confianza. Normalmente en los desguaces se ofrece una garantía por todos los componentes, incluyendo los motores. Ahora bien, no está de más conocer un poco de la historia del motor antes de adquirirlo. Saber en qué vehículo estaba y por qué ha acabado en el desguace es importante, pues nos dará pistas de su vida útil.
Dónde encontrar motores de segunda mano
Además de en los desguaces más cercanos al domicilio, también está la opción de comprar un motor de segunda mano por internet. Hay webs con un gran stock de motores que ofrecen garantía de compra y entregas express a muy buen precio. Además, las hay que venden tanto a profesionales como a particulares y ofrecen presupuestos sin compromiso.
La ventaja de estas plataformas es que disponen de cientos de unidades, por lo que ayudan a ahorrar tiempo y dinero al cliente final. Eso sí, siempre hay que comprobar la política de envíos y el soporte al cliente, así como la seguridad de su pasarela de pagos. Y por supuesto comparar precios para poder escoger la mejor opción.
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