La crisis se lleva el 46% de las grandes empresas de Málaga
Solo las sociedades sin trabajadores y las micro pymes con menos de dos empleados resisten el embate de las adversidades económicas de los últimos siete años
La crisis ha debilitado aún más el tradicionalmente frágil tejido empresarial de Málaga. Entre 2007 y 2014 han desaparecido el 46% de las empresas que empleaban más de 50 trabajadores, mientras que el retroceso de pymes con menos de medio centenar de empleados ha sido del 5,6% en este mismo periodo.
La atomización que caracteriza la estructura productiva andaluza, especialmente acusada en la provincia de Málaga, no ha hecho más que crecer durante los últimos siete años. Los datos del Directorio Central de Empresas del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que desde 2007 hasta enero de 2014 han echado el cierre 267 compañías que tenían más de 50 empleados. Si en 2007 se registraban en la provincia 796 empresas de estas características, ahora únicamente quedan 429.
En este segmento de empresas medianas o grandes las que han sufrido más los embates de las adversidades económicas son aquellas que tienen entre 50 y cien trabajadores. En este tramo han desaparecido algo más de la mitad (51%), al pasar de 467 a 229. En este segmento los peores años en términos absolutos se sitúan entre 2008 y 2010. En enero de 2009 se contabilizaron 48 empresas menos y en enero de 2011 habían desaparecido otras 61. A la luz de la información que ofrece el Directorio Central de Empresas del INE, en enero de 2014 se ha experimentado una ligera mejoría que permite presagiar un repunte del número de empresas de entre 50 y 100 empleados. Frente a las 214 que había en enero de 2013, en enero de este año se contabilizaban 229, o sea 14 más que suponen un crecimiento de casi el 7%.
Por otra parte, en los últimos siete años han desaparecido seis de las 20 grandes empresas que tenían más de 500 personas en sus plantillas. En este bloque aparecen naufragios empresariales del calado de Isofotón. En esta parte alta de la pirámide empresarial el momento más crítico se registró en enero de 2009, cuando se constató la desaparición de 10 grandes compañías de más de 500 empleados.
La debilidad del tejido productivo también es palpable en el tramo empresarial que comprende firmas de entre 100 y 200 empleados, donde se ha pasado de 207 a 122 (-41%) y en el que oscila entre los 200 y 500 trabajadores, que ha sufrido un retroceso del 37% hasta quedarse en 122 empresas.
En la mitad inferior de la pirámide, la salud empresarial es inversamente proporcional a su volumen, como demuestra que hayan desaparecido el 46% de las que tienen entre 20 y 49 empleados, que actualmente son 934, así como el 40% de las que tienen de 10 a 19 trabajadores, hasta quedar en 1.999, frente a las 3.375 que existían antes de la crisis.
Frente a estos datos, las empresas que tienen uno o dos trabajadores son las que gozan de mejor salud: solo se han perdido 13 entre 2007 y 2014. Hace siete años había 32.960 y ahora son 32.947. Además, en los dos últimos ejercicios se ha experimentado un significativo aumento de este perfil de microempresas que ha sido suficiente para enjugar la caída que se produjo entre 2009 y 2012.
Las empresas sin trabajadores también están sorteando la crisis con razonable éxito e incluso han mejorado su peso en el cómputo general. Antes de la crisis la mitad de las empresas no tenían trabajadores, ahora son algo más (53%). En 2007 se registraban 58.019 firmas de estas características y envergadura, mientras que ahora son 57.544, apenas un 1% menos. Este apartado recoge diferentes casuísticas, desde sociedades instrumentales sin actividad empresarial creadas para detentar bienes o para participar en otras hasta las constituidas para realizar determinadas funciones financieras.
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