La construcción sostenible, un reto de futuro
Expertos ponen el acento en medidas como la rehabilitación de viviendas o el uso de materiales más respetuosos con el medioambiente durante un desayuno de redacción organizado por 'Málaga Hoy' en colaboración con Votorantim Cimentos
Llegan las primeras grúas al 'barrio del futuro' de Málaga: Aedas Homes empieza a construir sus promociones
La construcción se ha convertido en una de las principales palancas del cambio en Málaga, que de un tiempo a esta parte se ha colocado en el mapa como una localización atractiva en la que invertir. Sin embargo, tras ese objetivo que mantiene ocupado tanto a los privados como al sector público queda latente el reto de que el crecimiento sea lo más verde posible. Una lógica en la que los dos tienen la obligación de avanzar: unas veces unidos, otras por separado, y en las que ambos, en cualquier caso, están ya inmersos desde hace tiempo. De esa conjunción, que es seguir adelante con la vista puesta en reducir las contrapartidas negativas hasta lograr eliminarlas, versó el último desayuno de redacción organizado por Málaga Hoy, que contó con la colaboración de Votorantim Cimentos, y tuvo lugar el pasado miércoles en las instalaciones del Museo Carmen Thyssen.
Sobre el camino de la industria hacia este horizonte, el de la huella cero, debatieron varias voces expertas en una charla-coloquio sobre construcción sostenible moderada por el redactor de este periódico Jorge Pedrosa, y que contó con la participación del director de la Cátedra de Calentamiento Climático de la Universidad de Málaga, Enrique Salvo; el director de Negocios Sur y RSC España, Tomás Azorín; la vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Arquitectos de Málaga Ana Morales; la secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga, Violeta Aragón; y la delegada territorial de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda de la Junta de Andalucía en Málaga, María Rosa Morales. Durante el debate, todos los ponentes, que a su vez son representativos de los principales actores involucrados en la industria, convergieron en la necesidad de aumentar los esfuerzos en el estudio, diseño y concepción de productos más ecológicos, lo que también conlleva una mayor financiación en los primeros momentos, pero que a largo plazo, insistieron, acaba no solamente rentabilizándose, sino legando a las generaciones venideras un futuro más próspero.
Rompió el hielo Salvo, cuya Cátedra colabora con Votorantim Cimentos para avanzar hacia estos objetivos, y quien en primera instancia recordó los análisis de la Nasa para la provincia en un escenario sin medidas correctoras para mitad de siglo, marcado por las altas temperaturas y el calentamiento de las aguas del mar de Alborán. Y hacia el que, pese a las políticas verdes puestas en marcha, ya se han dado algunos pasos. "Hemos batido todos los récords: de mínimas y máximas. Incluso cuando se pone el sol hemos llegado a tener noches infernales, con más de 30 grados. Los parámetros indican que vamos hacia una situación complicada", aseguró. Un escenario contra el que cabría luchar también "avanzando hacia un modelo de construcción sostenible". Sobre todo ahora que "se empieza a pensar en la compactación de las urbes, en las ciudades de 15 minutos".
Aunque esta empresa no depende en exclusiva del sector del cemento o de los promotores, otro pilar fundamental en el asunto, sino que necesita de "un impulso de las administraciones públicas" en forma de "rebaja de las trabas burocráticas" y de una "mayor dotación económica". En el plano de la vivienda trazó como prioridades la "deconstrucción" de la ciudad, entendida esta como la renovación del parque dada su antigüedad, "cercana a los 100 años en muchos casos", con vistas a dotarlo de "una mayor eficiencia". También apostó por la construcción en altura "dentro de unos límites".
Este esfuerzo, explicó, debe complementarse con los que ya se están realizando en obra nueva, que implementa sistemas novedosos que "promueven el ahorro y refrigeran la ciudad". Como ejemplo de ese "modelo de salvación" puso al Distrito Zeta ahora en construcción en la capital. "Creo que no hay ninguna ciudad de España donde coincidan tantos intereses comunes como Málaga", dijo sobre el creciente interés por la construcción siguiendo los nuevos paradigmas. "Las soluciones las tenemos ahí. Soy optimista con los pasos que está dando la sociedad en general. Pero hay que seguir, si no, y estamos hartos de oír hablar de esto, podemos morir de éxito".
Por su parte, Azorín versó sobre la importancia de seguir apostando por hacer un cemento más amable con el medioambiente. "Desarrollar estos productos requiere un mayor esfuerzo en i+D, son más caros, pero a largo plazo acaban compensando", explicó. "Nuestro cemento no puede ser hoy el que fabricábamos hace 20 años", aseveró para después desglosar los múltiples pasos hacia la descarbonización que viene dando la compañía, por ejemplo, "sustituyendo combustibles fósiles por otros alternativos como la biomasa, los neumáticos fuera de uso o los residuos urbanos e industriales que no pueden reciclarse, en línea con el principio de economía circular".
Precisamente, la industria cementera es una de las que, por imperativo europeo, debe ir abaratando sus emisiones con los años 2030 y 2050 como fechas clave. "Para nosotros no es un reto de futuro, sino de presente. Prácticamente estamos ahí. El objetivo es alcanzar la neutralidad climática en 2050". En Málaga, la "sustitución de combustibles fósiles en 2023 fue del 63%, lo que supone un ahorro de 65.855 toneladas de CO2, lo que significa que se ha evitado la emisión anual equivalente a 18.500 coches"; mientras que con el uso de materias primas descarbonatadas "se ha reducido la emisión equivalente a 3.100 coches". A esto se suman los acuerdos de suministro de energía renovable con los que la compañía cubre "más del 50% de las necesidades energéticas" de sus seis plantas de cemento en España, la reducción del clínker en la fabricación de sus productos al sustituirlos por "escorias de acero, cenizas de centrales térmicas y materiales cementantes", y la incorporación de "nuevas tecnologías de captura, almacenamiento y uso de carbono (CAUC)". Una serie de principios con los que ha elaborado su nueva gama de cementos y hormigones bajos en carbono: Blenture.
Ante esto, lamentó que la Unión Europea haya apostado por tener la industria "más sostenible del planeta" sin tener en cuenta que otros países productores quedan fuera de su jurisdicción, poniendo a los del club comunitario "en una situación de indefensión". "Dentro de unos años cada vez que emitamos una tonelada de CO2 tendremos que abonar una tasa mayor; sin embargo, Marruecos, que está apenas a unos cuantos kilómetros de aquí no tiene esa traba. Y su material es muchísimo más contaminante". Es por esto que valoró como positivo el reciente arancel climático implantado por la UE, que grava los productos altamente contaminantes para compensar que no se atienen a esa norma y restarle atractivo. Y vio con buenos ojos que algo similar pudiera realizarse "a escala local".
Entretanto, la vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Arquitectos abordó el papel "fundamental" dentro de todo el engranaje de la construcción sostenible que tienen los arquitectos, puesto que de ellos depende en buena medida que las viviendas tengan esas características. Muchos de esos preceptos, recordó Morales, ya se encuentran en el código técnico que tienen que cumplimentar, pero está en su mano implementar otras tantas adicionales.
En este amplio grupo están comprendidos desde los aislantes a la limitación de uso de energías no renovables, que sirven para determinar la calificación energética del inmueble. En España, contó, las exigencias ambientales de los clientes nacionales todavía no alcanzan las de los clientes europeos, que "están más concienciados".
Por este motivo cree esencial la "educación y la conciencia ecológica". Y comparó lo sucedido ahora con lo que aconteció hace unos años con las plazas de aparcamiento con punto de recarga de coches eléctricos. "Con el paso del tiempo se va entendiendo que es un plus a la vivienda. Ya la gente no se conforma con una calificación C, si es A, mucho mejor". En este sentido, también destacó el gran impulso en la rehabilitación de viviendas antiguas. "La gente quiere renovar su casa, que tenga menos consumo" y "exactamente lo mismo ocurre con el agua". "Me quedo con una visión positiva. El interés sigue creciendo tanto en los ciudadanos como en todos los agentes implicados. Es un cambio imparable", remachó.
La misma línea siguió Aragón: "Hace un tiempo el cliente no se preocupaba especialmente por los temas medioambientales. Se regía por cuestiones tradicionales como la orientación". No obstante, la secretaria general de los promotores malagueños opina que, pese a ese avance, todavía existe cierto desconocimiento, así como que el cliente "valora el sello, pero no si los materiales utilizados son reciclados o brindan mayor eficiencia, eso apenas se pregunta". Un detalle a tener en cuenta si consideramos que "el 40% de las emisiones de CO2 provienen del propio uso de la vivienda".
Igualmente, puso el acento en la inversión pública aplicada a las rehabilitaciones, cuya gestión cree mejorable. "Todas las ayudas se están destinando a aspectos como cambios de ventanas o instalación de placas solares. Esto hay que hacerlo: es cierto. Pero se está olvidando invertir en el origen, si no seguiremos haciendo viviendas que no cumplan todos los estándares y en el futuro tendremos que volver a actuar en ellas". Al respecto, apostó por que la administración empiece adelantarse y a exigir más criterios de sostenibilidad para reducir gastos en el futuro en las nuevas promociones que se vayan erigiendo.
"El Banco de España cifra, con datos de este mes de octubre, el déficit de vivienda en Málaga en 150.000. La única manera de ir avanzando hacia ese número es con los grandes desarrollos que aún quedan en el planeamiento. Aquí, el promotor privado tiene que asumir unos costes de urbanización; es decir, las calles, las farolas, los parques, que luego va a recepcionar y mantener la administración. Por ello, debemos pedirle que incentive unos criterios de sostenibilidad mayores a los que contempla la legislación, porque igual que un particular ahorra cuando cambia sus ventanas, la administración también puede hacerlo en sus facturas si se aplica esto", explicó.
Entretanto, la delegada territorial de Fomento resaltó el trabajo conjunto de todos los eslabones de la cadena implicados en la construcción de nuevas infraestructuras que cumplan parámetros medioambientales. Algo que, de cara al público, se aprecia especialmente en aspectos como que "Málaga es el sitio donde tramitamos más expedientes de todas las delegaciones territoriales".
También destacó Morales que con la nueva ley de vivienda de la Junta se realizará un catálogo de suelos disponibles para "facilitar el trabajo" a los promotores y que asimismo se ha puesto en marcha una simplificación de los trámites. "Ya se pueden aportar informes durante el proceso para evitar parones". En otro orden de cosas, también destacó la subida de los módulos de VPO a propuesta de las empresas a raíz de que muchos procedimientos "quedasen desiertos".
En lo tocante a obras públicas, Morales señaló que desde el Ejecutivo andaluz se encuentran renovando y estudiando materiales para hacer infraestructuras más eficientes. Uno de esos trabajos, que realizan junto a la Universidad de Granada, aborda el papel del asfalto Masai, que se realiza con material fresado procedente de carreteras deterioradas o polvo de neumáticos, y ya ha sido utilizado para reparar 35 kilómetros de la A-92 en la provincia granadina con cargo a los fondos europeos Feder. "Tenemos que ser los primeros en dar ejemplo. Es hora de trabajar todos con un mismo objetivo: facilitar la construcción de infraestructura más sostenible".
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