El temor al Covid en las aulas elevó a un millar los niños que faltaron en 2022 en Málaga
El Ayuntamiento notifica unos 300 casos más de absentismo que en 2019
“Muchas familias se quedaron estancadas en el miedo y tienen aprensión a las relaciones”, apostilla el concejal de Asuntos Sociales
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Después de dos años de restricciones, de cambios en los protocolos, de ventanas abiertas, de uso de mascarilla, de separación de seguridad y cancelación de viajes, este último curso escolar comenzó en septiembre sin ningún tipo de medida especial contra el Covid-19 en los colegios e institutos. Antes, habían sido habituales los corrillos de padres a las puertas de los centros educativos, donde la zozobra –también en los grupos de clase de Whatsapp– era prácticamente unánime por el miedo a que los más pequeños se contagiaran. El temor a que el colegio pudiera ser la puerta de entrada del coronavirus, que en Málaga ya se ha cobrado la vida de más de 2.800 personas, lo compartieron muchas familias y no fueron pocas las que dejaron de cumplir su obligación de llevar a los niños a clase. En 2022 –dos años después del inicio de la pandemia– los casos de absentismo escolar se dispararon. El Ayuntamiento de la capital tiene constancia de que durante ese ejercicio hubo 1.080 ausencias injustificadas, unas 300 más que en 2019, el año previo a la crisis sanitaria. De ese millar de casos se consideran resueltos un total de 252, mientras que el resto han sido cerrados por la imposibilidad de actuación, o bien siguen abiertos y se interviene con ellos desde los equipos de profesionales de los Centros de Servicios Sociales. En esta última situación hay 669 menores.
En palabras del concejal de Asuntos Sociales, Francisco Pomares, “muchos, a raíz del Covid, se quedaron estancados en el miedo a la enfermedad”. “Mil menores sin ir a clase no es normal que tengamos; antes eran entre 600 y 700”, añade.
Es una realidad que el absentismo despunta en mayor medida en las zonas más desfavorecidas, aunque, advierte el responsable municipal, “casos hay en toda la ciudad”. El más reciente del que ha informado la Policía adscrita a la Junta de Andalucía tiene como protagonistas a dos hermanas, de 8 y 10 años, cuyos padres están siendo investigados por un delito contra los derechos y deberes familiares. El colegio dio la voz de alarma ante las autoridades sociales debido al absentismo escolar de las pequeñas. Los intentos sin éxito de contactar con los progenitores habían sido continuos.
La gravedad del asunto provocó que, tras la activación del protocolo y la actuación de los Servicios Sociales del Consistorio de Málaga, llegara a intervenir la Justicia. “La más pequeña casi no fue al colegio durante todo el año pasado. Primero lo achacaron al postcovid, pero ya era exagerado”, afirman fuentes conocedoras del caso. Aunque actuó la Fiscalía de Menores, tampoco no hubo resultados positivos. Una familia de acogida urgente se hizo cargo de las menores.
Las niñas convivían con sus padres en la barriada de Huelin. Tras la pérdida de un hijo, que falleció en el hospital, la madre se negó a que la menor acudiera a clase para evitar que se contagiara de alguna enfermedad. “Esto se está dando mucho en Andalucía. Tienen aprensión a las relaciones”, asegura el encargado del área de Asuntos Sociales.
Cabe recordar que el artículo 226 del Código Penal castiga, como delito de abandono de familia, el incumplimiento de los deberes legales de asistencia inherentes a la patria potestad, con penas de entre 3 y 6 meses de prisión o multa de entre 6 y 12 meses.
Solo una afección acreditada por un médico puede eximir a una familia de que los hijos asistan a las clases presenciales. En España, la educación básica, desde los seis hasta los 16 años, es obligatoria, sin que se permita legalmente la enseñanza domiciliaria. Es el centro educativo el que pone en conocimiento de su consejería que un alumno está faltando a clase y ésta a su vez lo notifica a la Fiscalía si considera que puede haber delito.
Ya en 2021, la delegación de Educación de la Junta de Andalucía había detectado un aumento del absentismo escolar durante el primer trimestre del curso académico. Así, los casos grabados a fecha de diciembre de 2020 cifraron las ausencias no justificadas en las enseñanzas obligatorias en 1.552, es decir, 84 alumnos más en relación con los datos del primer trimestre del curso 2019-2020. A un mes de la vuelta, en un escenario de duda evidente respecto al modo en que se produciría el regreso presencial a las aulas, la delegación de Educación lanzó un mensaje de tranquilidad dirigido especialmente a las familias de los estudiantes, pero no en todas caló de la misma forma.
Más de 200 menores de zonas desfavorecidas, claves en un plan contra el absentismo
La Junta y el Ayuntamiento de Málaga han impulsado un proyecto para reducir los casos de absentismo y fracaso escolar en familias de entornos desfavorecidos. La iniciativa se articula a través de estrategias que mejoran los procesos de inclusión sociofamiliar de estas familias. La consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta ha subvencionado el proyecto con 1,78 millones, de los que 1,6 se han destinado a la contratación, entre otros, de 32 educadores que trabajarán con los equipos de intervención social de los Centros de Servicios Sociales Comunitarios. La previsión es actuar durante 9 meses con 253 menores de las zonas desfavorecidas de Trinidad-Perchel y Cruz Verde-Lagunillas y en Palma Palmilla. El concejal de Asuntos Sociales, Francisco Pomares, recalca que también se pretende romper la brecha digital y trabajar con padres que, expresa, siguen siendo” analfabetos digitales”.
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