Coronavirus: Sanidad relaciona el freno a Málaga con la dificultad de controlar su movilidad

Arguye que la Junta carece de un plan para evitar movimientos entre zonas en fase 0 y 1, así como para aislarlas en caso de repunte

Da a entender que el avance se hará el 18 de mayo

Desescalada en Málaga: ¿Qué supone no pasar a la fase 1?

Bicicletas y peatones en calle Pacífico, en Málaga capital, cortada al tráfico este sábado. / Javier Albiñana
Sebastián Sánchez

10 de mayo 2020 - 06:40

málaga/¿Por qué Málaga no pasa este lunes a la fase 1 de la desescalada impulsada por el Gobierno central en la actual crisis del coronavirus? La pregunta se viene repitiendo desde que en la tarde noche del pasado viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, desvelasen que la provincia tiene que aguardar al menos una semana más para abandonar la fase 0.

Hubo que esperar unas 14 horas para empezar a tener respuesta al interrogante. Fue el propio Simón el que ayer, en una nueva comparecencia, aportó algo de luz. De acuerdo con sus explicaciones el factor que primó fundamentalmente en la decisión fue la dificultad para controlar la movilidad en Málaga y su entorno más directo.

Fuentes próximas al Ministerio de Sanidad aludieron de manera directa a que la Junta carece de un plan “para garantizar que no haya movilidad entre zonas en fase 0 y zonas en fase 1 dentro de la misma provincia, así como para aislar esas zonas en caso de un posible repunte”.

A esto se suma que, según las fuentes, la Administración regional tampoco especificaba un plan para diagnosticar desde los centros de salud con PCR. Las fuentes recordaron que uno de los criterios de valoración en el proceso de transición “es la capacidad para hacer PCR a todos los sospechosos”. Un elemento añadido es el repunte de casos de COVID-19 detectado en los días previos a la propuesta, si bien las fuentes aseguraron que si la Junta hubiese garantizado su capacidad para controlar los nuevos casos “Málaga habría pasado de fase”.

Pero además Simón puso en consideración el hecho de que la Administración regional emplease dos criterios en su propuesta de desescalada para el conjunto de la comunidad. “Era mixta, un poco diferente a lo que había hecho el resto de comunidades autónomas”, comentó. Por un lado, usó el criterio provincial para seis de los territorios, a los que Sanidad sí ha autorizado el avance, y el de los distritos sanitarios para otros dos, Málaga y Granada, a los que se ha frenado el paso. Por lo que dio a entender el experto sanitario, otros territorios, caso de la Comunidad Valenciana, con los que se ha denunciado la existencia de un agravio comparativo, optaron por proponer el desconfinamiento de acuerdo con los distritos sanitarios como único modelo.

La situación de la provincia, en su conjunto, no obstante, parece que quedará desbloqueada en poco más de una semana. Tal y como dejó caer Simón, la puerta queda abierta para que el territorio avance a la fase 1 el 18 de mayo próximo, incluyendo el distrito sanitario de la capital, que concentra el mayor número de casos de coronavirus. Eso sí, ese logro queda condiciona a que se mantenga la tendencia en la evolución de la pandemia.

Antes de la revisión de los parámetros tomados en consideración, el Ministerio de Sanidad deberá recibir una nueva propuesta por parte de la Junta, algo que tal y como anunció ayer el consejero de Salud, Jesús Aguirre, en el caso de Málaga y de Granada tendrá lugar este lunes.

“Están en una buena situación, con algunos detalles que pulir todavía”, dijo Simón en relación a Málaga, incidiendo en que más allá de los criterios sanitarios, “hay criterios de movilidad, de aplicación real de confinamiento y de control que no quedaban claros del todo”. El responsable del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias valoró el trabajo que esta realizando Andalucía en su lucha contra la pandemia, calificándolo de “excelente”. “Hay factores asociados a las características demográficas para tener éxito, pero hay un trabajo de fondo muy importante. Andalucía es una de las que lo ha hecho a altísimo nivel”, insistió.

De manera general, hizo un llamamiento a la prudencia dada la existencia de “un altísimo riesgo de que demos un paso atrás”. “Debemos poner todos los medios para evitarlo. Si por correr más de la cuenta tendríamos un impacto altísimo en movilidad y en el aspecto socioeconómico más duro aún que el que hemos tenido hasta ahora”, subrayó.

El rifirrafe político está servido

La negativa a que Málaga avance en el proceso de desescalada abrió la espita para el rifirrafe político. La decisión del Gobierno central fue contestada de manera severa por la Junta de Andalucía y los dos partidos que integran su cogobierno, el PP y Ciudadanos, y defendida por el PSOE.

Desde la Administración regional, apenas horas después de conocerse el fallo del Ministerio de Sanidad, se cuestionó con contundencia la medida, aludiendo incluso a un “agravio comparativo” con otros territorios autonómicos y dejando caer la idea de que se habían primado cuestiones políticas. Ayer, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, abundaba en ello, apuntando que el criterio para pasar las comunidades autónomas de fase “parece que en esta ocasión ha ido más por los socios de gobierno que por parámetros vinculados a la sanidad”.

En una entrevista en la cadena Cope se mostró “decepcionado y sorprendido” porque Málaga siga en la fase 0. A su juicio existe un “agravio” al usarse distintos criterios, recordando que el distrito Costa del Sol tiene “1,6 positivos PCR por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días, y Granada, 2,7, pero el País Vasco tiene 33; Navarra, 62, y La Rioja, 56, y allí ha pasado todo el territorio”. Frente a este argumento, el secretario general del PSOE, José Luis Ruiz Espejo, pidió a la Junta “menos frentismo y más trabajo” para que Málaga pase a la fase 1. “La estrategia del agravio que abandera el PP no va a conseguir que pasemos de fase”, añadió.

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