Una denuncia en Málaga destapa una red de falsificación de soportes de hormigón para placas solares

Cuatro personas, tres en Granada y una en Málaga, relacionadas con empresas de energía renovable han sido detenidas por un posible delito contra la propiedad industrial en la operación "Sunny", por la que ha sido decomisados 1.500 soportes de hormigón para la instalación de placas solares y un molde para su fabricación que vulneraban derechos de marca y modelo.

Este operativo, llevado a cabo por agentes del Grupo de Delitos Económicos de la Comisaría de Málaga, se inició a partir de la denuncia de un representante de una empresa mercantil, que se habría visto perjudicada al detectar el uso de soportes de hormigón para placas solares con su registro, aunque su compañía no las había fabricado.

Los soportes bajo sospecha habían sido instalados en un edifico de la capital de la Costa del Sol, ha detallado este jueves la Policía Nacional.

En el transcurso de esta investigación, los agentes localizaron un total de 1.500 soportes de hormigón para placas solares con las características denunciadas.

Todo ello fue posible tras llevar a cabo una inspección en una nave de una de las empresas implicadas en la trama y situada en Nigüelas (Granada), donde fueron intervenidos los soportes y el molde para su fabricación.

Igualmente, fueron identificadas otras empresas que habrían intervenido en el proceso de comercialización, distribución y fabricación, cuyos responsables también resultaron detenidos por el uso del bien industrial registrado por la mercantil denunciante.

Una quincena de robos de joyas resueltos

Por otro lado, la Policía Nacional, en el marco de la operación 'Nazareno' para prevenir los robos con fuerza en domicilios durante la pasada Semana Santa, ha desarticulado en Málaga una trama especializada en la comisión de este tipo de ilícitos penales.

Así, cuatro integrantes de la red han resultado arrestados por participar presuntamente en 15 robos, sustrayendo especialmente joyas y dinero.

Los arrestados utilizaban un modus operandi conocido como "resbalón", consistente en forzar la puerta de la vivienda cuando no se encuentra con la cerradura echada, utilizando un plástico que ataca directamente el cierre. Este grupo desarticulado, formado por dos hombres y otras tantas mujeres, se alojaba en un hostal de la capital y desde allí se desplazaba a las zonas elegidas para perpetrar los asaltos.