La sanidad privada también pospone operaciones aplazables que requieran sangre, UCI o largos ingresos
Coronavirus en Málaga
El objetivo es liberar espacios y profesionales para ponerlos a disposición del SAS, si lo requiere
"Todos nuestros medios están disponibles para la Consejería de Salud a fin de atajar el coronavirus", dicen las clínicas malagueñas
Salud volverá a programar operaciones suspendidas en Málaga tras la crisis del coronavirus
Málaga/La sanidad privada malagueña también arrima el hombro ante la emergencia del coronavirus. "Todo el material y nuestros recursos están a disposición de la Consejería de Salud para atajar el coronavirus y no por la obligación del decreto de estado de alarma, sino porque el sistema sanitario es uno solo", sostiene el presidente de la Asociación de Clínicas Privadas de Málaga, Jesús Burgos. Y añade: "Ponemos todos nuestros medios a disposición del SAS. Esto es un desastre sanitario, pero es también una tragedia económica; y en nuestro sector se juntan los dos problemas".
Los hospitales privados, igual que los públicos, han suspendido en los últimos días miles de operaciones, consultas y pruebas diagnósticas que son aplazables para dejar espacios y profesionales libres a fin de tener recursos disponibles para trabajar contra el coronavirus. "La actividad en nuestros centros está a menos de la mitad", señaló Burgos, que también es gerente del Hospital CHIP. El objetivo es que puedan tener cintura para ayudar al sistema público en caso de que se los requiera. Aunque hasta este miércoles no ha hecho falta.
La sanidad privada tiene instrucciones de las Administraciones sanitarias de dejar de hacer intervenciones que necesiten muchas transfusiones. La finalidad es que las reservas de hemoderivados no estén mermadas ante esta emergencia sanitaria. Operaciones de columna, de prótesis de cadera, de rodilla o de ciertas patologías digestivas que no sean urgentes y que suelen precisar transfusiones se aplazan sin fecha para que no haya un gasto importante de sangre en esta coyuntura.
También se posponen sine die aquellas intervenciones que requieran UCI en su posoperatorio o largas estancias de recuperación en el hospital. El objetivo es que haya camas de hospitalización y de cuidados intensivos libres en los centros privados en caso de que el sistema público las necesite.
Burgos aclaró que la colaboración y coordinación entre ambas sanidades en Andalucía comenzó ya antes de que se declarara el estado de alarma. El viernes, el sector mantuvo una reunión con la Consejería de Salud y el SAS. "Estamos coordinados desde antes del decreto. No nos ha pillado de sorpresa. Ya habíamos puesto en marcha medidas. Tenemos todos nuestros medios a su disposición y estamos a la espera", indicó el representante de las clínicas privadas malagueñas.
"Hemos parado más de la mitad de la actividad quirúrgica, de consultas externas y pruebas diagnósticas. Diría incluso más, entre el 70 y el 80%. La cirugía plástica, por supuesto, se deja de hacer", explicó Burgos.
Tanto los grupos empresariales -como Xanit o Quirón- o los familiares -como es el caso de CHIP- trabajan codo con codo con la Administración sanitaria a través de la Asociación de Clínicas Privadas de Málaga. Debido al confinamiento decretado desde el fin de semana, esa labor y colaboración con la Consejería y el SAS se está haciendo a través de correos electrónicos y grupos de Whatsapp para minimizar los desplazamientos y encuentros físicos.
Burgos pidió a la Administración celeridad en las pruebas de coronavirus para el personal de los centros sanitarios privados, ya que esos test sólo los hace el sistema público. El representante de las clínicas explicó que esa rapidez es fundamental para que, en caso de que el resultado sea negativo, los profesionales puedan reincorporarse cuanto antes a su puesto de trabajo en estos momentos en los que son tan necesarios. "Estamos a entera disposición de la Consejería y nuestra colaboración es absoluta. Pedimos celeridad en los tests", apuntó.
La potencial utilización del sistema privado por parte de la sanidad pública no es un concierto, sino una intervención derivada del estado de alarma. Preguntado sobre cómo se compensará luego a los centros privados desde el sistema público, manifestó: "Evidentemente, si nos utilizan durante largo tiempo, alguien tendrá que pagar las nóminas y los gastos. Pero ese asunto ahora no es la prioridad; la prioridad es frenar el coronavirus".
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