La recogida de basura en Málaga costará hasta 224 euros por vivienda al año

La prestación de recogida, transporte y tratamiento de residuos en Málaga tendrá un coste fijo de 93,61 euros anuales por vivienda, IVA no incluido. Así lo describe el anteproyecto de las ordenanzas que regularán esta materia, que entrará en vigor en septiembre del año que viene. A la misma se sumarán una serie de costes variables que nunca podrán superar los 224 euros por ejercicio y vivienda.

Esa cuantía máxima supone un desembolso aproximado de 19 euros al mes –las facturas se emitirán de forma semestral– que se alcanzará con una parte variable a esa tarifa doméstica vinculada al consumo del agua. Según el Consistorio, esa variable concentra el efecto de la generación de basura y el número de residentes de cada domicilio.

Para tal cometido, Limasan y Gestrisam –organismo autónomo del Ayuntamiento encargado de recaudar impuestos y tasas– suscribirán con Emasa convenios de colaboración y recaudación de la nueva prestación. Respecto a las viviendas que no dispongan de contador individual, abonarán la parte fija de la tarifa y una parte variable calculada a partir del consumo medio estimado en la ciudad.

En concreto, la parte fija por la disponibilidad del servicio tendrá un valor de base de 0,256 euros al día –IVA no incluido– al que se le sumará una cuota variable de 0,285 euros diarios por cada metro cúbico de agua consumida en el caso de las viviendas con contador individual y de 0,094 euros diarios en el caso de que no cuenten con contador individual. Y, de cualquiera de las maneras, la cuantía total no podrá superar los 0,6137 euros diarios en el caso de las viviendas domésticas.

La hostelería abonará 1.026 euros anuales fijos

En cuanto a las distintas actividades económicas, la nueva norma establecerá el pago por parte de personas físicas o jurídicas que utilicen locales y establecimientos en la ciudad con un cobro anual que tendrá un coste fijo –siempre IVA no incluido– de 330 euros en el caso de la industria; de 1.026 euros en el caso de los bares y restaurantes, o de 2.678 para los hospitales.

Las viviendas de uso turístico (VUT), por su parte, se consideran residenciales y quedarán sometidas al pago de esta prestación con independencia del tipo de uso que tengan contratado para el suministro de agua. A efectos del pago, se entenderá que el domicilio es utilizado por la persona, física o jurídica, que tenga suscrito el contrato con Emasa.

Quienes dispongan de abastecimiento alternativo o complementario de agua pagarán la prestación de residuos, según el anteproyecto del Ayuntamiento, en aplicación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Tanto en el caso de las viviendas turísticas como en las viviendas de uso doméstico –que entran en la misma categoría– el Ayuntamiento prevé reducciones de hasta un 17%.

Reducciones de hasta un 17%

Estas se desglosan de la siguiente manera. En primer lugar, por domiciliar el pago de las facturas (3%). Además, una amplia gama de descuentos para incentivar la economía circular, como la Ley nacional y la Directiva europea prescribe. Algunos ejemplos son la utilización de puntos limpios (0,5% por cada depósito, con un máximo del 3%) o la utilización de compostaje doméstico (1%).

El mismo modo, también prevé reducciones por el empleo de servicios municipales de reutilización (1%), por evolución anual favorable zonificada superior al 5% en la diferenciación o reducción en la generación de residuos que permitan mejorar el reciclado (3%) o por el uso adecuado de los sistemas de pago por generación y reducción de impropios en contenedores (hasta un 3%).