¿En qué se ha convertido la histórica pizzería La Piccolina?
El tradicional restaurante de la barriada de Santa Paula cerró sus puertas hace menos de un año
El local será será una clínica de fisioterapia y una pizzería
La 'guerra' por hacerse con el local del Café Central en Málaga
Málaga/La auténtica comida italiana llevaba más de 30 años sirviéndose en la pizzería La Piccolina en la barriada de Santa Paula. Hace menos de un año el negocio echó el cierre y hasta ahora no había habido ningún movimiento en el local. Sin embargo, hace unos días comenzó la obra para habilitar de nuevo el establecimiento. Una parte del local se convertirá en una clínica privada de fisioterapia, según comentaban los trabajadores de la constructora encargada de hacer realidad este nuevo proyecto. La otra será una pizzería regentada por una familia de italianos.
La empresa de construcciones Joyfran S.C.A. Hermanos Blanco está a cargo de la obra para convertir la antigua pizzería en un establecimiento sanitario. “Empezamos la semana pasada y prevemos que en un mes esté lista por nuestra parte”, indicaban los trabajadores de Joyfran. Hasta ahora no se había rehabilitado el local y en su interior todavía quedaba parte del mobiliario del restaurante como los grifos de bebida. "Estarán a cargo del negocio unas fisioterapeutas de Alcalá la Real (Jaén)", explicaban las mismas fuentes.
Mariangela Irace y Gianfranco Sapone serán los encargados de regentar Folklore Moderno pizza d'autore - Trattoria italiana, el restaurante que se extenderá en los 150 metros cuadrados sobrantes. Este no tiene ninguna relación con el anterior negocio. Irace es una chef italiana con más de 30 años de experiencia que contará con la ayuda de su hijo, que será el maestro pizzero del restaurante. La familia espera poder abrir en dos meses y afirman que comenzaron la obra hace un mes. "Esperamos que el horno de leña hecho a mano en Nápoles con piedra volcánica del Vesuvio llegue a tiempo para la inauguración", comentaba Irace.
La Piccolina se inauguró en 1990 y hasta entonces había sido un lugar tradicional en la ciudad. El trato por parte de los camareros y el asequible precio eran dos de los factores que daban la esencia al restaurante, además del ambiente familiar, según los clientes. Respecto a los platos, los antiguos comensales destacaban el pan de ajo y las deliciosas pizzas.
Además, estos relatan que en febrero de 2019 los que fueron los anteriores dueños recuperaron la regencia del negocio tras dos años. Esto causó un impacto positivo entre la clientela, los cuales señalaban que “volvía a ser lo que era, un italiano de barrio”. “Han vuelto otra vez los Piccolinos y eso se nota”, eran alguna de las reseñas que dejaban sobre la experiencia en el restaurante.
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