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"Los deberes han de ser una experiencia positiva, no un purgatorio"

Richard Gerver. profesor, conferenciante y experto en el ámbito educativo

Gerver recordó ayer en Málaga que los padres tienen que dejar a sus hijos jugar y confiar en su aprendizaje y la escuela prender la mecha del amor por el conocimiento.

Richard Gerver, ayer, en el colegio Sierra Blanca del grupo Attendis.
Cristina Fernández Málaga

18 de febrero 2016 - 01:00

Libertad, pasión por el aprendizaje, responsabilidad para enseñar con corazón y valentía para saber ver que el trabajo en el aula tiene que mutar tan rápido como el futuro que espera al acabar la escuela. Estas son algunas de claves del discurso del británico Richard Gerver, referente mundial de la educación y el liderazgo que ayer ofreció una conferencia en el Auditorio de la Diputación de la mano de los colegios El Romeral y Sierra Blanca, del grupo Attendis. "Cada año organizamos una conferencia abierta a la ciudad con personalidades que nos puedan marcar pautas del camino por el que debe de ir la educación", consideró ayer Sandra Pérez, directora del colegio Sierra Blanca. En dos días se agotaron las 500 invitaciones para escuchar al magnético Gerver.

-¿Cuáles son los retos de la educación en una sociedad cambiante?

-Tenemos que entender que el futuro de la educación no consiste sólo en mejorar el sistema actual, debemos de dar un paso atrás para inventar constantemente nuevas formas de hacer lo mismo. Y necesitamos empezar por simples planteamientos sobre qué clase de mundo les espera a nuestros niños y qué preparación necesitan para estar en él, en un mundo que cambia demasiado rápido.

-¿Y en qué puesto de salida se encuentra España para acometer esos cambios?

-Siempre digo que España piensa que es peor de lo que realmente es. Pero es verdad que el país está estancado en un lugar muy similar a muchos países del mundo desarrollado. Para empezar, la educación está demasiado politizada. No hay suficiente implicación de la sociedad en su desarrollo y muchos profesores muestran su miedo y confusión porque tienen mucha gente diciéndoles qué tienen que hacer y cada día hay una nueva idea, una nueva política.

-La comunidad educativa considera de absoluta necesidad un pacto de estado por la educación, ¿está de acuerdo?

-Sí. Es cierto que todo está dominado por presiones externas y no por planteamientos auténticos y genuinos sobre la transformación de la educación. Por ejemplo, cuando salen los resultados del informe Pisa todos se vuelven locos y todo cambia de nuevo. Pero Pisa valora una parte muy pequeña de la realidad educativa. Incluso China, que tuvo de las mejores posiciones en el último ránking, está planteándose cambios. Y lo principal es algo mucho más fundamental, educar a los niños como seres humanos. A los estados que creen que los exámenes son el propósito de la educación, hay que hacerles entender que el mundo necesita más que calificaciones.

-¿Qué necesitan nuestros alumnos en las aulas?

-Muchas cosas, pero lo más importante es el amor al aprendizaje. Aprender tiene que significar para ellos más que sacar una nota.

-¿Y los docentes?

-Los profesores necesitan arriesgarse más, ser más creativos y hacerse más responsables de las posibilidades del desarrollo educativo. En otras palabras, tienen que ser más profesionales. Es algo controvertido de decir, pero es así.

-¿Su formación tiene que ser continua?

-Los profesores deben de evolucionar siempre, porque si el trabajo de un docente es preparar a un niño para el futuro, necesitan entender cómo es ese futuro. Los profesores tienen que demostrar que son unos apasionados del aprendizaje.

-¿Ganar calidad educativa pasa necesariamente por bajar la ratio?

-Sí, es algo muy importante. Los profesores necesitan ser capaces de establecer relaciones personales con cada estudiante, por eso cuantos más haya en clase, más difícil será. Yo digo que la escuela del pasado era como una producción extensiva pero el futuro será como la producción orgánica y ecológica.

-Creo que no está de acuerdo con los deberes en casa...

-No estoy en contra de que los niños trabajen en casa, lo que no comparto es cómo se les hace trabajar en casa. La mayoría de los deberes son aburridos, repetitivos y no sirven para nada. Sin embargo, si los alumnos son inspirados en la escuela querrán investigar y buscar más información en su tiempo libre. Los deberes necesitan ser una experiencia positiva y no una especie de purgatorio.

-¿El trabajo por proyectos es positivo porque aporta más libertad?

-Por supuesto. Aprender es una forma de conectar a los chicos con su entorno y la mejor forma de hacerlo es a través de los proyectos. El problema de muchos de los aprendizajes tradicionales es precisamente su desconexión con el mundo real.

-Pero creo que los padres aún tienen miedo a que sus hijos no tengan un libro para estudiar en los cursos superiores...

-El problema es que cuando los padres fueron al colegio los educaron para un mundo diferente y ahora necesitamos que los padres comprendan que la educación tiene que cambiar para que sus hijos triunfen en el futuro, que es distinto al suyo.

-Hace poco una maestra me dijo que los libros de texto habían hecho mucho daño a la educación, ¿qué opina?

-Los libros de texto están bien si se usan más como una enciclopedia y menos como una Biblia.

-¿Qué opina de las reválidas?

-No estoy nada de acuerdo, en Inglaterra las reválidas que teníamos dañaban el progreso de los estudiantes porque los profesores ponían el foco en preparar estos exámenes y no en enseñar.

-Cada vez sometemos a los niños a más presión, los hacemos más competitivos, van a más actividades extraescolares... ¿están saturados?

-Creo que los padres están matando a sus hijos con amor. Tenemos que recordar que los niños aprenden más en sus primeros cinco años de vida que en el resto. Los padres tienen que dejarlos jugar y confiar en ellos y en su aprendizaje.

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