La coronación del Hotel Miramar
Urbanismo
La rehabilitación del inmueble incluye la colocación en la fachada principal de una corona, de unos 3 metros, ya existente en edificio original.
El proyecto de recuperación del Gran Hotel Miramar sigue su particular cuenta atrás. Concluida la etapa de mayor carga en los trabajos de rehabilitación del inmueble, obra del arquitecto Guerrero Strachan, y con la mirada puesta en abrir las puertas en las últimas semanas del presente año, el proyecto afronta el cuidado de los últimos detalles. Y de entre ellos llama poderosamente la atención el compromiso de la empresa responsable de la iniciativa por culminar el proyecto con la misma corona que coronó durante años el original hotel Príncipe de Asturias.
Según confirmaron fuentes próximas a la iniciativa hotelera, la intención es que tan significativo elemento, que fue retirado del inmueble en los años de la II República, vuelva a presidir la fachada principal del edificio a finales del próximo mes de septiembre. Hasta esa fecha, los herreros encargados de reproducir la corona se afanarán en la tarea de reproducirla de manera mimética. Para ello, los profesionales encargados aprovechan las imágenes existentes del hotel en sus primeros tiempos, cuando se conservaba.
"Es la corona que originalmente tenía la monarquía, que se quitó en la etapa de la República", explicaron las fuentes, que llamaron la atención sobre las dimensiones. "Tiene entre dos y tres metros de alto", subrayaron. El hito pone de relieve la incidencia de Grupo Santos, como propietario del edificio, y el equipo de arquitectos de José Seguí, por ser absolutamente fieles con el hotel original.
En este sentido, la propuesta de intervención sobre el inmueble se sustentó en el análisis y estudio pormenorizado de la documentación técnica del proyecto del Guerrero Strachan y de los diseños originales del pintor Enrique Jaraba, con el fin de recuperar los principales aspectos arquitectónicos con los que fue concebido el edificio. Buena parte de esos elementos, ahora recuperados en la obra, quedaron destruidos en la adaptación del Miramar como sede del Palacio de Justicia. Para ello, tal y como recoge la propuesta de Seguí, se realizó "un minucioso estudio de todos y cada uno de los elementos", tanto de la fachada exterior como de los interiores del edificio, investigando sobre el color original de tonos suaves y levantamiento de todos sus elementos arquitectónicos y decorativos. Se realizaron trabajos de "fotogrametría" recuperados informáticamente por sistemas gráficos integrados e incorporados a un modelo BIM (Building Information Modeling) que permitieron "una cuidadosa recomposición del proyecto original".
El inicio de las obras del primer hotel Príncipe de Asturias se produjo en 1921, quedando abierto el edificio como establecimiento hotelero entre 1926 y 1936 en una primera etapa. La misma se vio interrumpida por la Guerra Civil, en el que se convirtió en hospital. La segunda etapa del hotel se extendió desde 1939 hasta 1967. Dos décadas más tarde, el Miramar pasa a convertirse en sede de los juzgados de la capital, uso que se mantiene durante otros veinte años. En 2007, la entonces propietaria del edificio, la Junta de Andalucía, saca a subasta la venta del inmueble para su recuperación como hotel de lujo. La adjudicación tuvo lugar en mayo de 2008, recayendo en la empresa Grupo Santos la adjudicación del mismo tras desembolsar unos 21 millones de euros. La llegada de la crisis económica ha lastrado severamente el proyecto, al punto de que la operación de rehabilitación y su apertura como cinco estrellas gran lujo de la ciudad no tendrá lugar, en el mejor de los casos, hasta ocho años después.
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