Visto y Oído
Emperatriz
Este martes, el buque de turistas Island Sky iniciará una ruta crucerista desde el puerto malagueño. Con una duración de ocho días y un itinerario que tocará: Tarragona, Palamós, Port Vendres, Marsella, La Seyne-sur-mer y Niza, este viaje está integrado dentro del grupo de los denominados itinerarios culturales; unas singladuras muy diferentes a las que realizan los cruceros al uso. Gestionado por la empresa británica Noble Caledonia que, operando con barcos pequeños está especializada en este tipo de rutas, la llegada de los pasajeros que comenzarán en aguas malacitanas este viaje se produjo en la jornada del lunes 9 cuando 95 turistas ingleses aterrizaban en el aeropuerto de Málaga procedentes de Londres y Mánchester. Tras pasar la noche alojados en el hotel Miramar y efectuar varias visitas turísticas en la mañana de este martes, un almuerzo en el parador de Gibralfaro será la antesala del embarque en el Island Sky a las 16:00 que, atracado en el muelle número dos y consignado por la agencia Pérez y Cía. tiene programada su salida una hora y media más tarde.
Reseñado este programa que atendería a lo que se denomina un fly cruise, un itinerario crucerista completo donde se incluyen los vuelos de avión, la salida de este martes de Island Sky participa además de otros complementos añadidos tales como una noche de hotel tanto en Málaga como en Niza, un paquete de varios recorridos turísticos en ambas localidades, así como los desplazamientos y el transporte del equipaje.
Frente a estas prestaciones en tierra, las actividades programadas a bordo del Island Sky pasan por la presencia de dos especialistas en historia que además de dar algunas charlas durante momentos de la navegación serán los encargados de acompañar a los turistas en las diferentes excursiones que se realicen en los puertos de escala.
Con 91 metros de eslora y una capacidad máxima para 118 pasajeros repartidos en 59 camarotes de ocho diferentes categorías, el Island Sky que fue construido en 1992 y que originalmente llevó el nombre Renaissance Eight, por sus características se convierte en un buque prototipo para la realización de este tipo de cruceros. Unos viajes dedicados a un pasaje de un alto poder adquisitivo que supera los 50 años de edad. Un muy interesante nicho de mercado, el de los cruceros culturales que desde hace ya algunos años ha puesto sus miras en el puerto de Málaga.
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