Condenado a cuatro años y medio de cárcel por abusar sexualmente de la sobrina de su pareja en Torremolinos

Torremolinos/Un hombre ha sido condenado a cuatro años y medio de prisión por abusar sexualmente en 2013 de la sobrina de su pareja cuando ésta tenía 10 años y con la que convivía en la localidad malagueña de Torremolinos.

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha desestimado el recurso de apelación presentado por el acusado contra la sentencia dictada en marzo de 2024 por la Sección Octava de la Audiencia de Málaga que lo condenó como autor de un delito continuado de abusos sexuales sobre la menor de 13 años, que confirma con esta resolución.

En su sentencia, la Audiencia malagueña consideró acreditado que en diciembre de 2013, durante tres semanas y con una frecuencia casi diaria, el acusado aprovechó que se encontraba a solas con la menor, sobrina de su pareja, para tocarle el pecho y la zona genital, primero, y días más tarde introduciendo sus manos dentro del sujetador y las bragas.

En 2021, la Audiencia condenó al acusado a 4 años y seis meses de prisión por un delito continuado de abusos sexuales. Además, le impuso 7 años de libertad vigilada, la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la menor y comunicarse con ella; junto a la necesidad de participar en programas de educación sexual e indemnizar a la víctima con 3.000 euros en concepto de daño moral.

El procesado interpuso un recurso de apelación en el que alegó vulneración de la presunción de inocencia y que el testimonio de la menor "no es veraz ni creíble", y que "no es corroborado por pruebas" que lo confirmen ni informes médicos ni psicológicos.

En sus fundamentos de derecho, la Sala señala que la menor mantiene su relato "de modo estable y coherente, sin contradicciones relevantes" y que la veracidad del testimonio se ve reforzada por datos obtenidos con base en otras pruebas.

Indica que la menor explica de forma "tan razonable como comprensible" que tardase varios años en revelarlo a su padre por el temor que sentía a las posibles reacciones tanto de su progenitor como del propio acusado, teniendo en cuenta "la pasividad que habían mostrado su madre y su tía ante el suceso".