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Málaga/El último corte de listas de espera en la sanidad pública de la provincia de Málaga correspondiente a junio pasado refleja que hay más pacientes aguardando una operación que en diciembre de 2021. Exactamente 24.723 frente a los 21.048 de entonces. Cierto que aguardan menos. A finales del año pasado esperaban una media de 124 días para operarse y en junio esa cifra se había rebajado a 117. Pero los números indican que, seis meses después, había 3.675 enfermos más pendientes de una intervención. Y eso, antes del parón del verano que siempre aumenta las listas de espera.
Pero además, hay otra realidad a tener en cuenta y que empeora la situación: el tapón que suponen las demoras con la primera cita con un especialista. Porque la tardanza en acceder a estas consultas retrasa pruebas diagnósticas, diagnósticos, tratamientos y cientos de operaciones. Del total de pacientes en lista de espera para una primera cita con el especialista a fecha de junio pasado –215.703–, la mitad –107.220– estaba excedido en el plazo límite de 60 días que estipula el decreto de la Junta de Andalucía para que el enfermo acceda a una primera consulta.
Respecto a diciembre, esperaban de media menos días. Entonces los pacientes debían aguardar 104 jornadas y en junio pasado 102. Pero el total de enfermos que estaba pendiente de una primera cita con el especialista había aumentado. A finales de 2021 ascendían a 203.640 y a principios del pasado verano el dato se elevaba a 215.703. Es decir, tras seis meses, había 12.063 pacientes más.
“Un paciente que está pendiente de una consulta con un especialista que se demora, es un paciente que vemos más. Porque o vuelve a Atención Primaria o se desespera y acude a Urgencias de un hospital”, explicaba un facultativo de un centro de salud. Y añadía: “El médico de familia es el abogado del paciente. Y si su caso es preferente, siempre intentamos que lo vean pronto. Cuando no se le da solución, el primer perjudicado es el paciente y lo vivimos con él”.
Aseguraba que “no hay muchas diferencias” entre la anterior gestión socialista y la actual del PP y que por lo general hay buena comunicación entre Atención Primaria y los hospitales. Pero insistía en que las demoras de las listas de espera “deben reducirse”.
Entre las especialidades con más demoras se sitúan Angiología y Cirugía Vascular (227 días), Alergología (152), Neurología (149), Dermatología (140), Rehabilitación (135), Aparato Digestivo (127), Neumología (121) y Traumatología y Cirugía Ortopédica (111), entre otras.
Respecto a la lista quirúrgica, de los 21.048 pacientes que a junio pasado aguardaban una operación, algo más del 10% –2.208– estaban fuera de plazo o llevaban esperando más de 365 días. De esos 21.048 enfermos, 12.904 estaban amparados por los decretos que (según los casos) fijan un tope de espera de 90,120 o 180 días para una intervención. Y de estos últimos, 1.400 estaban excedidos en tiempo. Otros 8.144 estaban en lista quirúrgica para intervenciones no incluidas en los topes máximos de espera (las llamadas sin garantía) y de ellos, 808 llevaban esperando más de un año.
Por hospitales, el Regional es el que más enfermos tenía fuera de decreto o con tiempos de espera superiores a un año. Exactamente, 1.896 de un total de 9.206 en su lista quirúrgica. Le seguían el de Antequera con 175 de un total de 2.076, el Clínico con 100 de 6.448,el Costa del Sol con 62 de 4.211, el comarcal de la Axarquía con 59 de 1.661 y el de la Serranía de Ronda con 13 de 1.121.
Una población más envejecida que requiere más operaciones, un sistema sanitario que tiene casi los mismos quirófanos que hace una década, falta de especialistas y un parón de tres meses todos los veranos debido a las vacaciones del personal. Son algunas de las causas que desde el Sindicato Médico de Málaga (SMM) se enumeran para explicar las demoras en la asistencia especializada.
“Todo suma para que las listas de espera se eternicen”, apunta el presidente del SMM, Antonio Martín. “En verano, pese a las vacaciones, se sigue operando, pero falta una parte de la plantilla; así que al final supone un parón y un incremento de las listas de espera”, añade. Insiste Martín en que potenciar la capacidad resolutiva de Atención Primaria “ayudaría a que no todo acabara en el especialista” y contribuiría a reducir las listas de espera.
También sostiene que harían falta más quirófanos porque –aunque se han sumado los del Hospital del Valle del Guadalhorce– prácticamente son los mismos desde hace una década. Pero aclara que de nada sirven más quirófanos, si no hay especialistas. Y el problema es que faltan... “Pero ese déficit no es producto de un día ni de dos, sino de una planificación nefasta de los políticos durante años, tanto en personal como en infraestructuras”, argumenta. Plantea que la sanidad pública, ante esta situación, debe recurrir a conciertos con la privada, aunque “dentro de unos límites y de unos presupuestos” porque los recursos no son “un pozo sin fondo”.
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