Los delitos de odio se sitúan por debajo de la treintena por primera vez desde 2017
La mayoría de los incidentes del año 2021 estuvieron relacionados con la orientación sexual y de género, el racismo y la xenofobia
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Málaga/Málaga y su provincia registraron el año pasado 28 delitos de odio, lo que supone, por segundo año consecutivo, un descenso en relación con el ejercicio anterior. Una cifra de infracciones penales que, desde el 2017, no se situaba por debajo de la treintena, según los datos publicados por el Ministerio de Interior.
En 2018 fueron 31 los incidentes que fueron catalogados como de odio por las Fuerzas de Seguridad del Estado. Al año siguiente subieron hasta 37. En 2020, el año de la pandemia, las estadísticas descendieron hasta los 31 y la tendencia a la baja parece que se mantiene en Málaga durante 2021. Así consta en el informe anual sobre delitos de odio elaborado por el departamento que preside F
La provincia tiene actualmente una tasa de 1,65 delitos de odio por cada 100.000 habitantes, cuando el año pasado ese indicador era de 1,8. Además, se encuentra muy por debajo tanto de la media de España, donde la proporción es de 3,8 y de la andaluza, que es 2,25. Por provincias, tan solo se posicionan por debajo Granada (1,54) y Almería (1,37).
De los 28 delitos de odio registrados en Málaga, nueve estuvieron relacionados con la orientación sexual e identidad de género. Otros cinco fueron incidentes de racismo y xenofobia, tres más vinculados a discriminación por razón de sexo, y el mismo número a creencias o prácticas religiosas. Luego hubo dos casos contra la ideología y otro contra el antisemitismo; mientras que los cinco restantes hasta alcanzar los 28 están relacionadas con infracciones administrativas y otros incidentes.
El estudio también destaca que hubo 25 victimizaciones en la provincia en 2021. Esto significa que hubo varias personas que sufrieron el mismo delito. Como es habitual en sus informes, Interior no habla de víctimas sino de victimizaciones, pues entiende que se trata de un término más amplio. Víctima sólo puede ser una sola persona, mientras que con el concepto de victimización se recoge mejor el hecho de que una misma persona ha podido sufrir más de un ataque. Es decir, una misma víctima ha podido padecer varias victimizaciones a lo largo del año.
En cuanto a los detenidos o investigados, fueron siete a lo largo del año. La Policía Nacional y la Guardia Civil esclarecieron 11 de los 28 delitos, un poco menos
La expresión delitos de odio engloba a todos aquellos motivados por prejuicios o intolerancia, contra personas intencionalmente seleccionadas por una característica específica que le es inherente, como puede ser su raza, orientación sexual, ideología o religión, entre otras. Se les infringe un grave daño, no sólo físico, sino también emocional. Los autores buscan menoscabar la dignidad de las personas y resquebrajar su derecho a desarrollar la vida en paz, armonía y libertad.
Interior detalla una serie de acciones que se han hecho en los últimos tiempos para luchar contra los delitos de odio, como son la evaluación y seguimiento de un código de conducta de la Comisión Europea para combatir la incitación ilegal al odio en internet, el desarrollo de talleres de servicios para las víctimas, la realización de una encuesta sobre este tipo de delitos, para comprender mejor el sentir de los afectados, la elaboración de mapas interactivos de recursos de atención a las víctimas, planes de acción, comisiones de seguimiento, desarrollo de protocolos y participaciones en proyectos europeos.
La cifra total de delitos e incidentes de odio registrada por las Fuerzas de Seguridaden España en 2021 ascendió a 1.802 hechos, lo que supuso un aumento del 28,62% en relación con 2020. De esa cifra, 78 son infracciones administrativas. Los hechos se han elevado en ámbitos como el antisemitimo, la discriminación generacional, la orientación sexual e identidad de género, la discriminación por enfermedad, las creencias religiosas y el racismo y la xenofobia. Descienden en personas con discapacidad y antigitanismo, mientras que la aporofobia y la ideología se mantienen igual que el año anterior.
La tasa de esclarecidos es del 62,87% del total. Entre los incidentes relacionados con el odio destacan, en términos cuantitativos, las lesiones, las amenazas, los daños, las injurias, el trato degradante, la incitación pública al odio, las coacciones, otros delitos en contra de la Constitución y hechos de carácter no penal con fines de discriminación.
Los meses en los que se registró mayor actividad fueron mayo, julio y septiembre, por este orden. Del análisis de los hechos notificados se extrae que los lugares específicos donde se han producido con mayor frecuencia son la calle y otras vías de comunicación. A continuación le siguen las viviendas, establecimientos, instalaciones deportivas, espacios abiertos, centros religiosos y otras instalaciones.
El 63,82% de las víctimas fueron hombres y el 35,97% mujeres, si bien hay delitos en los que esos porcentajes varían. Por ejemplo, en el caso de los ataques contra la orientación sexual, el de los hombres sube hasta el 75%, en la aporofobia hasta el 80% y en la ideología al 79%. En el caso del antigitanismo y la discriminación generacional, en cambio, los hombres sólo representan el 47% de las víctimas. Ese porcentaje baja aún más en los ataques por enfermedad, hasta el 41%, y por antisemitismo, que sólo sufren el 33% de hombres. Es decir, dos de cada tres víctimas de antisemitismo son mujeres.
Entre los principales hechos cometifos contra personas de ambos sexos están las lesiones y las amenazas. La distribución de las víctimas según su nacionalidad refleja que en primer lugar se encuentran las de nacionalidad española, con el 65,33% del total de victimizaciones registradas. Dentro de los extranjeros, los que contabilizan valores más elevados son los procedentes de Marruecos (9,66%), Colombia (2,72%) y Venezuela (1,76%).
El informe incluye un apartado específico sobre menores de edad. La mayoría de los menores que sufrieron ataques fueron por cuestiones racistas o xenófobas y por su orientación sexual. Por tipos delictivos, las lesiones fueron los hechos más frecuentes. En este grupo de edad se incrementa el porcentaje de españoles que padecen el odio, que sube hasta el 77,83%. Las víctimas extranjeras vuelven a estar encabezadas por Marruecos (7,5%) y Colombia (2,36%), seguidos de Argelia(1,89%).
La distribución porcentual de nacionalidades varía en otros grupos de edad, como el de 26 a 40 años, donde el porcentaje de españoles baja hasta el 53% y el resto de afectados son extranjeros, con los procedentes de América y África como principales perjudicados. En el caso de los mayores de 65, prácticamente el total de los casos (98,28%) afecta a españoles, si bien en números globales son muchos menos que en otras franjas de edad.
En cuanto al perfil del autor, el 81% de los mismos son hombres. Sólo en el caso de discriminación por enfermedad se aprecia un mayor porcentaje de mujeres que de hombres (58% frente a 42%) entre los autores. La cifra de detenidos e investigados por delitos de odio en 2021 en España asciende a un total de 743. Los ámbitos más comunes fueron, de nuevo, el racismo y la xenofobia y la orientación sexual e identidad de género. Uno de cada tres autores tienen edades comprendidas entre los 26 y los 40 años.
Las lesiones, amenazas y delitos de incitación al odio determinan las principales causas de detenciones entre los autores de ambos sexos. Más de tres cuartas partes del total de arrestados son españoles. Entre los extranjeros, que representan el 25% de los autores, destacan los procedentes de Marruecos (6,73%), Rumanía(2,02%) y Bolivia (1,75%).
Interior dedica un apartado a los delitos de odio cometidos en el ámbito de internet y las redes sociales, que han crecido un 22,75% en relación con el año anterior. Los ámbitos de ideología, orientación sexual y racismo son los que muestran una mayor incidencia, con un total de 179 hechos conocidos de los 232 registrados. Las amenazas, injurias y promoción o incitación pública al odio se computan como los hechos delictivos que más se repiten, siendo internet (37,83%) y telefonía y comunicaciones (25,22%) los medios más empleados para la comisión de los mismos. A continuación están las redes sociales (22,29%) y, a mayor distancia, los medios de comunicación social (5,28%).
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