El coordinador de Urbanismo y Vivienda de Málaga: "Tenemos el mercado tensionado hasta un punto preocupante"

José María Morente ve urgente poner pie en pared y asegura que el alquiler turístico es parte "importante" del problema, pero no el único

"Encontrar un alquiler a un precio razonable en la ciudad es casi imposible", afirma

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Una pareja mira anuncios en el escaparate de una inmobiliaria de Málaga. / Javier Albiñana

Málaga/José María Morente, coordinador de Urbanismo y Vivienda y fichaje estrella del Ayuntamiento de Málaga el presente mandato para tratar de poner pie en pared al problema habitacional se mostró rotundo este pasado viernes: "Tenemos el mercado de la vivienda tensionado hasta un punto preocupante; tenemos un problema grave e importante".

El alto directivo municipal hizo una radiografía de qué se debe hacer, qué se está haciendo aquí y en otras ciudades y cuál es el estado del problema en un foro sobre vivienda turística celebrado el pasado viernes en el Colegio de Abogacía de Málaga. Dijo que los pisos de alquiler vacacional eran una gran parte de la tarta del problema, pero no el único factor que influye en el desequilibrio entre lo que puede permitirse un trabajador medio en la ciudad y la oferta actual de la ciudad.

"Encontrar un alquiler a un precio razonable en la ciudad es casi imposible", aseguró el coordinador de Vivienda y Urbanismo, que viene de redactar el Plan General de Marbella, pero que ha trabajado antes en otras ciudades y que también pasó un año por un puesto de alta responsabilidad en la Junta de Andalucía, donde formó parte de la última ley urbanística, la Lista.

Con esos mimbres en su haber, el arquitecto señaló los problemas que causan el aumento del precio, el alquiler para vacacional, la falta de suelo urbanizado y en disposición para entrar a poner ladrillos o el aumento de los costes de producción; pero, claro, también el libre mercado y la capacidad del propietario de poder optar a un precio mayor.

Sin embargo, se detuvo, por el motivo del foro, en la vivienda turística: "El problema es cuando una actividad compite con la residencia", dijo, subrayando que el mercado habitacional nunca puede competir con el turístico en ganancias, "ahí debemos estar, porque en vivienda turística Málaga se lleva la palma y no es agradable, porque distorsiona el mercado".

Y, añadió, si hay un punto neurálgico para esto es el mismo centro, "queremos que la ciudad no se convierta en un parque de atracciones, que se mantenga viva la ciudad, pero el centro es lo más sensible, hace años que los vecinos dejaron de vivir allí".

En este sentido señaló que el "conflicto" entre la actividad económica –a la que dijo que hay que respetar– y la residencial debe primar el derecho a "una vivienda digna". En este sentido señaló que son los ayuntamientos los que deben poner coto: "En un caso dramático habrá que decir 'hasta aquí hemos llegado' con la suficiente publicidad y pedagogía".

El Ayuntamiento no tenía que esperar a la Junta

En este poner coto hay una figura clave que se esperó en el Ayuntamiento y que, finalmente, no vino a ser lo que anunciaban desde el consistorio: el decreto de la vivienda turística de la Junta. A ojos de Morente "no había que esperar al decreto, que ha regulado en los turístico y remite al planeamiento para la urbanístico, como hizo Sevilla que fue valiente".

Declaraciones que chocan con lo que venía defendiendo el propio alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, el año y medio previo a la publicación del documento, cuando pedía a la Junta de Andalucía que permitiera poner orden e incluso aupaba el ruego a los ámbitos nacional y europeo. También es cierto que el modelo hispalense, que Moreno pone como ejemplo, fue llevado a tribunales por la administración regional, al entender que el movimiento de la capital andaluza topaba con sus competencias. Quedó en nada aquel paso por los juzgados, pero sirvió en Málaga para dejar el balón en tejado andaluz.

En esta línea, Morente apuntó que ahora la responsabilidad está "donde siempre ha estado", en manos del urbanismo, que no de los técnicos, ya que "la última palabra, por mucho que hagamos estudios y propuestas, la tienen los responsables políticos".

Así, apuntó que en Málaga se está estudiando la zonificación y se actuará en torno a la densidad de apartamentos turísticos respecto a los residenciales, poniendo como ejemplo a Sevilla –que permite un 10% de vacacional en cada barrio–, aunque, sin embargo, señaló que aquí el estudio indica que la presión no es homogénea.

"El centro, a lo mejor, te aguanta un 20% de viviendas, pero en Huelin un 3% hace saltar la morfología del barrio, hay que estudiarlo calle a calle, barrio a barrio; si se pone un porcentaje común es porque es más cómodo", dijo Morente al respecto.

En la capital, según el censo de viviendas de la Junta, hay más de 6.500 viviendas registradas, dato que puede cambiar si estas no aportan la información requerida por la administración antes de que acabe el plazo, en agosto, para que indiquen durante cuánto tiempo van a estar o cuántas plazas ofertan. También se espera que se caigan –o que modifiquen los anuncios– las que no cumplan con los requisitos mínimos de calidad como, por ejemplo, ofrecer 14 metros cuadrados por cada huésped o un número determinado de baños en función de la cantidad de visitantes que pueda acoger.

Málaga no solo es la provincia andaluza con más viviendas turísticas, sino que también es la provincia española con más viviendas destinadas a este fin a nivel nacional. En total, el verano pasado había censadas en Málaga más de 39.040 viviendas turísticas, seguidas de Alicante (37.962), Baleares (26.507), Girona (21.632), Canarias (20.314) y Madrid (16.970), según los datos oficiales registrados por el INE.

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