Da Bruno, el éxito gastronómico de Málaga que comenzó en el refugio de la Selección en esta Eurocopa

Bruno Filippone no cree en la autocomplaciencia. "Es importante no caer en ella", afirma a Málaga Hoy. De cuna italiana, el gastronómico que fundó el grupo Da Bruno en la Costa del Sol cumple 30 años este julio. Con cuatro restaurantes en el entorno de Marbella insiste en que "si se tiene el espíritu joven siempre es tiempo de innovar". Filippone, a las puertas de los 80 años, lo sigue haciendo: "Estamos completando uno de los sueños que tenía desde que llegué a Marbella: crear mi propia bodega".

-¿De qué trata ese proyecto?

-Innovar y renovar esta en nuestra clave. Queremos potenciar La Vigna, nuestra bodega que hemos creado en Manilva, y que sea también un punto gastronómico diferente. Es un bello rincón de la Costa del Sol, que ya está produciendo unos vinos excelentes bajo el nombre de Doña Giuseppina en honor a mi querida esposa [cofundadora], que ha sido elemento fundamental para todo el Grupo da Bruno. Su recuerdo [falleció en 2021] sigue presente día a día, a nivel empresarial y de hostelería era una persona sumamente inteligente que afrontó grandes proyectos y desafíos.

-¿Qué les inspiró a abrir el primer restaurante en la Costas del Sol hace 30 años?

-La cocina es nuestra pasión. Comencé mi andadura gastronómica hace ahora 57 años en la Selva Negra alemana, pero vine con mi mujer de vacaciones a la Costa del Sol y nos quedamos enamorados de esta tierra. Fue en 1994 y ese mismo año cerramos el local de Alemania y nos instalamos en la céntrica avenida Ricardo Soriano de Marbella. Al principio, no sabíamos cómo iban a reaccionar nuestros clientes, pero nos dimos cuenta que este rincón del Mediterráneo tenía una proyección enorme.

-Aquí hay más sol que en Alemania...

-La etapa alemana nos ayudó a poner las semillas para el proyecto que abrimos aquí. Fueron muy importantes porque aprendimos muchas de las ideas que luego hemos desarrollado y perfeccionado en España. En la Selva Negra alemana tuvimos experiencias positivas, pero no con la alegría y luminosidad con la que hemos vivido aquí y la que nos ha dado tantas alegrías.

-¿Qué estrategias de gestión cree que han sido clave para la longevidad del grupo?

-El turista, el cliente y el comensal en particular ya no quiere viajar, comer o conocer un sitio, sino que quiere vivir una experiencia que le haga salir de su rutina, sorprenderse y poder contarlo luego. Eso es lo que debemos ofrecer en la restauración y el turismo, que viva una experiencia a través de nuestros sabores y nuestras propuestas culinarias, pero también con un servicio exquisito o una programación musical que les haga sentir diferente.

-La tecnología en 30 años también ha evolucionado bastante...

-El cambio en esta materia ha sido enorme, pero siempre hemos innovado, nos hemos rodeado de gente que ha sabido adaptar nuestra filosofía a los tiempos, y hemos aplicado tecnología en la gestión de personal, en la gestión de pedidos y en el trato con los proveedores. Contamos con servicio take away en cada uno de los establecimientos y, de forma paralela, en el modelo de negocio también hemos innovado con un establecimiento exclusivo de tienda Delicatessen en Cabo Pino y dentro de Da Bruno Sul Mare, un servicio de bar y coctelería que complementa la oferta del restaurante.

-¿Cuáles son ahora los retos del sector?

-Uno de ellos es encontrar personal cualificado e implicado. Puede ser una cuestión social, de coyuntura económica o de voluntades perosnales, pero lo principal es la implicación. Estos negocios te han de implicar muchas horas y momentos importantes en la vida de las familias, y no todo el mundo está dispuesto a implicarse tanto. Nosotros hemos hecho de nuestros empleados una gran familia de familias y tenemos un equipo increíble.

-¿Cómo cree que se puede solucionar esa problemática?

-Formación, más formación y más formación. Incentivos en las condiciones laborales y que vean una estabilidad. Nosotros así tratamos de hacerlo. Son numerosos los puestos de trabajo que genera Da Bruno, con personal de sala, camareros, cocineros, pero también de coordinación, compras, gestión, administración. Además, entre colaboradores, empresas externas asociadas y proveedoras, estimamos que hay otros medio centenar de puestos de trabajo que, de forma indirecta, tienen un fuerte vínculo con Grupo Da Bruno.

-¿Con qué se queda?

-Sin duda, con las personas que hemos conocido, y que nos han arropado. Y eso ha sido gracias a nuestra pasión también por los detalles y la hospitalidad. Sin duda la hospitalidad, la exquisitez y el apego por los detalles. Sabemos que una buena gastronomía es fundamental para que los clientes vuelvan, recomienden y nos puntúen bien. Pero si además reciben un trato amable, hospitalario y que quede en su recuerdo, las posibilidades de que vuelvan o nos recomienden serán mucho mayor.

-¿Cuál es su plato preferido?

-El carino de nuestros clientes. En muchos casos ya son amigos, algunos desde hace 30 años. ¿Qué mejor plato que seguir recibiendo el cariño de tus comensales?. Para Da Bruno no hay cosa igual, y espero seguir contando con ellos todo lo que Dios me permita.