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Los constructores de Málaga avisan: si no se revisan los precios, las obras públicas se quedarán paradas

Piden que los ayuntamientos sean más ágiles a la hora de adaptarse a los costes de los materiales

"Estamos intentando que ninguna empresa muera en esta crisis provocada por la inflación"

La subida de precios de los materiales asfixia a las cuentas de los ayuntamientos

Obras de construcción para las torres de Martiricos. / Javier Albiñana

Málaga/Lejos de aliviarse, los problemas en las obras públicas debidos al aumento de precios de materiales y materias primas siguen recrudeciéndose. Seis meses han pasado ya de aquel pico de inflación de abril, pero la situación no parece contenida aún y los constructores temen que, si los ayuntamientos de la provincia no consiguen ser ágiles en la revisión de precios, muchas de las obras que ya están iniciadas se queden paradas.

Lo señala Violeta Aragón, secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores en Málaga (ACP), que afirma que el problema está calando hondo entre los empresarios, que temen que en los consistorios no respondan a las demandas que generan los sobrecostes de materiales y energías, "si siguen estas condiciones abocarán a la paralización de obras o a que no se presenten".

Según los últimos datos de ACP, Málaga es la provincia con más contratos desiertos de obra pública, con 43 hasta el mes de septiembre.

Las condiciones actuales a las que se refiere Aragón han provocado varios decretos para tratar de paliar el aumento de precios, por un lado el del Gobierno central, que está pensado para las grandes obras e infraestructuras del Ejecutivo y, por otro, el que propuso la Junta de Andalucía en mayo y que se encuentra en discusión entre la administración regional y la central. Esto hace que los ayuntamientos "se muestren reticentes a acoger el decreto de revisión de precios", asegura la secretaria general de los constructores.

Esto se suma a que muchas de las licitaciones que están publicándose a día de hoy cuentan con precios de hace un año "por la propia estructura y los procesos de las administraciones", lo que hace que, unido a estas reticencias, las licitaciones queden desiertas, a la espera de ser actualizadas para que las empresas se interesen por ellas.

Todo esto con previsiones no demasiado halagüeñas, "los precios no han ido a la baja, sino todo lo contrario y se preve que en los próximos meses continúen la tendencia porque en otoño y en invierno la energía va a seguir subiendo", indica Aragón.

La capacidad de respuesta, claro, cambia dependiendo de la administración que la afronte, si bien es cierto que en Ayuntamientos de grandes ciudades con cuentas saneadas tienen menos problemas para capear el temporal y sólo perciben que hay menos bajas a la hora de presentarse y menos empresas dispuestas a afrontar las obras, en los ayuntamientos pequeños ven cómo sus cuentas se van ahogando, acompañados de otras subidas de costes.

Es por eso que el número de licitaciones que siguen quedando desiertas se está incrementando con el tiempo. Y si no se quedan desiertas, en el caso de las que se adjudicaron tiempo atrás, hay que acudir a la cuarta, quinta o sexta empresa con mejor puntuación (que suele estar ligado a mayores costes).

Además, los constructores, que ven cómo el decreto no está funcionando como debería, temen a la hora de presentarse a nuevas ofertas, "si el decreto funcionase, una vez tú sales adjudicatario de una obra con su precio real, este se va actualizando según avanza la obra, pero viendo las reticencias de los ayuntamientos, los empresarios están perdiendo la esperanza", asegura Aragón.

"Los ayuntamientos se intentan aferrar a lo que puedan para no pagar los incrementos mientras el decreto sigue en discusión entre Junta y Gobierno, pero la realidad es que o los pagan o las obras se van a quedar paradas, las empresas no pueden asumir los aumentos de los precios de construcción", señala tajante la representante de los constructores.

Además, señala que las empresas están funcionando "como financieras" por la propia estructura del decreto. Los precios no se actualizan según lo que señala la empresa, sino según un índice oficial que se actualiza cada seis meses, "por lo que estamos trabajando y asumiendo los costes a la espera de que, un año después te paguen algo. Para las empresas es duro".

Es por eso que están negociando con todas las administraciones para que faciliten estos procesos y que los ayuntamientos tengan más agilidad y facilidad a la hora de revisar los precios, "estamos trabajando para que ninguna empresa tenga que morir por esta crisis de la inflación, normalmente son las más pequeñas las que tienen menos capacidad y se quedan antes por el camino". Es por eso que piden que el decreto estatal "dé respuesta también a las obras pequeñas".

La falta de personal cualificado, otro de los lastres

Las empresas, ahora mismo tienen otro frente abierto que solucionar: la falta de empleados cualificados. "Nos está costando encontrar trabajadores cualificados, están viniendo cuadrillas de otras provincias y estamos buscando vías para poder buscar trabajadores en otros países que quieran venir a trabajar a Málaga", aseguran desde la ACP. Esto se debe a que el grueso de los trabajadores se está envejeciendo cada vez más sin encontrar un relevo generacional que permita mantener el ritmo, "estamos intentando atraer gente joven, es una línea que tratamos de fomentar". El problema se acrecienta por que la evolución de los trabajos ha hecho que cada vez más se necesiten profesionales técnicos, más que encargados de labores manuales, que necesitan de una cualificación cada vez mayor, "necesitamos más formación en la provincia", reclaman los constructores.

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